En medio del frío polar, el Gobierno se vio obligado a implementar una serie de cortes programados de gas a industrias y estaciones de servicio para poder garantizar el suministro a los usuarios residenciales. El sistema no aguantó el consumo récord por las bajas temperaturas, pese a que las tarifas se multiplicaron por 15 desde la llegada de Javier Milei al poder.
Según el último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-Conicet), entre diciembre de 2023 y junio de 2025 las boletas se incrementaron un 1.482%, muy por encima de la inflación del mismo período. En términos interanuales, el alza fue del 24% en junio y habría quedado por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Comenzó el operativo para restituir el gas en Mar del Plata casa por casa
Cortes de gas: las tarifas se multiplicaron por 15 en la era Milei
Pese al impacto en los bolsillos, el servicio no logró adecuarse a la demanda. Hoy en la Argentina conviven 30 precios distintos que pueden superar los 90 si se consideran las subzonas tarifarias, la tarifa social y la aplicación de la Ley de Zonas Frías. Esta dispersión agrega complejidad y hace más difícil transparentar cuánto se paga y por qué, en un contexto de fuerte recomposición tarifaria.
El informe del IIEP detalla que la factura promedio del país de junio para un usuario N1 —que corresponde a hogares de ingresos más altos— llegó a $61.220 por mes ajustada por estacionalidad. En tanto, los hogares de bajos ingresos (N2) abonaron en promedio $46.674 y los de ingresos medios (N3), $51.752.
Si bien las diferencias entre segmentos existen, en algunos casos tienden a reducirse. La factura final promedio de usuarios N2 y N3 exhibieron una diferencia de apenas $1.275. Esto ocurre porque ambos grupos comparten un cargo fijo elevado respecto del total y tienen los mismos umbrales de consumo subsidiado. La divergencia de precios se siente más durante el invierno, cuando crece el consumo, que en los meses de menor demanda.
Si se compara el peso de las tarifas sobre los ingresos, el impacto es desigual. Según el salario RIPTE estimado, el gasto en energía (luz y gas) representa el 4,7% de los ingresos de un usuario N1, el 3,4% para un N3 y el 2,9% en el caso de un N2.
Sin embargo, al tomar el ingreso mínimo de cada segmento, la carga se vuelve mucho más relevante: la factura promedio en el Área Metropolitana de Buenos Aires equivale al 1,7% de los ingresos de los hogares N1, pero sube a 4,4% en los N3 y trepa a 6,8% en los N2, es decir, en los sectores más vulnerables.
Por otra parte, el proceso de quita de subsidios también jugó un papel preponderante en la suba de las facturas. En promedio, los hogares del AMBA pagan tarifas que cubren el 54% del costo de los servicios públicos, mientras el Estado asume el 46% restante. En el caso del gas natural, el cuadro es aún más crítico: la cobertura de costos de abastecimiento indica que los usuarios sólo pagan el 43%, mientras que el 57% continúa a cargo de la administración nacional.
Cortes de gas programados por consumo récord
De acuerdo a estimaciones del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), el miércoles se registró demanda récord de gas que superó los 100 millones de metros cúbicos diarios, lo que cristaliza un incremento del 25% respecto al mismo período del año pasado. Esta dinámica se dio por las temperaturas extremas y más bajas medidas en las últimas tres décadas.
A fin de controlar la situación, el Comité de Crisis, integrado las Licenciatarias de Transporte y Distribución de Gas, el ENARGAS y la Secretaría de Energía, resolvió tomar una serie de medidas para asegurar el abastecimiento a residencias, hospitales y establecimientos educativos.
Mar del Plata sin gas: Montenegro suspendió las clases y cerró las estaciones de GNC
«Como resultado de esta situación y frente a las limitaciones operativas en la inyección de gas al sistema, las distribuidoras que operan en las regiones de Buenos Aires Norte, Centro Norte, Litoral, Norte, Noroeste, Cuyo y Sur se vieron obligadas a interrumpir el suministro a contratos en firme de GNC e industrias. En el resto del país, se restringe el corte de suministro a contratos interrumpibles y en algunos localidades a mínimos técnicos de los contratos firmes», indicaron desde Energía.
En tal sentido, las usinas oficialistas vincularon lo ocurrido con «los problemas estructurales que arrastra el sistema energético» y aprovecharon para cuestionar las políticas de los gobiernos kirchneristas. «Durante más de dos décadas, la ausencia de inversión sostenida, la falta de señales de precio y un esquema de tarifas congeladas impidieron el desarrollo de la infraestructura necesaria para dar respuesta a este tipo de situaciones críticas», denunciaron.
Sin embargo, la suba de casi 1.500% en las tarifas de gas, sumada al fuerte recorte de los subsidios económicos con el objetivo de sustentar el equilibrio fiscal, no consiguió revertir el proceso de degradación del sistema, que volvió a colapsar.
Fuentes del sector evaluaron que se necesitarían inversiones por al menos US$ 20.000 millones para robustecer el esquema y evitar los cortes. La gran apuesta es que la explotación de Vaca Muerta minimice las importaciones del fluido y, a la vez, impulse las exportaciones.
MFN / Gi