Un reducido grupo de violentos, que provocó desmanes en la habitual marcha de protesta de los jubilados de los miércoles, increpó al periodista Manu Jove del canal Todo Noticias. El cronista debió retirarse escoltado por agentes de la Policía Federal.
Los manifestantes rodearon al cronista sobre la avenida Entre Ríos al grito de «¡Hijo de puta, hijo de puta!». Asistido por un grupo de agentes de la PFA, lo custodiaron caminando hacia la calle Hipólito Yrigoyen, donde ya no había personas que protestaran.
Mientras lo retiraban del lugar, el periodista abría los brazos sin entender, primero, por qué razón lo increpaban y, segundo, por qué era retirado por la Policía Federal. «Quiero trabajar», repetía el periodista, habitué de la cobertura de actos e internas libertarias. Los jóvenes militantes también repudiaron al camarógrafo y aclaraban que no eran barrabravas.
La escena se registró pasada las 17.30, cuando varios de los manifestantes tiraron piedras sobre la Policía y empezó la represión.
A las 17.45 volvió a repetirse una imagen bien clásica de las últimas manifestaciones contra Milei: un grupo de manifestantes incendiaron un auto de la Policía de la Ciudad, que se fue consumiendo entre las llamas, en la zona de Avenida de Mayo y Santiago del Estero, a unas cuadras del Congreso. La mayoría de los incidentes, además de los barrabravas convocados, los llevaron adelante dirigentes de distintos grupos de izquierda.
La fuerte presencia de militantes de izquierda y también hinchadas de clubes de fútbol, en muchos casos barrabravas, en la marcha de jubilados derivó en graves incidentes, destrozos y corridas en las inmediaciones del Congreso. El pico de tensión empezó a las 16.30 con los primeros enfrentamientos.
Para las 18.30, ya había al menos 31 personas detenidas. Según confirmaron fuentes porteñas, seis personas fueron detenidas por la Policía de la Ciudad, en tanto 25 fueron aprehendidas por la Policía Federal.
A su vez, los manifestantes incendiaron un patrullero porteño y se registraron, al momento, rotura de baldosas, piedrazos y contenedores de basura prendidos fuego.
Dos agentes de la Policía Federal sufrieron heridas en los enfrentamientos con los manifestantes. Un policía fue herido en una rodilla y una mujer recibió una pedrada en el casco.
La situación se fue de control y frente a la Casa Rosada el Gobierno desplegó un inédito operativo de seguridad cuando un sector de los manifestantes de la marcha en defensa a los jubilados se apersonó, a los gritos, frente a Balcarce 50.
El procedimiento fue desplegado por Casa Militar en momentos en que el Presidente Javier Milei recibía al titular se la Side, Sergio Neiffert.
Si bien la convocatoria fue llamada para las 17, desde el mediodía comenzaron a circular por la zona de Congreso manifestantes de diferentes sectores. A la movilización también se sumaron dirigentes y militantes de izquierda y de diferentes agrupaciones del sindicalismo, como la CGT y los gremio del transporte.
El Gobierno había advertido que sería duro en las sanciones con aquellos que promuevan incidentes y dijo que va a detenerlos si violan el protocolo antipiquete.
En la tarde del martes, la ministra Bullrich fue bien explícita al difundir un comunicado desde Seguridad en el advierte por sanciones a aquellos barrabravas que concurran a la cita.
«Se recuerda que cualquier persona que incurra en conductas que afecten la seguridad, participando en actos que generen desmanes o disturbios con violencia contra las personas o los bienes, o que realice cualquier acción contraria a la ley, será identificada y detenida. Asimismo, se le aplicará la Restricción de Concurrencia Administrativa a todo evento deportivo, lo que implicará la prohibición de ingreso a los estadios de fútbol en cualquier lugar del país», informó Seguridad.