Emiliano Dibu Martínez es un ganador nato. Ya no quedan dudas. Lo es durante los 90 minutos -lleva ocho vallas invictas en la actual campaña de la Premier League-. En los alargues -pregúntenle, por si necesitan referencias, a Randal Kolo Muani-. Y, obviamente, en los penales. Para una nueva muestra vale recordar lo que hizo este jueves con Aston Villa en la visita al hostil Lille, cuyos hinchas lo declararon persona no grata y lo abuchearon durante toda la noche. El marplatense, agrandado por el destrato, fue otra clave desde los doce pasos. Tras el 3-3 en el global, tiempo extra como visitante incluido, atajó dos penales para que el equipo de Birmingham avanzara a las semifinales de la Conference League.
No queda otra que concluir que Dibu es un experto en penales. Ganó las últimas cinco tandas que protagonizo, con ocho remates atajados y dos rivales que desviaron sus ejecuciones. La racha comenzó en la definición de la Community Shield 2020, cuando festejó con Arsenal ante Liverpool. Luego siguió la semifinal de la Copa América en 2021 – Davinson Sánchez, Yerry Mina y Edwin Cardona fueron sus víctimas-. Volvería a ser fundamental para la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022: primero contra Países Bajos -lo sufrieron Virgil van Dijk y Steven Berghuis- y luego en la final contra Francia -le detuvo el disparo a Kingsley Coman y provocó, con sus jueguitos mentales, que Aurélien Tchouaméni errara su remate-. La historia se repitió el jueves cuando le ganó el duelo a Nabil Bentaleb y Benjamin André y dejó un tendal de enojados e indignados en el norte de las Galias.
¿Cuál es el secreto de Dibu Martínez? Además de sus reflejos y la potencia de las piernas y de sus brazos, el marplatense sigue haciendo de las suyas con los juegos mentales más allá de los límites que le impuso la International Board para evitar esos excesos. Sin embargo, en Lille, antes de que le sacaran la segunda amarilla de la noche -que no devino en expulsión pero que lo dejará al margen de la ida de las semifinales contra Olympiakos-, el argentino jugó al límite. Y lo refleja un análisis publicado en la red social X por @afcjames, un psicólogo deportivo inglés y fanático del Arsenal, que se autopercibe como «nerd» de los penales.
En el primer penal, después de un pique llamativo dentro del área grande, toma la pelota y también el total control de la situación para primerear y frustrar a Bentaleb, quien también corre pero llega a tarde y debe esperar que Dibu le dé el balón.
En ese momento el árbitro eslovaco Ivan Kruzliak empieza a hablar con el arquero y lo advierte por su conducta, mientras tanto se enfría la definición y el pateador espera para que se reanude el juego. Finalmente ejecuta y Martínez se queda con el duelo. La decepción fue total para el jugador del Lille, quien enfurecido patea la pelota a la tribuna.
El tiempo de respuesta del ejecutor también es clave. Luego de las acciones del arquero campeón del mundo, Bentaleb patea no bien suena el silbato. Lo mismo pasa en el caso de André con el último remate. No tomarse el tiempo para serenarse y pensar qué hacer beneficia al juego del Dibu.
En el caso del Aston Villa, en el último penal Douglas Luiz se toma aproximadamente ocho segundos para ejecutar después de la orden del árbitro. Él convertiría su remate, el jugador del Lille no y el Dibu, bailecito mediante, fue otra vez héroe en los penales.
Antecedentes de los juegos mentales del Dibu
No es la primera vez que el Dibu recurre a juegos mentales para «molestar» a los rivales. La primera vez que el mundo lo vio hacer de las suyas fue con Colombia en 2021, donde al no haber público, se escuchó cada palabra que le decía a los Cafeteros.
«Mira que te como hermano» o «lo siento, pero te como» fueron las frases que retumbaron en Brasilia. Poco más de un año después, pero en el mundial recurrió a lo mismo con Países Bajos, tirándoles la pelota lejos o acercándose para hablarles y ponerles los pelos de punta a Van Dijk y Berghuis.
En la final con Francia luego de un 3 a 3 electrizante y una atajada sobre el final a Kolo Muani en el minuto 120, otra vez fue clave para que Argentina gane su tercera estrella. Una vez indicado donde se iba a patear el arquero del Aston Villa fue a su lugar totalmente concentrado en su objetivo.
Lo primero que hizo en esa tanda fue darle la mano al arquero rival y luego a Kylian Mbappé, va a la línea y le dice al arbitro que revise la posición de la pelota. El 10 de Francia convertiría. En el segundo penal haría lo mismo con Coman, a quién le ataja el penal y se lo festeja en la cara como símbolo de dominación y confianza.
Llegaría el turno de Tchouaméni. Al verlo llegar al jugador del Real Madrid, Dibu toma la pelota y rápidamente les pide a los hinchas argentinos que empiecen a alentar. En lugar de darle el balón al pateador, se lo arrojó lejos para que lo fuera a buscar y así desconcentrarlo.
Para el cuarto penal sería el turno de Kolo Muani, al principio el 1 de Argentina hablaría con el staff como indicando un movimiento hacia su izquierda y después comienza a decirle al francés que lo había visto y luego se ganaría la tarjeta amarilla. En esta oportunidad el rival marcaría, luego haría lo mismo Montiel y Argentina gritó campeón.
Dibu Martínez se pierde la ida contra Olympiakos
Tras la clasificación a las semifinales de la Conference League, Aston Villa enfrentará este domingo a Bournemouth, por la fecha 34 de la Premier League. El equipo de Unai Emery marcha cuarto en la tabla y busca llegar a la próxima Champions League. Por ahora lo consigue, con tres puntos de ventaja sobre Tottenham, que el martes se las verá con Manchester City.
La mala para Dibu Martínez será que se perderá la idea de la semifinal contra Olympiakos. Es que esa amarilla que no le costó la expulsión le terminó saliendo cara al marplatense. ¿El motivo? El reglamento del torneo explica que un jugador deberá purgar una fecha de suspensión si recibe «tres amonestaciones que no derivaron en una tarjeta roja». Como ya había sido amonestado en el partido de ida, las dos amarillas lo terminarán dejando afuera del siguiente compromiso copero.
La primera semifinal se disputará el jueves 2 de mayo en Birmingham y Emery no tendrá otra que poner en cancha al sueco Robin Olsen, de irregular prestación cada vez que Martínez fue baja. La vuelta tendrá lugar una semana después, el 9, en El Pireo, Grecia, ya con el argentino en el arco.