Las lluvias monzónicas azotan Pakistán desde hace varias semanas y ya dejaron un saldo trágico: al menos 225 muertos y 600 heridos, según informaron las autoridades locales. Además, se reportaron graves daños materiales, entre ellos la destrucción total de más de 800 viviendas y el anegamiento de las principales calles y avenidas de la provincia de Punyab, una de las más afectadas por el temporal.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán (NDMA) informó que hay cientos de personas evacuadas y que los trabajos para medir las consecuencias materiales se detuvieron debido a la incesante caída de agua.
Pakistán, con una población de más de 240 millones de habitantes, es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático. En los últimos años, se ha visto cada vez más expuesto a fenómenos meteorológicos extremos, tanto en intensidad como en frecuencia.
La temporada de monzones en la región se extiende habitualmente entre junio y septiembre, un periodo marcado por intensas precipitaciones que suelen provocar inundaciones y deslizamientos de tierra, en especial en zonas densamente pobladas o con sistemas de drenaje deficientes.