En la previa del partido entre Uruguay y Paraguay por Eliminatorias, el estadio Centenario se aunó en un silencio sepulcral en memoria del fallecimiento de Juan Izquierdo, jugador de Nacional. Además, todos los jugadores dirigidos por Marcelo Bielsa se colocaron un brazalete negro mostrando su dolor por esta pérdida tan significativa.
El Centenario recuerda a Juan Izquierdo.Tenía 27 años, una larga historia en el fútbol y muchos proyectos. Se desvaneció mientras estaba jugando para Nacional un partido de Libertadores ante San Pablo. Sufrió una arritmia que derivó en un paro cardíaco. Fue trasladado al Hospital Albert Einstein, donde pasó los últimos días, acompañado por su familia y muchísimos allegados del fútbol. Dolor absoluto. El mundo de deporte llora su pérdida.
El «cuadro neurológico crítico» que le diagnosticaron en las primeras horas se fue agravando, con una progresión en la afectación cerebral y aumento de la presión intracraneal. Horas antes ya se había anticipado una situación irreversible. Un panorama desesperante.
Juan Izquierdo tenía 27 años.La estremecedora revelación que hizo la mamá de Juan Izquierdo a una semana de su muerte
A una semana de su muerte, la mamá de Juan Izquierdo reveló detalles estremecedores sobre el fallecimiento del ex defensor, con revelaciones fuertes, como que se sabía desde 60 horas antes que Juan iba a morir porque había muerte cerebral.
«Nos dijeron que se había agarrado un virus que le había inflamado el corazón. Con el alto impacto de jugar un partido, la tensión y todo eso, se desencadenó una arritmia», aseguró Sandra Viana en diálogo con Globoesporte. Acto seguido, recordó: «Lo único que decía era que tenía los ganglios inflamados. Eso fue lo único de lo que él se quejó en estos días, pero no tenía fiebre».
Siguiendo la misma línea, reconoció: «Cuando llegó al hospital llegó clínicamente muerto, estaba muerto cuando llegó. Ahí le hicieron reanimación y no volvió ese día, estuvieron de 19 a 20 minutos reanimándolo».
“Eso fue lo que le produjo la inflamación en el cerebro porque estuvo mucho tiempo el cerebro sin recibir sangre», agregó en diálogo con un medio de Montevideo.
“Lo único que pregunté, porque viste todo lo que pasó en la tele, y ese nerviosismo de estar tan lejos y no saber qué pasa, vi lo que se vio en la tele… Lo único que pregunté es si en algún momento él había reconocido a alguien. Me dijeron que había querido abrir los ojos y había querido hablar, y ahí se volvió a dormir. Cuando hablé con Marcos, el neurólogo que lo atendió allá, él no supo de cuántos minutos había venido, si había venido en paro de la ambulancia. Porque cuando llegó ahí ya llegó sin vida, él me dijo así: ‘Llegó muerto acá’”, comentó.