El Gobierno arranca este lunes una semana clave en su objetivo de intentar surfear una crisis cuyas llamas avivaron la paliza que el peronismo le propinó en la elección de la Provincia y una interna irresuelta entre el armado de Karina Milei y el de Santiago Caputo. Reeditará en Casa Rosada las mesas políticas nacional y bonaerense con el foco en «recuperar la épica de 2023 y darle más protagonismo al Presidente» en la campaña rumbo a los comicios del 26 de octubre. Por la noche Javier Milei, que encabezará el primero de los encuentros, presentará el Presupuesto 2026 en una cadena nacional en la que «ratificará el rumbo económico».
Se trata, en última instancia, de dar continuidad al apurado «plan de estabilización» que enarboló el propio Presidente para asimilar la dura derrota del 7 de septiembre y que terminó empoderando a su hermana Karina, pese a los constantes pedidos de la infantería digital libertaria para oxigenar el armado libertario, relegando a los primos Martín y Lule Menem y a Sebastián Pareja. Como parte de esa nueva normalidad, este lunes, a las 11.30, Milei tomará juramente al flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, en el Salón Blanco.
El funcionario, estrecho colaborador de Guillermo Francos, tendrá la difícil tarea de buscar consensos con los gobernadores para blindar los vetos y minimizar los ataques que la oposición le asesta al Ejecutivo desde el Congreso. Esta semana la cartera política intentará avanzar en esa agenda: por ahora sólo logró convocar a los tres mandatarios con los que LLA tiene acuerdos electorales en sus distritos.
Pero la actividad del lunes en Casa de Gobierno comenzará a las 9.30 con la reunión de la mesa política que encabezará Milei y reunirá a Karina, Santiago Caputo, Francos, Manuel Adorni, Martín Menem y Patricia Bullrich. A las 12 sera el turno de su similar bonaerense, en la que se repiten nombres -como el de la hermana del mandatario y el asesor todoterreno, y a la que suman a Pareja, el ex comisario Maxi Bondarenko, el diputado José Luis Espert y sus pares del PRO, Cristian Ritondo, Diego Santilli y el intendente Guillermo Montenegro, entre otros.
Es un intento de dar volumen político a un oficialismo aquejado por una derrota inesperada y en medio de las turbulencias financieras que decantó ese resultado electoral. Pero también «las mesas» buscan aquietar una interna que parece no tener fin.
Si desde Las Fuerzas del Cielo, el armado bendecido por el asesor presidencial que tiene como bastonero al malogrado diputado provincial Agustín Romo y al Gordo Dan, cuestionan el «kukismo» de las listas que prohijó Pareja en Buenos Aires y los errores de fiscalización, desde el karinismo le achacan al estratega de Milei haber ideado una «campaña negativa» con el slogan «Kirchnerismo Nunca Más» sin exponer las bondades de la actual administración.
Ahora la estrategia bonaerense intentará redescubrir «la épica» de la campaña que depositó a Milei en la Casa Rosada y para ello se buscará darle un mayor protagonismo al locuaz economista. Habrá un «nuevo slogan» más propositivo y se lanzará un «voluntariado» para mejorar la fiscalización. Al menos en Provincia, no se dejará de lado el trabajo territorial, algo que venían pidiendo los «tuiteros» más enfocados en la campaña digital. «La estructura se mantiene pero la idea es sumar a quienes quieran colaborar y reforzar el pedido de voto», indicaron cerca del armador bonaerense.
El problema de la interna preocupa a lo más alto del Ejecutivo. Pero hoy, más allá del victoria interna de Karina, las diferencias entre ambos campamentos aparecen como irreconciliables. «Si Santiago quiere algo más que la estrategia de campaña, está equivocado», advierte un estrecho colaborador de la jefa de LLA, que reconoce que el asesor tiene además un rol preponderante en la gestión por haber colocado a funcionarios de su confianza. «Qué pasó con las privatizaciones. Eso no lo hemos podido mostrar, sólo avanzamos con (la mendocina) IMPSA», se preguntó, dejando una elíptica crítica al caputista Diego Chaher, a cargo del organismo encargado de concesionar empresas públicas.
Por la noche Milei, como siempre, se mostrará por encima de esas grietas internas en un discurso que, se espera, revalide su plan económico con un tono, eso sí, alejado de los epítetos que solía dedicar a la oposición, a los economistas y al periodismo.