La joven estudiante de 21 años debería haber arrancado a cursar en la Facultad de Arquitectura. Néstor Soto, el principal sospechoso por el femicidio, todavía sigue detenido en el penal de Bouwer.
Este lunes se retomaron las clases en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (Faud) de la Universidad Nacional de Córdoba, donde Catalina Gutiérrez (21) estudiaba arquitectura antes de ser asesinada por su amigo Néstor Soto (21).
Cuando las aulas de la Faud volvieron a llenarse de estudiantes había una silla vacía que solía ocupar la joven influencer. Es por eso que sus compañeros decidieron homenajearla con flores violetas y un cartel que rezaba: “Acá debería estar Cata”.
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La imagen fue difundida a Instagram por su hermana Lucía, quien antes también posteó una foto junto a la joven en la playa. “Justicia por vos Catu. Todos los días en mí”, escribió.
Además de la silla simbólica, en la facultad repartieron lazos violetas en pedido de justicia. De acuerdo a lo que publicó Franja Morada -el centro de estudiantes de la institución-, la iniciativa fue impulsada por amigas y compañeras de la carrera de Catalina. “Parece un detalle simbólico, pero realmente sumamente necesario”, indicaron.
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Así fue el femicidio de Catalina Gutiérrez
La joven de 21 años vivía con su familia en el barrio Inaudi de la capital provincial. El miércoles 17 de julio por la noche, cerca de las 21, salió de su casa y poco después dejó de contestar los mensajes.
Los investigadores creen que alrededor de las 21.30 llegó al departamento de Néstor Soto en la calle Podestá Costa para buscarlo en el Renault Clio e ir a la juntada con sus amigos de la facultad en el shopping Patio Olmos.
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En la casa del ahora acusado se habría producido una pelea entre ambos y un posterior forcejeo, que terminó con Catalina golpeada y estrangulada. Cerca de las 22.20, otro video al que accedió El Doce registró el paso del Clio por avenida Valparaíso, en el cruce con calle José Guardado. Según los investigadores, en ese momento el asesino llevaba a Catalina inconsciente o posiblemente muerta.
Soto abandonó el vehículo en la calle Pedro Echagüe del barrio Ampliación Kennedy, donde intentó prenderlo fuego para eliminar todo tipo de evidencia. Durante la madrugada, familiares y amigos de Catalina llegaron a ese lugar gracias al rastreo del celular de la chica y la encontraron muerta en el asiento trasero.