A pesar de las críticas constantes provenientes de sectores feministas de extrema izquierda, el Gobierno de Javier Milei logró una significativa reducción en los «femicidios» en Argentina.
Según el informe del Observatorio de las Violencias de Género Ahora Que Si Nos Ven, entre el 1 de enero y el 24 de noviembre de 2024 se registraron 227 víctimas de «femicidio», lo que representa una disminución del 17% respecto al mismo período de 2023, cuando se habían reportado 274 casos.
Este resultado refleja un avance considerable en comparación con el gobierno anterior, que, a pesar de sus políticas «feministas«, de tener un Ministerio de la Mujer y de estar repleto de funcionarios «feministas», no solo no logró reducir las crifras de «femicidios», sino que las llevó a cifras alarmantes.
| La Derecha Diario
La fuente utilizada es una «Asociación Civil cuyo objeto es relevamiento, análisis y visibilización de las violencias y desigualdades por razones de género en los distintos ámbitos de la sociedad, así como también lograr incidencia política en todos los ámbitos que supongan o reproduzcan obstáculos a la plena autonomía y derechos de las mujeres, trans, travestis, lesbianas y personas no binaries», según explica en su página web.
La reducción en la cantidad total de «femicidios» demuestra que las políticas implementadas por el Gobierno de Milei están generando un impacto positivo, a pesar de los constantes ataques de los grupos feministas y de izquierda, que lo acusan de «machista«, «patriarcal» o de querer destruir los «derechos de las mujeres«.
Esta caída en las muertes va de la mano de una reducción general en la tasa de homicidios a nivel nacional gracias a las estrategias de «tolerancia cero» adoptadas por la administración libertaria, lo que contrasta con la gestión del gobierno anterior, que no implementó medidas efectivas para combatir el crimen y los asesinatos.
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Durante el mandato de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el feminismo fue un eje central en la agenda política, y se impulsaron diversas leyes que, según ellos, buscaban proteger a las mujeres y erradicar la «violencia de género». Sin embargo, a pesar de sus promesas, los «femicidios» continuaron siendo un problema creciente.
Por el contrario, el Gobierno de Javier Milei, a pesar de las críticas a sus políticas por parte de las feministas, logró reducir las cifras de homicidios, dejando en evidencia el absoluto fracaso del feminismo argentino.
La administración libertaria centró sus esfuerzos en una mayor presencia de las fuerzas de seguridad, mejor preparadas y financiadas, junto con el fortalecimiento de la justicia penal, lo que permitió frenar la escalada de violencia.
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De esta manera, aunque no sea del agrado de las feministas, el Gobierno «machista» de Milei demostró preocuparse más por las mujeres que el gobierno «feminista y progresista» de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Este avance demuestra que las políticas de mano dura y tolerancia cero son la única manera de lograr resultados reales en la lucha contra la violencia, contrastando con el modelo feminista implementado durante el gobierno anterior, que resultó ser un fracaso.