A través de un comunicado difundido por el Fondo Monetario Internacional se confirma que el acuerdo alcanzado entre el personal técnico y las autoridades del gobierno argentino en la primera revisión del programa respaldado por el Servicio Ampliado del Fondo (SAF, EFF en inglés), o de «Facilidades Extendidas». Se trata del nuevo préstamo acordado en el mes de abril de este año, por un monto total de U$S 20.000 millones.
Con este acuerdo se habilitaría el acceso a aproximadamente U$S 2.000 millones, correspondientes a un segundo desembolso. En el mes de abril se había realizado el primer desembolso por U$S 12.000 millones, de los cuales el 44% ya se evaporaron de las reservas en sólo un mes y medio por la fuga de capitales.
“El programa ha tenido un inicio sólido a pesar de un contexto externo más desafiante: el proceso de desinflación y el crecimiento de la economía han continuado, la pobreza ha seguido disminuyendo y Argentina ha vuelto a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto”, se lee en el comunicado.
Desde el Fondo convalidan el rumbo económico adoptado por Milei y Caputo en el que prima el ajuste fiscal, pero también el aumento del endeudamiento para sostener un plan de atraso cambiario, especulación financiera y negocios para los capitalistas amigos. Bajo el régimen del FMI los salarios en caída, jubilaciones y programas sociales por el piso son moneda corriente, cada vez cuesta más llegar a fin de mes.
No sólo esto, el FMI exige avanzar con reformas estructurales (laboral, previsional, fiscal), al igual que los empresarios, que implican quita de derechos y peores condiciones laborales para los trabajadores y trabajadoras.
A fines de julio se reuniría nuevamente el directorio ejecutivo del FMI para la primera revisión del programa y tras este comunicado del staff técnico, todo indica que la revisión será aprobada. Esto permitirá el desembolso de un nuevo tramo del crédito por U$S 2.000 millones. El gobierno de Milei «hizo los deberes» en materia de ajuste fiscal (a pesar de la contabilidad creativa para ocultar los intereses de deuda que se capitalizan y así mostrar un superávit), pero no logró acumular el nivel de reservas comprometido en el programa, por lo cual el Fondo debería dar un «perdón» (waiver).
La deuda es un mecanismo de dominación y saqueo de las potencias imperialistas sobre los países atrasados y dependientes como la Argentina, que ha acentuado el deterioro de las condiciones de vida de las amplias mayorías trabajadoras. Por eso es necesario un desconocimiento soberano de la deuda, en base a la movilización popular, y una ruptura con el FMI. En base a ello, será posible adoptar un camino de medidas, deliberadas democráticamente desde abajo, para orientar la economía en función de los intereses de las mayorías sociales y no a beneficio de las ganancias del poder económico.
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