Si bien existe un nutrido debate acerca de los orígenes de Twitter, ya que su dominio fue registrado en el año 2000, se suele señalar al 2006 como su primer año oficial. Desde el primer momento, el microblogging se convertiría en una de las modalidades de comunicación predilectas de una multitud de usuarios en el mundo, movimiento al que se sumaron artistas, celebridades y políticos, gracias al potencial (todavía vigente) de enviar mensajes de tan solo 140 caracteres.
«Solo estoy configurando mi Twitter», anunció Jack Dorsey, cofundador de Twitter, el 21 de marzo de 2006, un posteo «histórico» que para muchos significó nada menos que la partida de nacimiento de la red.
Desde entonces, Twitter cautivó a todo tipo de cibernautas en el mundo, desde los usuarios comunes hasta las más destacadas figuras públicas, que encontraron un valioso espacio para la expresión de un sinfín de comentarios, tendencias, ideas, likes y opiniones.
En los últimos años, varios dirigentes políticos e instituciones optaron por difundir sus mensajes «oficiales» a través de esta red, ahora llamada X, que también ofreció un escenario privilegiado para interactuar con las llamadas comunidades de seguidores (sin excluir, por supuesto, a posibles detractores).
De Twitter a X
En 2007, Twitter ganó el premio web South by Southwest en la categoría «blog», y dejó de pertenecer a la compañía Obvious Corporation para comenzar su carrera independiente. Fue en 2008 cuando Jack Dorsey asumió la presidencia de la firma, que hasta ese momento tenía una exigua plantilla de empleados. Para 2009, la red social ya contaba con versiones en español, francés, italiano y alemán.
En 2010, Twitter lanzó el servicio de tweets promocionados, que le ayudaría a consolidarse a nivel financiero como una de las redes sociales más poderosas del mercado. En 2015, la empresa adoptó una nueva postura y anunció el comienzo de la aplicación Periscope, que permite transmitir eventos en vivo y en tiempo real, en pos de competir con Facebook Live.
En 2022, Elon Musk compró Twitter por un total de de US$ 43.394 millones y un año más tarde anunció la renovación total de la compañía, que pasó a llamarse «X». Desde entonces, el magnate ensayó con nuevos métodos de suscripción que le valieron agudas críticas por parte de los históricos usuarios y fanáticos que acompañaron la red social desde sus inicios.
CA/ED