Las habas verdes son un alimento usual en la cocina latinoamericana, además son conocidas por sus nutrimentos como la fibra, ácido fólico, hidratos de carbono complejos, proteínas, provitamina A, entre otros, como explica Mapfre España.
Hay mucha gente que no sabe que hay una variedad de haba menos utilizada que puede ayudar a la digestión. Se trata del haba de San Ignacio. ¿De qué se trata?
Esta haba recibe su nombre, de acuerdo a un artículo del blog español Epónimos Científicos de la Universidad CEU Cardenal Herrera, después de que en Europa se propagara el uso medicinal de esta haba de aspecto café y sabor amargo y terroso. Propiedades que empataban con las actividades de jesuitas devotos un santo del canon católico con el mismo nombre.
Este uso se extendió a Filipinas y Sudamérica. En México también, pero no hay información suficiente sobre su uso coloquial o medicinal reciente. De acuerdo con un artículo de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, el haba de San Ignacio, también conocida como habilla viene de un “árbol grande de 15 metros de altura, con espinas en el tronco y un jugo lechoso característico. Las hojas tienen forma de huevo, y son de color verde amarillento en ambas caras y bordes aserrados. Las flores se agrupan en espigas. Los frutos son como una corona comprimida que se abre en muchos gajos”.
Propiedades del haba de San Ignacio
La misma biblioteca digital asegura que sus usos medicinales son principalmente digestivos, por ejemplo, en Oaxaca se utiliza para el dolor de estómago; mientras que en Yucatán se utiliza para tratar la bilis. En Michoacán se usa como laxante y purgante, así como en Veracruz y Morelos.
De acuerdo con el artículo, las habas de San Ignacio se consumen a través de una cocción para tratar el dolor de estómago o mascadas para el estreñimiento. Además, asegura que en Nayarit, los coras les suelen rezar antes de usarlas.
Tradicionalmente, puede usarse para evitar retrasos en la menstruación y como “estimulante cardiaco, analgésico, desinfectante, abortivo y remedio para el alcoholismo”, según informa este artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La respuesta es sí. Pese a que hay registros del uso tradicional como medicamento, también hay estudios que sugieren que si te excedes de la dosis, el haba de San Ignacio puede provocar una intoxicación severa, pues contiene una fitotoxina, un principio cártico y emético que producen daños cutáneos, gastroenteritis, vómitos, diarreas, temblores musculares y hasta la muerte. Por eso, recomendamos ir con un profesional de la salud antes de seguir tratamientos no aceptados que puedan poner en riesgo tu integridad física.
El Universal (México)