Se presentó anoche la flamante “Compañía Callejón”, creada por Javier Daulte y que contó con la presencia de la comunidad teatral, entre ellos, María y Paula Marull, Pablo Gorlero, Lorena Vega, Héctor Díaz, Silvia Gómez Giusto y muchos otros.
“Creo que la idea de Compañía es algo tan necesario como atípico para los tiempos que corren”, dijo Daulte, en alusión a una forma de trabajo que fue furor en otros tiempos de compañías estables de los grandes teatros como el San Martín y que en la actualidad se crean eventualmente en el circuito independiente para encarar proyectos que se sabe cuando empiezan pero no cuando terminan. He ahí la magia y el misterio.
“Es necesario porque genera identidad artística pero atípico porque es difícil hoy en día reunir un número de talentos alrededor de un proyecto que en primera instancia no busca generar dividendos. Pienso que vivimos una época signada por la ansiedad y la desmotivación, combinación que genera las más diversas adicciones”, sostuvo Daulte.
El grupo creado por Daulte, dramaturgo, director, gestor, docente y dueño de Espacio Callejón, bastión del teatro independiente, se integra con Valeria Camino, actriz, directora y docente; Ramiro Delgado, actor, director y docente; Julia Garriz, actriz y docente; Zoilo Garcés, productor, actor, dramaturgo y director; Jorge Gentile, actor; Luciana Grasso, actriz, directora, escritora; Silvina Katz, actriz y directora; Paula Manzone, actriz, dramaturga, guionista, directora y realizadora; Agustín Meneses, actor y dramaturgo; Marcelo Pozzi, actor; William Prociuk, actor, dramaturgo y director; Juani Romero, productor, community manager y diseñador; María Villar, actriz, dramaturga y realizadora.
En 2020, se gestó desde el Espacio Callejón un concurso de obras que invitó a escribir frenéticamente en pandemia obras cortas de cuya selección surgió “Luz Testigo”, espectáculo dirigido por Daulte, compuesto por cinco obras breves de diferentes autores, que se estrenó en 2021. Fue de las primeras en salir a la luz en pandemia, con un aforo reducidísimo que dejaba dos butacas entre espectador y una emoción inocultable de volver por fin al teatro.
El elenco estuvo integrado por Delgado, Grasso, Katz, Manzone, Meneses, Pozzi, Prociuk y Villar. Afinidad y profesionalismo generaron la necesidad de un nuevo espectáculo. Así nació “El Sonido” cuyo texto fue escrito por Daulte y comenzó a ensayarse en febrero de 2023 mientras continuaba presentándose “Luz Testigo”.
Tras cinco temporadas haciendo funciones todos los martes en Espacio Callejón (“Luz Testigo” primero y luego continuando a partir de 2023 con “El Sonido”) vuelve a surgir la propuesta de un nuevo espectáculo, cuyo título es “El movimiento”.
Daulte contó a Ambito algo de esta nueva obra que está en proceso de creación. Trata sobre una agencia de publicidad que está compitiendo por una cuenta muy importante donde hubo tráfico de información y una supuesta traición. Los publicistas no saben cuál es el producto a vender hasta que aparece la clienta en cuestión y sólo a partir de allí se sabrá que lo que en realidad buscan es hacer una reparación histórica sobre un hecho que hemos atravesado los argentinos. Tiene un lindo juego escénico en tanto esas publicidades serán representadas en la obra.
Se estrena en el segundo semestre de 2026 en el Teatro Nacional Cervantes, fecha confirmada hace pocas semanas, lo que dio un renovado sentido a la iniciativa de crear la Compañía. Algunos de los actuales miembros se fueron incorporando con el correr de los años.
Tres proyectos en común, una sala como el Callejón, con su tradición y su impronta, un grupo de talentosos actores, un lúdico y a la vez profundo entendimiento, y varias coincidencias más, hicieron que, una tarde, en camarines, Daulte planteara de manera bastante informal la posibilidad de continuar juntos trabajando, pero como compañía. La propuesta fue recibida con menos sorpresa que alegría; después de todo Daulte no estaba haciendo más que poner en palabras lo que ya estaba sucediendo. Claro que el compromiso que genera toda oficialización, abre un sinfín de interrogantes.
Paula Manzone, miembro de esta compañía, evoca sus comienzos: “Siempre me vuelve esa frase de Javier que dijo que para elegir un elenco pensaba en el grupo que armaría para irse de vacaciones. Y esto arrancó así, pero con la particularidad de que estas vacaciones se daban en pandemia.
Todavía tengo muy presente el viaje en bicicleta que hacía desde Saavedra hasta el Calle para encontrarnos a ensayar Luz testigo. Tengo muy presente el primer ensayo, con distancia y con algo de miedo todavía por el encuentro presencial, miedo y necesidad de esa presencia y de ese estar juntos. Ensayamos, estrenamos, hicimos funciones en diferentes teatros, mientras nuestras vidas continuaban, el gobierno cambiaba, nuestros hijos crecían. Estos encuentros se volvieron, al menos para mi, no solo un un espacio de encuentro, sino un espacio de sanación, de crecimiento, un espacio sagrado”.
Daulte concluyó: “Muchas veces confundimos motivación con estímulo (ya sea dinero, reconocimiento, o ambos). Soy consciente de que no se puede extirpar de nuestro ser social la casi inevitable necesidad de tales estímulos. Pero motivación es otra cosa. Motivarse no es tan sencillo. A mi modo de entender tiene que ver con proyecto que exceda la idea de un proyecto en particular.
Tiene que ver con la creación de un proyecto de proyectos.
Tiene que ver con fundar una familia artística, con todas las contradicciones que eso implica. Tiene que ver con una búsqueda sin garantías. Tiene que ver con la posibilidad de entrar en proceso más allá del resultadismo del que, paradójicamente, ninguno puede escapar. Sí, tal vez el propósito de esta Compañía Callejón suene un tanto utópico o, en el mejor de los casos, ingenuo y anacrónico. Pero algo me dice que en esta época del sálvese quien pueda, es lo que debemos hacer”.