El vocero de la Cámara Argentina de Empresas de Drones y Afines (CAEDyA), Carlos Palumbo, analizó la reciente modificación en la normativa de drones en Argentina, que deja fuera de regulación a equipos de menos de 250 gramos, lo cual alertó sobre riesgos de seguridad, privacidad y operatividad que podrían derivarse de este cambio.
“Drones de menos de 250 gramos, que son estos drones pequeñitos que uno actualmente ve muchos usos, quedan literalmente por fuera de la norma, y eso realmente puede ser un problema”, sostuvo Carlos Palumbo. Si bien algunas marcas incluyen protecciones electrónicas, señaló que, “hay manera de liberarlos, con un simple permiso que se hace por internet”.
Cuáles son los puntos críticos de la normativa
Uno de los puntos críticos, según desarrolló, es la indefinición de términos como “zona rural”. Luego, explicó que la norma “no es tan libre como se menciona siempre y cuando tú no vueles en zonas prohibidas, cerca de líneas de alta tensión, cerca de rutas, a menos de 25 metros, o cerca de aeródromos”.
Sobre la potencial invasión a la privacidad o delitos, Palumbo destacó: “Conocemos muchos casos en barrios privados donde utilizan los drones para hacer inteligencia y después lamentablemente cometer un ilícito”. Sobre la misma línea, agregó que, “un dron de 250 gramos perfectamente puede ser usado para captar imágenes de terceros, se pierde esa trazabilidad que es la protección de datos personales”.
Asimismo, manifestó que el problema no es que la norma anterior fuera mala, sino que “el mercado avanza tan rápidamente que necesitaba actualizaciones”. También señaló que se mantiene un error al fijar “150 kilogramos de peso de despegue” como umbral para la categoría certificada, lo que involucra a drones agrícolas comunes.
Los beneficios del dron agrícola para los productores
“El dron agrícola le ha revolucionado sus labores al productor argentino. El 55% en promedio de nuevos clientes de drones agrícolas son pequeños productores rurales”, subrayó el entrevistado, quien destacó la importancia de una regulación técnica que acompañe el desarrollo.
Sobre las coberturas, advirtió: “Si se hace algo fuera de lo que dice la norma no se va a cubrir”. Por eso, CAEDyA definió como misión “interpretar lo que sí y lo que no propone la norma y hacer docencia con la comunidad”. La idea es ofrecer cursos básicos para evitar errores que dejen a los operadores sin seguro.