El negacionismo en el gobierno de Javier Milei se da en muchos sentidos: ante todo y lo más grave, sobre lo ocurrido durante la última dictadura cívido-militar; pero también en cuanto a la feroz interna que sacudo a lo más alto del Poder Ejecutivo.
Por ejemplo, Guillermo Francos salió a afirmar ahora que entre el Presidente y su vice no hay una ruptura que, por cierto, se manifiesta públicamente a cada momento; en las últimas horas, con la expulsión del Senado de Edgardo Kueider, detenido por un delito in fraganti en Paraguay.
Pero que viene de lejos: Victoria Villarruel no participa desde hace meses de las reuniones de gabinete y Milei le tira dardos casi cada día; más agudos cuando son lanzados desde el entorno íntimo del jefe de Estado, como los que les lanza la diputada Lilia Lemoine, vocera oficiosa de La Libertad Avanza.
Sin embargo, para el jefe de Gabinete solo “hay diferencias” que no pasarían a mayores: “No creo que haya ruptura… Cada uno cumple un rol institucional que es importante», afirmó en declaraciones radiales.
milei villarruel.jpg
“Sé que han tenido diferencias, que las han expresado públicamente; el Presidente más que la vicepresidenta”, reconoció Francos, pero aclarando que “entre ellos tiene que haber el acuerdo que mandan las instituciones”.
“No quiero hacer un juicio de valor sobre esto: cada uno de ellos es responsable y cumple su función por la cual fue elegido», aseguró el ministro coordinador, con la finalidad de poner paños fríos a una interna libertaria que, en lo inmediato, pone en jaque la unidad oficialista, sobre todo cuando se está a las puertas de una nueva campaña electoral.
Es que Francos, como “animal político” que es, también es consciente de que una ruptura formal y concreta de Milei y Villarruel puede perjudicar al oficialismo, tanto en lo que hace a la labor parlamentaria como a las elecciones del año próximo.
Embed
Lo que se lee ahora