Mientras el plan económico se hunde entre la fuga de dólares, la crisis de deuda y el ajuste sin fin del Gobierno, la lucha en las calles demuestra que con movilizaciones como la de este miércoles es posible dañar los planes de Milei.
Sin embargo, el diputado nacional de Unión por la Patria, Leandro Santoro, cuestionó a quienes sugieren una salida anticipada del presidente, señalando que esa postura sería “funcional a la victimización” de Milei. “Creo que los que dicen –tal vez sin saberlo o sin quererlo– que Milei se tiene que ir antes, están laburando para Milei”, sostuvo en una entrevista en radio Con Vos.
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Un discurso que sintoniza con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien ya expresó que el peronismo no busca medidas de urgencia para frenar la crisis, sino negociar en buenos términos con el oficialismo, dejando correr el ajuste y apostando a un regreso electoral en 2027. Como si el pueblo pudiera soportar dos años más de saqueo y hambre.
Esta línea también coincide con la actitud colaboracionista de la CGT, que mantiene una pasividad cómplice frente al ataque del Gobierno. Acusar a quienes plantean la urgencia de frenar ya al Milei-Caputo de “funcionales” es en los hechos justificar que el dúo siga destruyendo al país con su programa de ajuste interminable.
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La paradoja es que el propio oficialismo sufrió derrotas políticas gracias a la movilización popular. La calle logró que el Congreso rechazara los vetos de Milei, dejando en evidencia su debilidad y mostrando que la lucha de abajo puede imponer la agenda.
En otro tramo de la entrevista, Santoro intentó desligar al peronismo de la victoria de Milei en 2023: “No es que el peronismo los soltó, es no entender el fenómeno que significa una persona rota”. Según él, la responsabilidad no es del Frente de Todos ni de sus incumplidas promesas, sino de un “fenómeno individual”. Como si el peronismo no hubiera tenido presidencias por cuatro períodos, y el último con Alberto Fernández, Cristina Kirchner, y Sergio Massa, no hubiera desembocado en una inflación descontrolada y brutal ajuste a jubilados, trabajadores y juventud.
Ambas declaraciones no son coincidencia. Lo que no se escucha de los dirigentes del peronismo, que posan de opositores, es cuál es su propuesta frente a la emergencia económica apara a resolver esta crisis en favor de los sectores populares. Difícilmente puedan esbozar una si no se proponen cuestionar ni rechazar el endeudamiento criminal con el FMI, que así como ahora paga el costo Milei, ayer lo pagó el Frente de Todos. “Todo gobierno que obedece al FMI la termina chocando”, decía Chipi Castillo en una entrevista sobre la crisis actual.
Frente a la resignación de Santoro y Kicillof, está la otra vereda de quienes no se quedaron en sus casas: enfermeras, médicos, docentes, estudiantes, jubilados, colectivos de discapacidad, organizaciones sociales, periodísticas y de derechos humanos. Fueron ellos quienes resistieron en las calles, desafiaron el protocolo represivo de Patricia Bullrich y mostraron que Milei no era el gigante invencible con el que el peronismo justificó su inacción desde que asumió.
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El diputado nacional del Frente de Izquierda, Christian Castillo, lo resumió con claridad tras la última sesión: “La calle triunfó sobre el palacio”. Fueron las y los trabajadores, estudiantes y jubilados quienes pusieron el cuerpo y torcieron el brazo al Gobierno.
Aunque el plan de Milei esté tambaleando, el Presidente pretende redoblar el ataque sobre las mayorías para hacerles pagar la crisis. Por eso es necesario ampliar la lucha con objetivos claros para derrotarlo, sin esperar a 2027. Porque la pasividad de la CGT y la CTA, que siguen de brazos cruzados, puede terminar dándole aire a un gobierno debilitado pero decidido a continuar con su ajuste brutal.
Dejar correr esta situación con la promesa de un futuro recambio electoral es una política criminal, que además ya fracasó en el 2019. La crisis no puede esperar, y las y los trabajadores tampoco.