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miércoles, 6 noviembre, 2024
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Ciudadanía italiana: ponen una barrera digital contra la mafia de gestores que venden turnos

«La crisis económica de Argentina hace que los jóvenes se quieran ir. Y vuelve el tema de la ciudadanía italiana. Se intensificó este año, y bastante más estos últimos meses. La demanda en los consulados es impresionante y los gestores se aprovechan de la desesperación y venden los turnos. Ya no les va a ser tan fácil«, cuenta a Clarín Franco Tirelli.

Que él lo diga reviste de datos lo que hasta ahora sólo se percibía como clima social pro emigración. Uno desesperanzado, cíclico («como pasó en 2001») y deseoso del passaporto rosso.

Tirelli, que es italo rosarino, asumió hace un año como diputado de la República Italiana en la circunscripción sudamericana. Para toda Sudamérica hay dos diputados y un senador por Italia. Él fue el más votado, seguido por su par brasileño.

Vive 15 días en Italia y 15 días en Santa Fe, desde donde habla con este diario de las nuevas medidas que acaba de tomar ese país para resolver lo tortuoso que es tramitar acá la ciudadanía italiana.

Italia puso una barrera digital para evitar que gestores puedan sacar turnos online para después venderlos. Un negocio que va de los 400 dólares a los 1.500 euros por cada cita consular.

Franco Tirelli, el diputado italo rosarino del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE). Presentó un pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y hubo respuestas.Franco Tirelli, el diputado italo rosarino del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE). Presentó un pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y hubo respuestas.Esta traba de seguridad, con el paso de los días, blindaría el Prenot@mi, el sistema para sacar los turnos.

Además, se marcó a Argentina como país prioritario para que arriben más empleados consulares, y se agilice la cola para que los descendientes de italianos puedan tramitarla.

Esto pasó porque Mario Borghese, italo cordobés y senador de la República Italiana, presentó junto a Tirelli, ambos del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE), un pedido de interrogación al Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.

El martes pasado llegó la respuesta desde Italia.

«Insistimos sobre el Prenot@mi, que no funciona, funciona mal o colapsa en Argentina por la cantidad de gente que quiere un turno. Nos dicen: ‘No estamos recibiendo quejas de otros países‘. Pero en otros países no hay la misma cantidad de descendientes de italianos buscando tramitar la ciudadanía», sigue Tirelli,

En Brasil (el diputado acaba de volver de un encuentro en ese país) la altísima demanda también genera este cuello de botella. «Pero salvo en el consulado de San Pablo, donde se puede tardar 10 años en obtener la ciudadanía-dice-, en Argentina estamos peor«.

No hay datos públicos sobre la cantidad de argentinos con turno en mano para presentar la carpeta en un consulado del país. Y es imposible saber cuántas intentan acceder a ese turno a nivel nacional. El MAIE estima que hay entre 13 y 14 millones de argentinos en condiciones de iniciar el trámite.

Pero el diputado da por primera vez números de lo que pasa en el consulado de Rosario. Esto permite ver el panorama nacional, porque esa región, con 155 mil ciudadanos italianos, es la segunda circunscripción con más trámites de Argentina, después de Buenos Aires, y la tercera en Sudamérica.

«En Rosario sólo se habilitan 5 turnos por semana, los jueves a las 8 de la noche. Se conectan unas 50 mil personas. Además, en la crisis del 2001, con el clima de la gente que se quería ir, ese consulado tenía 18 empleados. Ahora, con el mismo clima, tiene 10. Los que están tienen que hacer su trabajo y suplir el de los que ya no están», marca Tirelli.

«A toda esa gente conectándose a la vez para sacar turnos en todos los consulados, hay que sumarles los gestores con la tecnología para quedarse con los turnos y venderlos. Cobran fortuna por un servicio que es gratuito. Nos costó un tiempo que en Italia comprendan lo que pasaba en Argentina. Hace dos meses el senador Borghese pudo presentarlo desde el Senado, con cuestiones técnicas y sugerencias», detalla.

Otro dato rosarino permite extrapolar la magnitud del interés por la ciudadanía italiana.

«Muchos viajan para tramitarla en Italia por no tener el turno (o hacen allá el juicio por via materna o por demora consular). Una vez que la obtienen, el último paso es que la comuna italiana envíe un mail (el PEC o Posta Elettronica Certificata) al consulado de Argentina correspondiente con todo el trámite listo, y el consulado debe responderle. Hace tres años al de Rosario llegaban 200 PEC al año. Ahora llegan 500 al mes«, remarca Tirelli.

«Tenés que tener un empleado exclusivo para contestar los PEC», puntúa.

El impacto de esas cifras da cuenta de la presión de demanda de turnos que existe en el consulado de Capital Federal, el de La Plata, el de Morón, el de Lomas de Zamora y el de Mar del Plata.

Cortar el negocio de la «mafia de los turnos»

¿Qué presentaron? La traducción al español sería Interrogación al Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, desde el propio Senado italiano.

Esto es diferente de comentar de manera informal la situación a los funcionarios del ministerio, algo que el senador y el diputado italo argentinos venían haciendo recurrentemente.

«Hicimos un estudio con ingenieros informáticos. Demostramos que estando en Italia es 500 veces más rápida la velocidad para sacar un turno para el pasaporte en un consulado de Argentina, que estando en Argentina. Por eso, una de las sugerencias fue que se le dé la posibilidad al consulado de verificar el IP desde dónde se sacó el turno».

Así, si ese IP está afuera de Argentina, podría cancelarse.

La dirección IP funciona como el documento de identidad del dispositivo. Es como una «patente» o «matrícula». No hay dos IP iguales.

«Si era una persona que realmente estaba fuera del país, de viaje, y sacó el turno estando afuera, se va a acercar al consulado a preguntar por qué se lo cancelaron. En líneas generales, quienes sacan turnos desde afuera son gestores«.

Menciona Venezuela y Sudáfrica como los países desde donde salta la mayoría de los IP que sacan turnos para después venderlos. Es todo un negocio.

El senador Borghese, sin eufemismos, en X (antes Twitter) habla de una «mafia de los turnos».

No hay que pensar siempre en gestores devenidos en hackers que, conectados desde esos países, mueven frenéticamente los dedos sobre el teclado cuando se habilitan las citas consulares para quedarse con los turnos del Prenot@mi. Son programas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores estaba obligado a dar respuesta a una Interrogación. «Pero podría haber sido una ambigua, un ‘bueno, estamos viendo qué hacer‘. Nos dieron una solución. No podemos dar detalles, para que los estafadores no la reviertan con otros sistemas informáticos», revela Tirelli.

«Investigaron, se asesoraron con empresas que identifican estos mecanismos virtuales y nos dijeron que desde la semana pasada pusieron distintas trabas en el sistema de turnos, sobre todo en Argentina, Brasil y Uruguay, para que no proliferen estas estafas de los gestores».

Es más de una barrera digital aplicada contra la mafia de los turnos, sumadas a otros cambios para que el Prenot@mi funcione bien.

El diputado dice que ya le informaron de «casos de gente que hacía 4 meses intentaba sacar el turno, y la semana pasada lo sacó. Ya se está viendo el cambio«.

Demoras hasta para el pasaporte

Hay que destacar que el principal problema para obtener la ciudadanía italiana es la falta de empleados en los consulados de Argentina. Eso ralentiza cualquier trámite consular, como sacar o renovar el pasaporte italiano.

La crisis en Italia hizo que hasta 2018 se reduzca la plantilla de sus empleados en el exterior. El año pasado incorporaron 500 y un grupo fue repartido entre sus consulados de todo el mundo. Se espera que se incorporen 200 más.

En promedio, en los de Buenos Aires y el de Rosario, si se consigue el turno, se tarda 2 años para obtener la ciudadanía por reconstrucción (cuando hay que probar la línea de descendencia con el italiano que emigró a Argentina) y es más rápido cuando el trámite es por hijo directo.

Obtener o renovar el pasaporte, en cambio, está demorando de 6 meses a un año.

Por regulaciones laborales y sindicales de ese país, en los consulados tienen prioridad de contratación las personas italianas. Entonces, hasta que eso cambie, tampoco se puede solucionar el colapso de carpetas o la falta de turnos, con personal argentino.

«Estamos tratando de que entre este año y el que viene empiecen a llegar más empleados a Argentina. Logramos que se tome a nuestro país como prioridad. Porque muchos no eligen venir, por la distancia, la inseguridad y la situación económica», cierra Tirelli.

PS

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