Milei vs. Tapia y la guerra por las SAD: un cambio de paradigma en el fútbol con una promesa de tres mil millones de dólares

La irrupción de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino es un tema que genera rispideces en la AFA. Mientras algunos dirigentes están de acuerdo, pero son incapaces de decirlo públicamente, para otros es una afrenta a la identidad que prima en los clubes de nuestro país, empujados por el espíritu amateur de los hinchas. Y sus propios intereses, claro. Al Gobierno no le preocupa herir las susceptibilidades de los fanáticos de la pelota. Está dispuesto a cumplir con el plan que quedó trunco durante el mandato de Mauricio Macri y retomó Javier Milei con el impulso del cambio.

En ese sentido, la resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ) es un paso hacia adelante y fue una señal inequívoca de que el fútbol tendrá que aggionarse a la flamante legislación. A partir de la modificación de dos artículos de la Ley 19.550, habrá un nuevo marco normativo para el registro de las sociedades y entidades civiles. Y generó un nuevo capítulo de la guerra entre el Presidente de la Nación y Claudio Tapia, mandamás de la AFA.

“Atento a lo dispuesto en los artículos 346 y 347 del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 70/2023, que modificó el texto de los artículos 30 y 77 de la Ley Nº 19.550 y sus modificatorias, debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en sociedades anónimas; así como simplificarse la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para el desarrollo de su actividad en la República Argentina”, reza el escrito firmado por Roque Daniel Vitolo, titular de la IGJ, hombre de confianza del ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona.

El propio funcionario se refirió a la cuestión en su cuenta de X y el mismo procedimiento utilizó Daniel Scioli, secretario de Turismo y Deportes, uno de los escuderos de Milei para la introducción de las SAD. El primer mandatario se había referido al tema este fin de semana, cuando publicó un gráfico con la formación de la Selección Argentina y recalcó que todos sus titulares juegan en equipos sostenidos por capitales privados.

Un rato después de la notificación de la IGJ, empezó a circular un WhatsApp entre los dirigentes, quienes jugaron en la campaña presidencial a favor de Sergio Massa, el candidato kirchnerista que terminó perdiendo en el balotaje del 19 de noviembre.

“Hoy salió por Boletín Oficial el DNU de las SAD. ¿Cuál sería la necesidad y la urgencia de instalar este sistema de administración privada en el futbol argentino? La idiosincrasia argentina permite desde sus inicios que nuestros clubes, o sea nuestros dirigentes, tengan un rol social protagónico en nuestra patria, actuando como primer resorte de contención junto a los hogares, escuelas e iglesias”, indicaba el mensaje.

Y seguía: “Hay una entrevista a Daniel Castellani en Polonia preguntándole cómo hacíamos en Argentina para sacar deportistas con la mitad del presupuesto polaco. Los invito a que la busquen. Es hora de estar codo a codo, espalda con espalda. Nuestra idiosincrasia, nuestros clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro. Los clubes argentinos son de los socios. No de unos pocos buitres que vienen hacer negocios espurios en nuestro fútbol. A la vista está que con, excelente gestión y todos los logros de nuestra Selección, nos marca que éste es el camino correcto. Fuerzas compañeros y a resistir”.

Su administrador, que no es otro que Pablo Toviggino, se expresó en redes sociales, el método que utiliza el secretario ejecutivo de la AFA. El sábado ya le había apuntado a Luis Caputo, ministro de Economía. Y ayer disparó: “¿Seguimos de Titulares Falsos? ¿Por qué no informan el fracaso mundial que significa para las entidades deportivas? Viven una fantasía constante. No hay dólares en las SAD, solo pobreza y miseria. Hoy nada pasó. Nada cambió. AFA sostiene su Estatuto que impide las SAD. La medida de la Judicial Federal está vigente. La AFA es de los clubes. ¡Disfrutemos el Bicampeonato de América! En fin…”.

Toviggino omitió una realidad que no puede maquillar en la Justicia. El DNU está vigente y por encima de cualquier Ley o Estatuto, entre ellos el de la propia AFA. Gracias a una triquiñuela legal, ejecutada a través de la Liga de Salto, intentó desacreditar los artículos 335 y 345 del decreto. El Gobierno presentó un amparo y la Cámara Federal de San Martín no le dio lugar. Definirá la Corte Suprema. No obstante, no impedirá que el decreto siga su curso en otras ligas, incluso en Primera División.

Federico Sturzenegger, nuevo ministro de Transformación y Desregulación, ya tiene en su poder la reglamentación que elaboró un equipo de abogados (ver recuadro). La idea es darle un marco jurídico que proteja los intereses de los clubes y los inversores. Según el cálculo que hace Milei, podrían ingresar 3 mil millones de dólares. Hay once empresas decididas a desembarcar en la Argentina con billetes frescos. Y ya hubo algunos dirigentes que se acercaron hasta las oficinas de Guillermo Tofoni, el empresario del fútbol que asesora al Gobierno, con consultas sobre un posible escenario privatizador.

“El Chiqui Tapia se opone a las SAD porque hay curro, estafa y corrupción. Todo aquello que esté enclaustrado en dos, tres o cinco personas tiene que ver con eso. La libertad del fútbol es que el club sea realmente de los socios. Vamos hacia un camino virtuoso”, le dijo Juliana Santillán a Clarín. La diputada marplatense es el nexo del fútbol en el Congreso.

Desde la vocería presidencial, Manuel Adorni se refirió al tema en la conferencia de prensa que suele brindar cada mañana en la Casa Rosada. «Siempre es bueno recordar que es una opción, no una obligación. Por lo tanto, los clubes que deseen efectivamente transformarse en Sociedades Anónimas Deportivas para la posible incorporación de capitales privados, es una posibilidad más de libertad para los clubes. No entendemos ni la queja ni la sorpresa ni las declaraciones de varios referentes, funcionarios de la AFA, incluso periodistas, que se han manifestado en contra, cuando solamente es una opción».

Y enfatizó: «Sería bueno que simplemente tengan la capacidad de elegir y en tal caso manejarse como se vienen manejando. Y si es el deseo de sus socios, así lo celebramos. Y si la decisión de los socios es transformar las asociaciones en sociedades anónimas, que así sea. Incluso la AFA se nutre para sus selecciones de jugadores que pertenecen a otras SAD, así que evidentemente tienen una foto donde se relaciona directamente la excelencia con la intervención de capitales privados».

En tanto, uno de los gremios de los árbitros se manifestó a favor de la SAD a través de una Asamblea Naciona. El SADRA, conducido por Guillermo Marconi, apoya a Milei en su enfrentamiento con la AFA, a la que acaban de ganarle un juicio por discriminación laboral que le representará un costo millonario en sus finanzas.

¿Podría haber un cisma en Viamonte por miradas como la de Andrés Fassi (Talleres) o Juan Sebastián Verón (Estudiantes), quienes se manifestaron a favor de los capitales privados? ¿Es posible el nacimiento de una AFA paralela con SAD? Y en ese caso, ¿qué postura tomaría FIFA, reticente a la intervención del Estado en el fútbol? Preguntas que solo en un futuro no muy lejano se podrán responder.

El bluff de Cuneo Libarona

El artículo 3 del Estatuto de Racing redactado por Mariano Cúneo Libarona en 2019.

Este martes, para justificar la voluntad del gobierno de Javier MIlei, dio ejemplos equivocados de clubes europeos que son sociedades anónimas. Mencionó a Real Madrid y Barcelona. Los dos grandes, junto a al Athletic Bilbao, son los únicos tres clubes que no están en manos privadas.

También se refirió al Bayern Munich en el que sólo el 25% es sostenido por capitales privados. El ministro acertó con el París Saint Germain, que es propiedad de Qatar Sport Investiment. “En el mundo, todos los clubes son sociedades con capitales privados. Y fíjense los casos que me vinieron recién a la cabeza” dijo y enumeró a los clubes y sus sponsors, como si éstos también fueran propietarios.