El té de jengibre se ha convertido en uno de los remedios caseros más populares para consumir durante el invierno, gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Según estudios recientes, el jengibre ayuda a combatir el malestar estomacal de manera natural, favoreciendo el equilibrio digestivo.
Originario del sudeste asiático, el jengibre es famoso por su rizoma (engrosamiento subterráneo) comestible, con un sabor picante y un aroma característico. Se puede consumir de manera fresca, seca, en polvo o incluso en aceite, y se utiliza para dar sabor a diversas recetas, como el té.
Este es el té de hierbas que debes tomar para aliviar el resfrío | Perfil
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Cómo preparar té de jengibre
Preparar té de jengibre es muy sencillo:
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Calentá el agua hasta que llegue a ebullición.
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Agregá el jengibre en polvo, fresco rallado o en rodajas (cuanto más pequeño esté cortado, mayor será la extracción de compuestos bioactivos).
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Dejá reposar entre 5 y 10 minutos.
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Filtrá o retirá el jengibre y disfrutá.
Beneficios del té de jengibre
La revista Nutrients confirmó en varias investigaciones que el jengibre disminuye las náuseas y mejora el confort digestivo en personas con dispepsia, náuseas de diversas causas y trastornos digestivos funcionales.
Además, un estudio publicado por la Universidad de Harvard en la revisión de Phytotherapy Research indica que consumir jengibre o aplicarlo sobre la piel puede ayudar a aliviar:
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Dolor e inflamación asociados con el síndrome premenstrual.
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Dolor muscular tras el ejercicio.
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Osteoartritis de rodilla.
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Migraña.
Por último, los investigadores evaluaron que las dosis terapéuticas de jengibre podrían tener un efecto protector sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
MC/ff