Ciudad Oculta es uno de los asentamientos más grandes de la Ciudad de Buenos Aires. Y como todo barrio, está plagado de canchitas de fútbol. En ese popular recóndito de Lugano dio sus pasos iniciales, pateó las primeras pelotas y creció David Martínez, el defensor de River que se irá a jugar al Inter Miami de Estados Unidos, donde será compañero de Lionel Messi.
La de Martínez es una de esas tantas historias de superación que tiene el fútbol. Cuando parecía que estaba todo perdido y los obstáculos se interponían, la tenacidad volvió a aparecer y la oportunidad llegó.
Sin lugar en el plantel que conduce Martín Demichelis y luego de que se le cayera la chance de ir a Pumas de México, ahora vestirá la camiseta rosa que usan todos los chicos por Messi y compartirá cancha no solo con el crack argentino (cuando se recupere de la lesión en su tobillo derecho, la cual sufrió en la final con Colombia en el Hard Rock Stadium de Miami, donde Argentina volvió a consagrarse campeón de América), sino también con el uruguayo Luis Suárez y los españoles Sergio Busquets y Jordi Alba. Se va a préstamo por un año con una opción de compra de 3 millones de dólares.
La llegada de Martínez al Inter Miami se da porque ya desde hace un tiempo Gerardo Martino estaba buscando un marcador central zurdo. Y tenía buenas referencias del defensor de River. No solo por la ligazón que aún mantiene el Tata con el fútbol argentino, sino también con el paraguayo. Cabe recordar que fue entrenador mucho tiempo de la Selección de Paraguay. Y Martínez, al tener doble nacionalidad, integra desde hace 3 años la Albirroja. A su vez, los contactos del representante Renato Corsi en Miami también influyeron.
Los sueños de Martínez en River se vieron truncados de nuevo. Esta vez por las lesiones, que le fueron sacando continuidad. A principios del año pasado se había operado de una tendinitis en su rodilla derecha, lo que nunca le permitió volver a ser el jugador titular del equipo de Marcelo Gallardo en el 2021 que fue campeón de la Liga Profesional, por el que River rechazó una oferta del Palmeiras de 9 millones de dólares.
En el primer semestre de este 2024 apenas sumó 182 minutos en cancha distribuidos en cinco partidos (solo fue titular contra Excursionistas y Temperley, por la Copa Argentina). Quedó relegado por Demichelis, quien puso por delante suyo hasta al juvenil Daniel Zabala y salió a buscar nuevos marcadores centrales. Ya llegó Federico Gattoni, y en River esperan a Valentín Gómez y todavía sueñan con el regreso de Germán Pezzella.
La otra vez que Martínez había tenido que irse de River fue cuando en el plantel de Gallardo no tenía lugar y salió a buscar minutos en otro club. En ese momento se fue a Defensa y Justicia, donde tuvo un gran desempeño.
Martínez sabe bien cómo es la vida en River, porque está en el club desde Infantiles. De la época en que se tomaba el colectivo 28 y al volver al barrio no le creían que jugaba en el club de Núñez. “A mis viejos le decían que no, que cómo podía ser que jugara en River, pero nosotros somos una familia humilde a la que nunca le importó lo que dijeran los de afuera. Después se fue dando todo”, confesó alguna vez en una entrevista.
En esa misma nota, Martínez reflejó lo que vivía a diario: “No sé si fue una etapa dura, porque no viví cosas graves, pero tampoco fue fácil. Miro para atrás y digo: viví 15 años en una villa, en momentos donde no tenía nada, y hoy tengo otras condiciones. Ese paso fue muy importante y lo tengo muy presente por la fuerza que le metieron mis viejos. Para ir a entrenar me levantaba a eso de las cinco de la mañana para poder llegar temprano al Monumental. Primero me acompañaban mis viejos y después empecé a ir solo. Desde Ciudad Oculta al club tenía una hora de viaje en el 28”.
Y agregó: “Conocí mucha gente y muchos amigos que, aunque tenían un apoyo familiar, tomaron el camino equivocado. Yo por suerte tomé el correcto y nunca estuve cerca de perderme por cómo me criaron y por lo que yo quería. Pero si te lo ponés a pensar, tampoco estaba tan lejos: tenía amigos que robaban o se drogaban al lado mío y a mí jamás se me cruzó por la cabeza. Y se lo debo a la familia impecable que tengo».
Martínez no olvida ni reniega de su pasado. Y después de las pálidas por las lesiones, ahora tiene otra oportunidad en su carrera. En Miami y al lado de Messi.