Doy por hecho que estás bien de salud. ¿Qué onda esa? Ser eterno. Siglo tras siglo la misma rutina. Escuchar ruegos, lamentos, mangazos, ver los goles que te dedican con dos deditos al cielo. En fin, allá vos, acá nosotros. Ya habrás notado el vacío en la pared. No se puede escribir con un crucifijo colgado ahí. Ojeando cada palabra. Cuerpo de yeso, esmalte para uñas que simula sangre, heridas que no duelen. Dar lástima para ejercer el poder no va más.
¿Te llegó el pedido? Mandamos un ensobrado en moto hasta el Chaco con dieciséis mil pesos para entregar a uno de esos pastores que hablan en tu nombre. Jorge Ledesma, se llama. ¿Lo tenés? Fijate en la lista de representantes autorizados. Esperemos que no sea otro Cositorto. El pibe del delivery tiene que volver con dieciséis mil millones de dólares. Kicillof perdió el juicio. Ahora quiere convertir la cagada que se mandó en un guiso de lentejas.
Boludo importante. Nunca se hace cargo de nada. La expropiación de YPF fue uno más de los manotazos que metieron en cajas donde había recursos afanables. Según Néstor Kirchner, el maestro recaudador, la necesitaban para “hacer política”. Boudou fue por Ciccone, la máquina de hacer billetes, los fondos de las AFJP. Sumale los contratos de obra que le concedían a Báez. Hace una vaquita entre pastores. Que acepten 685 millones de pesos para devolver en dólares la que se llevaron después de “hacer mierda” todo.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Tengamos fe. El servicio religioso ofrece consuelo terrenal gratis. Un asiento Opus Dei cuesta un diezmo considerable. Encubrir pederastas ya es de monseñores. Otro level. La nueva versión del uno a uno mejora la prestación básica. El Congreso puede ordenar al Banco Central que imprima los millones de pesos que cada ciudadano quiera confiar a su pastor favorito para que se los devuelva en dólares. Los chocolates envueltos en papel dorado serán monedas de oro el Día del Niño.
Escucho risas. Satán dice en off que ese milagro no va a suceder. Está hecho un demonio. En llamas. Quema la gorra. Se la creyó. Le dieron demasiada letra en los Evangelios. Pecados, trampas, placeres libidinosos. Todo para él. A los fieles, culpa, pobreza, hambre, condena, flagelación, impuestos, deudas. Nunca una alegría. Un regalo del destino enamorado. Con una tarjeta que diga: “Ésta es sólo para vos”.
Hasta el pibe, alanceado, punzado, desangrado, te pregunta: “¿Por qué nos abandonaste, pa?”. Tres días tardaste en renacer a tu hijo. Bañado, peinado, sin una costura. Tendrías que ver en terapia esos brotes de impiedad ¿Qué necesidad hay de seguir llorando todas las Semanas Santas a un muerto que no fue? Mírá a María también. Pobre virgen. Ni un trío le tocó. Se quedó afuera de la Santísima Trinidad.
Pasaron más de dos mil años. Otra época. Brutal, cruel, machista. Amarse los unos a los otros, las bolas. Te lapidaban. Hay que revisar esa condena. Siempre se está a tiempo de pedirle perdón. Como hicieron con Galileo quinientos años después. Hoy cualquier inteligencia artificial te desarrolla en segundos una apelación con argumentos incuestionables, más testimonios, fotos, videos. Hasta el Papa se la come.
De paso hay que actualizar los libros. Hacer un dos por uno. Curar el trauma del santo José, el marido de María, enterado por algún gil correveidile de que un Espíritu Santo entretuvo a su mujer mientras él serruchaba en la carpintería, a la vez aliviar la vergüenza que debía sentir el inocente niño Jesús cuando tenía que explicarle a los amiguitos quién era su padre. Dale amigo, corregí eso.
Líbranos del mal hasta octubre. Se larga la carrera electoral. Las diputadas salen de gateras. La oposición lanza bombas para hundir el superávit fiscal. Milei putea en paquetes all inclused para aprovechar el dólar barato. ¡Repareció Massa! ¡Desapareció Insaurralde! ¡Alberto Fernández dice que la Justicia lo persigue por peronista! ¡Cristina pronostica su deseo de que esto termine en un nuevo fracaso que haga olvidar los suyos! ¿Pero qué te voy a contar a vos que no hayas mirado para otro lado?
Divino todo.
*Escritor y periodista.