Una familia de cuatro personas- dos adultos y dos niños- tuvo que pagar en septiembre 81.099 pesos para contar con conectividad en el hogar y en los celulares de sus integrantes. Esta cifra aumentó un 29,6 por ciento desde el mes anterior y representa un 30,9 por ciento del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM). En Argentina, la importancia de la conectividad como derecho esencial es reconocida desde 2014 y sus precios se regulaban con el Decreto 690/2020 que fue derogado con el cambio de gobierno,
«En un contexto de competencia oligopólica en donde tres jugadores concentran casi la totalidad de los diferentes mercados de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), acceder a internet para una familia tipo aumentó más del 31 por ciento entre agosto y septiembre», asegura el Centro de Estudios de Prospectiva y Coyuntura, que elaboró el primer Índice de Acceso a la Conectividad (IAC), que mide el valor de internet para un hogar de 4 integrantes, con un plan 100 megas, y 3 planes de internet para teléfono de 3GB.
«Hoy en día, tener acceso a internet implica acceder a múltiples ecosistemas, desde búsquedas de empleo y acceso a la oferta educativa en sus múltiples niveles, pasando por el uso de plataformas o el acceso a contenidos culturales, la socialización y el encuentro, entre muchas otras cosas, que se han vuelto vitales para que las personas pueden desarrollarse profesionalmente o disfrutar de momentos de ocio”, aseguró Facundo Juarez Ritterband, sociólogo, magister en políticas públicas e integrante del CEPyCo durante la presentación del indicador, y agregó que «la creación de un índice que mida el precio de los servicios de telefonía e internet a lo largo del tiempo es una iniciativa indispensable para el diseño de políticas públicas, para conocer la incidencia de este tipo de servicios en relación a los ingresos de la gente, sobre todo en un contexto donde la sociedad argentina ha visto licuado su poder adquisitivo».
Septiembre recargado
De acuerdo al CEPyCo, el aumento del índice fue mayor en septiembre: se detectó una variación del 29,6 por ciento para el hogar compuesto por una persona y del 31 por ciento para el caso de una familia tipo. En agosto el guarismo se había ubicado apenas por encima del 17 por ciento para un hogar unipersonal y del 15,3 por ciento para una familia tipo durante el mismo período. Por su parte,
En septiembre el acceso a la conectividad para una persona representó 42.972 pesos, significando un 16,4 por ciento del SMVM. Para el caso del RIPTE, el valor del acceso a la conectividad representó el 8,7 por ciento para una familia de cuatro integrantes (que destina 81.099 pesos para estos servicios) y el 4,6 por ciento para los hogares unipersonales.
Para agosto el Índice representó 61.919 pesos para el conjunto familiar y 33.143 pesos para un hogar unipersonal, siendo el 23,6 por ciento y el 12,6 por ciento del salario mínimo vital y móvil (SMVM) y el 6,6 por ciento y el 3,6 por ciento del salario promedio (RIPTE) estipulado en 933.179,85 pesos según el último dato disponible correspondiente al mes de junio.
Derecho esencial
En Argentina, la importancia de la conectividad como derecho esencial es reconocida desde 2014, cuando se sancionó la Ley 27.078, conocida como la «Ley Argentina Digital», que estableció el marco regulatorio para las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), con el objetivo de promover la competencia, la inversión y el acceso universal a estos servicios. La pandemia acentuó la necesidad de fortalecer este marco, lo que llevó a la sanción del Decreto 690/2020, por el cual se declaró a internet, la telefonía móvil y la televisión por cable como servicios públicos esenciales y estratégicos en competencia. Sin embargo, con el cambio de gobierno, en un contexto de liberación de precios y desregulación de la economía, fue derogado.
Sumado a esto, el mercado de las TIC en Argentina se encuentra en una situación de competencia oligopólica en donde tres jugadores concentran casi la totalidad de los diferentes mercados de las TIC. Asimismo la cantidad de proveedores minoristas se concentran en los grandes conglomerados y las zonas rurales quedan sin cobertura o bien con poca estabilidad.
El aumento del IAC para ambas canastas (individual y familiar) presenta un incremento en el costo de acceso a los servicios de conectividad, dando cuenta de una posible una disminución en la accesibilidad económica a la conectividad.