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jueves, 7 agosto, 2025
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San Cayetano: los tres milagros no tan conocidos que vanaglorian en esta fecha al santo del pan y el trabajo

Este 7 de agosto es una fecha importante para los fieles católicos que se acercan a la iglesia de San Cayetano, en Liniers, con el fin de pedirle trabajo o, más bien, agradecerle su ayuda. Su imagen se venera desde hace más de cuatro siglos y, en nuestro país, está muy presente en los hogares de clase media y baja. En diálogo con LA NACION, Eduardo Mangiarotti, sacerdote de la diócesis de San Isidro, explicó que en la Argentina el fervor por su imagen es preponderante, a diferencia de Europa y específicamente Italia.

“Cuando empieza a crecer el santuario de Liniers, se desarrolla esta devoción por el santo del pan y el trabajo. En ese sentido, esa devoción popular nace acompañada de una dimensión social del compromiso con el otro, muy fuerte”, describió. Y además remarcó que se convirtió en un representante de las masas obreras católicas, “como un símbolo fuerte que nos habla de un Dios que se ocupa, pero que también entiende y escucha el sufrimiento de la gente y de sus dolores”.

Más allá de la oración que lo representa, existen tres milagros poco conocidos que se le atribuyen. Conocé cuáles son y cómo sucedieron.

Devoción popular en el Santuario de San Cayetano – Liniers

Gaetano (Cayetano) de Thiene nació en Vicenza, Italia, en octubre de 1480. Su padre, Gaspar de Thiene, era militar, y su madre, la condesa María Porto, se dedicaba al cuidado del hogar. Ambos pertenecían a la nobleza y gozaban de una posición económica acomodada. Sin embargo, ese bienestar no evitó que, siendo muy joven, quedara huérfano: su padre fue asesinado en una batalla. A partir de ese dolor, encontró refugio en la fe.

Con el apoyo de su madre, estudió Derecho en la Universidad de Padua y, tras graduarse en 1506, se trasladó a Roma, donde fue nombrado secretario del papa Julio II. Allí trabajó por los más vulnerables: los desempleados y los enfermos. Luego, al ser ordenado sacerdote a los 33 años, fundó la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos e influyó activamente en la política religiosa de la ciudad eterna y más tarde en Venecia.

Durante el siglo XIX, una severa sequía afectó gran parte de Europa. En ese contexto, un campesino que sufría por la pérdida de su cosecha de trigo recurrió a San Cayetano con fe y esperanza.

Según cuenta la tradición popular, avalada por el Santuario de Luján, el hombre detuvo su carreta en medio del camino, se arrodilló ante una estatua del santo y le pidió que intercediera ante Dios para que lloviera. Como ofrenda, dejó tres espigas de trigo de su propio campo y le prometió difundir su imagen por todos los pueblos si su pedido se cumplía.

La estampa más conocida de San Cayetano fue creada por el párroco Falgioni. Aquí aparecen las espigas de trigo que el campesino le dio de ofrenda

Al regresar a su casa, una tormenta se desató. Gracias a la lluvia, el trigo volvió a crecer y tanto él como otros campesinos lograron salvar sus cosechas. Desde entonces, San Cayetano es considerado el patrono de la providencia, del pan y del trabajo en la Argentina, mientras que en otros países el protector de los obreros es San José.

Según informa la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa), la orden fundada por San Cayetano distribuía todos sus bienes y alimentos entre los más necesitados, lo que muchas veces generaba escasez.

Cayetano intercedió para evitar la hambruna de su Orden y del pueblo de Venecia(Fuente: Paulakindsvater )

En tiempos de malas cosechas, la amenaza de hambruna era frecuente. Ante una de esas situaciones, Cayetano se acercó al altar de la iglesia donde celebraba misa, golpeó suavemente la puerta del Sagrario -donde se guardan las hostias consagradas- y dijo con confianza: “Jesús amado, te recuerdo que hoy no tenemos nada para comer”.

Poco después, un grupo de arrieros llegó a la puerta del templo con mulas cargadas de provisiones. Sin explicar de dónde venían, entregaron los alimentos, evitando así que la comunidad pasara hambre.

Gracias a su fortuna familiar, San Cayetano fundó el Hospital para Enfermos Incurables. Allí tuvo lugar el primer milagro que se le atribuye: la curación de una mujer herida, hecho que causó gran conmoción en Venecia y aumentó notablemente su número de fieles.

San Cayetano curó la pierna con gangrena de una mujer que se alojaba en su hospital. Ese fue su primer milagro(Fuente: Pintura de Sebastiano Ricci)

Durante una de sus visitas diarias al hospital, vio a una joven con una pierna gangrenada que estaba a punto de ser amputada. Conmovido por su sufrimiento, Cayetano se acercó, besó la extremidad afectada y, de forma inmediata, la herida comenzó a sanar. Al día siguiente, la mujer estaba curada.

San Cayetano murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547, a los 67 años. Dedicó su vida a los pobres, fundó instituciones para asistirlos y participó activamente en la vida de la Iglesia en un momento de crisis, marcado por la reforma de Martín Lutero y la creación de la Iglesia Protestante.

Durante sus últimos años con vida, creó en Nápoles -y que luego se extendió por diferentes regiones de Italia-, bancos para las personas de escasos recursos. De esta manera tuvieron la facilidad de acceder a un préstamo a una tasa muy baja, lo que les permitió ascender y mejorar socialmente su estatus.

Tumba de San Cayetano en Nápoles(Fuente: X / @MaTeresaMarinT)

El 12 de abril de 1671 el papa Clemente X lo canonizó, luego de que se verificaran varios milagros en su nombre. En la Argentina, su devoción es una de las más extendidas y cada año miles de personas se acercan a rendirle homenaje al santuario de Liniers, así como en tantos otros altares en su dedicación a lo largo y ancho del país, especialmente en tiempos difíciles.

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