En diálogo con Canal E, el economista Eduardo Jacobs analizó los últimos datos de inflación, tanto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como los que se esperan a nivel nacional. Según el informe oficial porteño, el índice de precios de mayo fue del 1,6%, lo que representa una baja respecto al 2,3% registrado en abril. Para Jacobs, esta cifra marca un hito: “Vamos camino a romper el 2% también a nivel nacional. Es el principio del fin de una pesadilla”.
Inflación en descenso y cambio de agenda económica
Jacobs valoró el sendero descendente de la inflación como un punto de inflexión. “Estamos dejando atrás años de descontrol de cuentas públicas y desorden macroeconómico”, sostuvo. En ese sentido, consideró que si se consolida esta tendencia, el país podrá comenzar a enfocarse en la economía real: crecimiento, producción y mejora de los indicadores sociales.
El economista también señaló que esta reducción inflacionaria representa una carta fuerte del gobierno ante la sociedad y los mercados. “Más allá del traspié de marzo, la trayectoria es clara y positiva”, afirmó.
Reservas, riesgo país y reformas estructurales
Consultado sobre la falta de acumulación de reservas, Jacobs consideró que se trata de un objetivo “secundario” respecto a la lucha contra la inflación y la mejora del nivel de actividad. “En un régimen de flotación, las reservas no son determinantes”, explicó. Sin embargo, sostuvo que en el caso argentino —con su historia de defaults y desconfianza— es importante recomponerlas gradualmente para mejorar la credibilidad y bajar el riesgo país.
Al respecto, remarcó: “Países normales tienen un riesgo de 200 o 300 puntos. Nosotros arrastramos décadas de decisiones irresponsables que nos arrojaron a las llamas del infierno financiero”.
El rol de las pymes, los impuestos y la justicia
Jacobs también se refirió al entramado pyme como un actor clave en la recuperación. “Son las primeras en ponerse el casco cuando hay que salir a competir. Hoy tienen acceso a bienes de capital importados a menor precio, y eso se traduce en inversión”, señaló. Estimó que cerca del 60% de las importaciones actuales son bienes de capital, lo cual considera una señal de dinamismo.
Sobre la política fiscal, enfatizó que es posible reducir impuestos siempre y cuando se baje el gasto público y se mantenga la mejora del nivel de actividad. “Bajar impuestos no atenta contra el equilibrio fiscal si el crecimiento se sostiene”, afirmó. Y criticó la validación judicial del impuesto vial cobrado por municipios del Conurbano: “No corresponde. La justicia debería invalidarlo”.
Finalmente, instó al gobierno a avanzar en una modernización de la legislación laboral, y pidió que las provincias y municipios adopten un enfoque similar al nacional para consolidar el rumbo económico.