Escándalo en Colón vs Mitre: piedrazos de los hinchas y partido suspendido

El partido entre Colón y Mitre, correspondiente a la fecha 20 de la Primera Nacional, fue suspendido a los 34 minutos del segundo tiempo, luego de que se registraran series incidentes en el Estadio Brigadier General Estanislao López, protagonizados por los hinchas locales.

La decisión se tomó luego de que un grupo de hinchas del equipo santafesino rompiera el alambrado de una de las tribunas y desatara una lluvia de proyectiles sobre el campo de juego. Este estallido de violencia ocurrió tras el gol de Cristian Díaz, que puso a Mitre en ventaja 1-0.

Aunque el ambiente ya estaba tenso y la parcialidad local había coreado varias veces para que «se vayan todos y no quede ni uno solo», por el descontento con su equipo; el tanto de Díaz a los 73 minutos fue la chispa que encendió el conflicto.

De esta manera, un sector de la tribuna local rompió parte del enrejado y comenzó a lanzar botellas, piedras y hasta baldosas completas hacia la cancha. Tras siete minutos de interrupción, la policía intervino utilizando las mangueras de los bomberos para mojar al público, lo que solo enardeció aún más a la multitud.

Pasados unos minutos del tiempo reglamentario, el juez principal del encuentro, Felipe Viola, en coordinación con los líderes del operativo policial, decidió suspender el partido, a pesar de la insistencia del equipo local por continuar.

Sin embargo, la situación no mejoró: el grupo de violentos no se retiró y esperó la salida de los jugadores, quienes permanecieron en el círculo central de la cancha.

Una vez que los jugadores de la visita se retiraron, el cuerpo policial formó dos filas y elevó sus escudos para proteger a los futbolistas locales, que salieron en grupos hacia el vestuario. Con un sector de la cancha aún ocupado por hinchas, las fuerzas de seguridad ingresaron a la tribuna y, mediante disparos de bala de goma, lograron despejar el espacio.

Finalmente, el plantel de Colón se retiró del estadio en micro sin mayores inconvenientes, dejando un triste epílogo para el encuentro.