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lunes, 23 diciembre, 2024
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Abajo de la alfombra del veranito financiero

Hay un espejismo que amenaza con tener fecha de vencimiento. La fiesta de los mercados, alimentada por el éxito del blanqueo de capitales y la intervención oficial sobre el dólar, barre la basura abajo de la alfombra y disimula un problema central, que el propio Gobierno admite en charlas privadas: sin un acuerdo claro con el Fondo Monetario (FMI), el faltante de divisas (de los 18 mil millones del blanqueo puede utilizar un márgen ínfimo) es un problema serio para una economía que se abrió a las importaciones, con un punto que lo transforma en peligroso: según supo Página I12, en una reunión privada con empresarios de diferentes rubros, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, admitió que está en análisis no hacer el REPO (préstamo de bancos) que se iba a usar para pagarles a bonistas en enero, razón por la cual el Gobierno se vio obligado a trabajar en una operación interna con el Tesoro. Y, además, el funcionario contó que en los meses del verano las arcas del BCRA perderán a razón de 1300 millones de dólares mensuales para pagar el éxodo de turistas al exterior, producto del capricho oficial de retrasar el tipo de cambio para generar una ficción de rebaja inflacionaria. 

En el campo, los que manejan poder están que trinan. Ese dinero que se irá por el déficit turístico es casi lo mismo que el agro liquidará en las ventas del verano, financiando con sus divisas viajes baratos al exterior. Tan distorsionado está el escenario cambiario que, según estudios privados, un hotel con estadía en Barcelona o Río de Janeiro ya es mucho más barato que en Mar del Plata. De hecho, un informe de la consultora Analytica adivrtió que cuando a fin de año caiga el Impuesto País, el dólar estará a niveles de enero del 2017 o 2018, cuando el déficit de la balanza turística era de 1600 millones mensuales

Esta cuenta de gasto turístico, además, no incluye el pago de importaciones, que en la época veraniega llegarán en volúmen importante por la apertura que ordenó el Gobierno. Habrá que pagar no sólo alimentos, sino maquinarias y mucho producto textil terminado. En esta dinámica libertaria, los funcionarios tratan de calmar a los empresarios afectados por la apertura con consuelos leves. En una reunión que se dio esta semana, el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, les prometió a ceos «investigaciones anti dumping» para que no afecte el ingreso de productos chinos. Entre las industrias y los comercios ya avisan que «se viene una inundación de productos que va a matar a la fábrica nacional y al gobierno, que no tiene divisas para pagar esas importaciones». El martes, Lavigne va a la UIA. 

Los mitos del REPO y el campo

Pablo Quirno, el secretario de Finanzas, llevó la semana pasada a Washington un informe de situación de la economía argentina, en el que admitió la recesión, el problema con las divisas y el atrasdo cambiario.  Quirno está entusiasmado porque entiende que el Fondo Monetario (FMI) felicitó varias veces al Gobierno e Milei incluso en el último periplo, en el que los funcionarios nacionales aseguran no haber ido «a pedir plata». Entienden que el organismo puso el caso argentino como prioridad y que «el año próximo habrá dólares frescos». Pero el Fondo dice que si no hay devaluación, no hay dinero

Lo llamativo, en este escenario, es que también se habría caído el REPO con los bancos. «Es muy costoso, la tasa es alta y está muy por encima de la del mercado en relación al Riesgo País», comentó esta semana Bausili en una reunión cerrada. Ese préstamo, de duración tres años, que el Gobierno trabajaba en tándem con el Banco Santander, serviría para pagarles unos 5000 millones de dólares a los bonistas en concepto de pagos de capital y deuda. 

Mientras tanto, el salvavidas del Gobierno sigue siendo el agro, pero la jugada es de riesgo. Caputo salió a celebrar, este viernes, que octubre tuvo una marca récord de liquidación de divisas. Para el ministro, es porque el dólar es competitivo. La industria explica lo contrario: el tipo de cambio está atrasado al nivel de noviembre del 2023, según un informe de la cámara CIARA CEC. Y algo más: el mayor ingreso de divisas en octubre se debió a que aumentó el ritmo de venta de granos de los productores a los exportadores paara poder costear gastos de la siembre gruesa y pagar contratos de alquiler de campo, como así también los flujos de embarque. Los más pícaros, además, dicen que es un negocio para hacer carry trade agrario, bicicleta financiera made in el campo. «El Gobierno tiene pisado el dólar de manera artificial y devalúa al 2 por ciento con un IPC de 4, nos garantiza el negocio», admitió un productor importante de la Sociedad Rural ante la consulta de este diario. Para el Gobierno, en tanto, eso no parece ser nada malo. Fue Juan Pazo, el actual secretario de Industria y Agro y ex socio de Francisco De Narváez en la industria textil quien hace meses les venía recomendando a los productores liquidar para irse a tasa y luego a dólares, otra vez. 

En los Whatsapp del agro Gurú Ganadero y Gurú Agro, que reúnen a productores de la Pampa Húmeda, consultores y ex políticos, hay increíblemente pocas quejas en un escenario de no rebaja de las retenciones. Sí apareció alguna queja de cómo el campo financia la ficción cambiaria del Gobierno. El propio Bausili admitió que en enero y febrero se irán a razón de 1300 millones de dólares mensuales por turismo emisivo. En esos mismos meses, las ventas de trigo y cebada, los cultivos de verano, se calculan en unas 3 millones de toneladas que, en dinero, son unos 1500 millones de dólares. El trigo y la cebada van a pagar el turismo barato al exterior en un gobierno sin dólares. 

La cara ficción de cambiar «Mardel» por Río

En este contexto, la consultora Analytica realizó un informe sobre el impacto de la cuestión cambiaria en la balanza turística. Avisan que ya hoy se empiezan a ver luces amarillas. «El déficit entre personas que entran y salen del país por turismo creció un 44,3% en septiembre respecto a agosto descontando la estacionalidad», explica el trabajo, y aclara que «en la variación respecto a septiembre del 2023 se produjo un crecimiento de la cantidad de residentes que viajaron al exterior del 40,3%, la variación más alta en lo que va del año». 

La contracara es que Argentina es cara. Precisa Analytica que «en el turismo receptivo la caída interanual es del 27,3% y se mantuvo sin cambios respecto a agosto. La explicación radica principalmente en la acelerada apreciación cambiaria: desde de la devaluación del 13 de diciembre la caída del tipo de cambio multilateral fue del 49%, llegando al mismo nivel de noviembre del año pasado, mientras que el tipo de cambio bilateral con Brasil ya se encuentra en niveles similares a los de noviembre del 2015». 

Aquí aparece, en el trabajo, uno de los datos fuertes, que el Gobierno disimula en el medio de la fiesta de los mercados. Todo ese atraso redundó, según Analytica, en que se «encarecieron los costos de las estadías en hoteles dentro del país». La mediana de una estadía en la segunda quincena de enero para 2 adultos con desayuno incluido en un hotel 3 estrellas se encuentra en Bariloche en U$S143 y en Mar del Plata en U$S150, mientras que en Río de Janeiro U$S73 y en Barcelona U$S132.

Por todo esto, la consultora que dirige Ricardo Delgado advierte que «con la continuidad del crawling-peg al 2%, la eliminación del impuesto País en enero llevaría al tipo de cambio turista a valores por debajo del tipo de cambio de enero de 2017 y 2018, donde el déficit por viajes en la cuenta cambiaria, a dólares de hoy, superó los U$S1.600 millones en ambos meses». 

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