La Cámpora movilizó a toda su militancia para copar la Plaza de Mayo en la marcha de apoyo a la ex presidenta Cristina Kirchner, quien cumple arresto domiciliario por la condena en la causa Vialidad. Aunque la agrupación que responde a Máximo Kirchner tuvo que compartir cartel en primera línea con las organizaciones de izquierda y el sector de Juan Grabois.
Las calles laterales a la Avenida de Mayo se colmaron este miércoles de banderas de la agrupación ultra K y sus columnas de jóvenes se impusieron sobre el resto de las organizaciones que participaron en la manifestación. La columna llevaban una bandera en rechazo a la presunta proscripción de Cristina.
La manifestación fue vista por la dirigencia peronista como una muestra de unidad del PJ. Y en rigor se vieron escenas poco frecuentes en el pasado como una de Axel Kicillof hablando con el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, quien impulsaba una conducción más pragmática de las relaciones comerciales.
Pero la marcha también sirvió para mostrar el poder que tiene el Movimiento Derecho al Futuro, que llegó a la plaza encabezado por el gobernador bonaerense, quien estaba escoltado por su vice Verónica Magario, y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, completando la foto con su ministro Andrés «Cuervo» Larroque y Carlos Bianco.
Una de las facciones más organizadas, sin duda, fue la apadrinada por Juan Grabois, que estuvo presente con banderas de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) como también del Frente Patria Grande, la rama política del sector, que en alianza con el kirchnerismo accedió a bancas en el Congreso.
Los militantes de Grabois llegaron en grupos que eran contenidos con una soga para mantener el orden mientras se esperaba el ingreso a la Plaza de Mayo, que quedó reducida a la mitad por el vallado que impuso el Ministerio de Seguridad y por el escenario que se instaló delante de la Pirámide de Mayo.
También hubo representantes del Movimiento Evita, que responde a Emilio Pérsico, como así también de la agrupación Kolina, que está alineada con la senadora Alicia Kirchner.
Otro faltazo de la CGT
Está claro que el gran ausente de la marcha fue la cúpula de la CGT. No se vieron banderas de los camioneros de Hugo Moyano; ni de Sanidad, de Héctor Daer; ni del gremio de la construcción, Gerardo Martínez. Tampoco hubo presencia orgánica de UPCN, los estatales de Andrés Rodríguez; ni tampoco se vio a representantes de empleados de comercio, de Armando Cavalieri.
La ausencia terminó por ratificar la falta de acompañamiento de la central sindical que desde el momento que la Corte Suprema de Justicia ratificó el fallo contra Cristina sólo emitió un comunicado en solidaridad y este martes pegó el faltazo a una reunión en la sede del PJ dando libertad de acción a los sindicatos.
Hubo si fuerte presencia de los gremios más alineados al kirchnerismo como la UOM, de Abel Furlán; ATE, con Daniel «Tano» Catalano; y SMATA. Los docentes estuvieron representados por CTERA y SUTEBA, los legislativos de APL también llevaron sus banderas al igual que el sindicato de la televisión SATSAID y del SIPREBA. También se vieron columnas de FOETRA, de los petroleros y algunos representantes del sindicato de seguros y de los trenes, aunque estos no tuvieron una representación orgánica.
La marcha se desarrolló sin incidentes y los militantes del PTS, por ejemplo, compartieron durante un rato un espacio de la Plaza de Mayo con La Cámpora y luego los representantes del partido de izquierda desconcentraron para trasladar las banderas al Congreso, donde se desarrolló una nueva protesta de los jubilados, un poco más reducida pero con un fuerte vallado policial.
También se vieron banderas de la CTA de Hugo Yasky, en la zona más cercana al escenario, como así también representantes del Frente Renovador de Sergio Massa, y de Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella.