«La ventaja del Gobierno es que no tiene contra quién perder». El análisis de un consultor, en clave de humor, resume bastante bien el momento político y electoral actual. Al menos el que refleja la mayoría de las encuestas. ¿Cómo sería esto? Que si bien el oficialismo y Milei vienen con algunos números en baja, incluso en intención de voto, esa caída no es capitalizada por ningún opositor.
A esta hipótesis puede sumarse el último estudio de RDT Consultores, una firma con origen en Mendoza, pionera en redes sociales y una de las que antes apostó por el fenómeno libertario. Según su último estudio, que adelanta este jueves Clarín, La Libertad Avanza cayó 4,6 puntos de cara a las legislativas el 26 de octubre, pero los K (su principal rival) siguen lejos.
La consultora que dirige la analista Martha Reale hizo un relevamiento nacional entre el 28 de julio y el 3 de agosto. Fueron 2.160 casos y los resultados se presentaron con un margen de error de +/- 2,5%.
«El presente estudio compara el arranque de 2024 (comienzo de la gestión) con agosto 2025 (inicio de campaña) para fijar una línea de base y medir tendencias: separar el efecto ‘luna de miel’ del estado actual; cuantificar cambios en clima social; verificar la evolución de imagen y aprobación presidencial y dimensionar el corrimiento entre ‘a favor’, ‘en contra'», explica de entrada el informe.
Principales conclusiones
Luego, desgrana las principales conclusiones:
«Ranking de preocupaciones ciudadanas: funciona como un termómetro preciso del ánimo social. Para contextualizar, comparamos la primera medición tras la asunción de Milei (ene ’24) con la fotografía actual (ago ’25). La evidencia central es que ‘el bolsillo manda’: lideran la pérdida de poder adquisitivo, la inflación y el empleo, junto con la inseguridad«.
«¿Qué mejoró? Sensiblemente, la percepción sobre la inflación y la corrupción; y, de manera ligera, la inseguridad. ¿Qué empeoró? El dinero que no alcanza escaló posiciones, al igual que la preocupación por el empleo».
«Situación económica personal: persiste un nivel alto de malestar, pero se observa una mejora leve en la autopercepción: crece la proporción positiva y bajan los negativos».
«Evaluación prospectiva: entre enero y agosto cae el optimismo y sube con fuerza la incertidumbre. La pregunta que gana terreno es si el plan económico terminará de funcionar; hay dudas, pero no predomina una mirada derrotista».
Aprobación de gestión, situación actual y expectativas
En base a un sondeo nacional de 2.160 casos
«Economía personal vs. programa económico: ocho de cada diez encuestados afirman que no les alcanza el dinero (78,9%), mientras que solo un 20,9% dice que sí».
«Sin embargo, existe un matiz central: el 32,5% declara que la inflación bajó, pero aun así no le alcanza; dentro de este subgrupo, el 62,5% mantiene una imagen positiva de Milei. Incluso entre quienes no perciben ninguna mejora, un 16% conserva una evaluación favorable».
Los números para la elección de octubre
Sobre el final, el estudio muestra los números electorales de cara a las legislativas. Y allí, en dos escenarios, se ve la caída del apoyo al Gobierno, pero sin que eso (al menos por ahora) lo capitalice la oposición. ¿Esa baja es la que se está reflejando en el ausentismo? Algunos analistas creen que sí, que los que no están yendo a votar son mileístas desencantados.
Primero se analiza el voto por afinidad. A nivel general, ¿usted piensa votar a favor o en contra del Gobierno?
1) A favor del Gobierno de Milei: en enero llegaba a 45,6% y en agosto bajó a 36,9% (- 8,7 puntos menos).
2) En contra del Gobierno de Milei: pasó de 36,8% a 36,5% (casi ni se movió, cayó apenas – 0,3%).
3) No sabe: estaba en 17,6% y subió a 26,6% (es decir, la pérdida de apoyo al Gobierno, en este caso, se fue a los indecisos, que crecieron 9 puntos).
Intención de voto para las legislativas de octubre
En base a un sondeo nacional de 2.160 casos
Y cuando se pregunta por espacio, se ve la caída mencionada en el título. Desde principio de año hasta ahora, la intención de voto para el La Libertad Avanza + Aliados cayó de 43% a 38,4%. Mientras que los números del Peronismo/Kirchnerismo casi no se movieron: pasaron de 26,7% a 27,1%.
En este cuadro, el descontento con el Gobierno lo capitalizó la variante «ninguno»: subió de 8,5% a 16,7%.