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miércoles, 12 marzo, 2025
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Las fuerzas del cielo y un Estado invisible: desaparecidos y 15 muertos

Inundacin, 15 muertes, chiquitos desaparecidos que an no logran encontrar. Las fuerzas del cielo y un Estado invisible conspiran contra las y los argentinos. Esta vez las vctimas en Baha Blanca y desastre en Tucumn. A Bullrich, no la perdonaron

La naturaleza arrecia 

Las tormentas no piden permiso. Caen con furia, sin importar horarios, gobiernos ni discursos. Pero cuando el agua baja, deja a la vista algo ms que calles anegadas y techos vencidos: expone, con la crudeza de lo irrefutable, la ausencia del Estado

Baha Blanca: el agua que arrasa y la incertidumbre que crece

El temporal en Baha Blanca no fue una simple lluvia. portada.com.ar/general/fuerte-temporal-en-bahia-blanca-deja-miles-de-evacuados-por-las-inundaciones En cuestin de horas, cayeron entre 180 y 270 milmetros de agua, segn la zona. Para dimensionarlo: 270 milmetros equivalen a 270 litros por metro cuadrado. En una cancha de ftbol, eso significa casi 18 millones de litros cayendo sin tregua, convirtiendo calles en ros y casas en trampas mortales.

El saldo es trgico. Hasta ahora, se confirmaron al menos 13 vctimas fatales, con 11 ya identificadas. Y an hay desaparecidos. Entre ellos, dos hermanas de 1 y 5 aos, arrastradas por la corriente, adentro de un vehculo, en General Cerri. Delfina y Pilar Hecker, se llaman. Sus nombres, ahora, son una splica en la boca de sus familiares, que siguen buscando entre el barro y la desesperacin .

Desamparo

Los vecinos de Baha Blanca no recuerdan un desastre as. No slo por la cantidad de agua, sino por la desproteccin. Calles enteras sin electricidad, barrios sin asistencia, familias enteras que lo perdieron todo y miran al cielo sin encontrar respuestas.

Tucumn: cuando llueve un mes en un da

En Tucumn, el escenario no fue mejor. San Miguel de Tucumn registr 130 milmetros de lluvia en menos de 24 horas. Lo que debera caer en un mes, cay en un solo da . Hubo evacuaciones, casas inundadas y rutas colapsadas. Pero no muertos. Por ahora. Porque las consecuencias de un temporal no terminan cuando el agua se retira: los que pierden sus casas, los que se quedan sin trabajo, los que ven cmo sus barrios quedan reducidos a escombros tambin son vctimas. Solo que la estadstica no los cuenta.

El agua lleg antes que el Estado

Las lluvias, como siempre, no preguntan. Pero la pregunta s es vlida: adonde est el Estado?

En Baha Blanca, la nica presencia oficial fue la de la Patricia Bullrich y el Ministro Luis Petri . Los ministros aterrizaron en la ciudad, quizs esperando una foto de gestin. Pero Bullrich se encontr con otra postal: insultos, abucheos y un escrache de vecinos que no pedan discursos sino respuestas. «Mojate como nos mojamos nosotros » ( bastante violento el episodio ) le gritaron en plena calle, entre el barro y el enojo. Para muchos, su visita fue un gesto ms de sus tpicas puestas en escena. Lleg tarde y sin soluciones, a una ciudad donde los bahienses ya haban entendido que estaban solos .

Un Estado desmantelado, una tragedia anunciada

La gestin de Javier Milei ha sido clara en su objetivo: achicar el Estado , reducir el gasto pblico, desmantelar estructuras que, segn su doctrina, entorpecen el libre mercado. Lo anunci l mismo cuando asumi, con su frase de ser el «topo que viene a destruir el Estado desde adentro». Y lo cumpli.

Pero cuando llega un temporal como este, cuando la naturaleza recuerda su poder devastador, la realidad demuestra que el Estado no es un capricho ideolgico. Es la diferencia entre la vida y la muerte, entre la contencin y el abandono. Porque no son los mercados los que rescatan nios atrapados, ni las privatizaciones las que reconstruyen barrios. La solidaridad de los vecinos es valiosa, pero insuficiente. Porque no basta con buenas intenciones cuando hay calles convertidas en ros y familias buscando a sus muertos

El Estado que ya no est

No es solo un tecnicismo econmico. Es una decisin poltica en un contexto donde el Estado, cada vez con menos recursos, deja que los ciudadanos enfrenten solos las tragedias. Porque las tormentas seguirn cayendo. Y si el Estado no est, la prxima lluvia traer lo mismo: calles inundadas, gente desesperada y un pas que sigue mirando al cielo, esperando respuestas que no llegan.

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