El riesgo país de Argentina sube nuevamente este miércoles 27 de agosto y se sitúa en 850 puntos, 21 puntos por encima del cierre previo. El alza se originó ante una nueva caída del pecio de los bonos de la deuda soberana, en la medida en que los inversores toman distancia de los activos argentinos ante la incertidumbre electoral, los problemas financieros y los últimos escándalos vinculados a posibles actos de corrupción.
Vale señalar que el salto en este índice se conoce en un día clave para el Tesoro Nacional que debe salir a captar cerca de $8 mil millones para refinanciar vencimientos de la deuda en pesos.
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En las redes sociales, los analistas de mercado situaban al riesgo país en los 850 puntos desde horas del mediodía, sin embargo restaba que impactara en muchas de las pantallas que siguen de cerca el índice.
Por caso, el gráfico que acompaña la nota fue posteado por el economista Roberto Cachanosky en sus redes y hace referencia a que la Argentina ayer pasó a Ecuador en su nivel de riesgo país y ya se ubica cómo como el tercero de Latinoamérica -tras Venezuela y Bolivia-.
Vale señalar que este indicador está elaborado por el banco norteamericano J.P. Morgan en base al spread entre los rendimientos de los bonos soberanos y los del Tesoro de Estados Unidos que están considerados como los más seguros del mundo, mide la percepción de riesgo de una nación, tal como indica su nombre.
La baja del riesgo país es fundamental para que el país vuelva a los mercados voluntarios de deuda para refinanciar los abultados vencimientos en dólares que se producirán desde 2026.
En tanto, el analista de mercados Christian Buteler compartió un gráfico muy elocuente en el cual se vislumbra el recorrido del EMBI del JP Morgan desde enero de este año con apenas 610 pb, pasando por su fuerte pico en abril de 899 pb, antes de la firma del nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI y la nueva curva en alza de agosto.
De acuerdo a la mirada de Ignacio Morales, CIO de Wise Capital, el riesgo país argentino escala en un contexto marcado por la pérdida de confianza en el Gobierno de Javier Milei y las crecientes denuncias de presunta corrupción.
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«En la jornada del martes, la Bolsa porteña mostró un respiro: el S&P Merval avanzó 0,5% en pesos y 0,7% en dólares. Sin embargo, el índice acumula una caída superior al 11% en lo que va de agosto. Los ADR también lograron mejoras, con subas de hasta 3,6%, mientras que los bonos soberanos en dólares volvieron a operar en baja por segunda rueda consecutiva, con retrocesos cercanos al 1%, tras el fuerte derrumbe del inicio de semana». Según su apreciación, «el escenario se vuelve más complejo a medida que avanza la campaña electoral, lo que alimenta la incertidumbre en los mercados”.
La licitación del Tesoro de este miércoles 27 de agosto
El Ministerio de Economía, bajo la conducción de Luis Caputo, enfrenta hoy un nuevo test en el mercado local con vencimientos de deuda por más de $7 billones. Para afrontarlo, el Tesoro lanzó una licitación de siete títulos, de los cuales sólo dos vencen en el corto plazo, mientras que el resto se estira hasta 2026.
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«El operativo llega en un contexto de fuerte volatilidad financiera y tasas de interés en alza», asegura Ignacio Morales de Wise Capital y agrega: «En la previa, el BCRA tomó una medida clave: elevó en 3,5 puntos los encajes y amplió en 2% la proporción que puede cumplirse con bonos, una decisión que, en la práctica, redirige alrededor de $5 billones hacia la licitación del Tesoro. Según lo dispuesto, únicamente los instrumentos con plazo mayor a 60 días podrán ser utilizados para integrar encajes. Así, los bancos quedan frente a una disyuntiva: aceptar rendimientos nulos sobre sus pesos inmovilizados o volcarlos hacia los bonos que ofrece el Tesoro».
Morales explica en su análisis del día que «la jugada generó críticas en la plaza financiera, donde no pocos analistas hablan de un esquema similar a un “corralón” que fuerza a las entidades a demandar deuda pública. Entre las opciones en cartera, dos títulos asoman con mayor atractivo: los bonos atados a inflación mayorista (Tamar), que pagan además un 1% adicional, y los bonos CER, cuya licitación anterior dejó tasas equivalentes a inflación minorista más 30 a 40 puntos porcentuales», concluyó el analista de mercados.
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