Fue campeón del mundo y jugó en los mejores equipos de Europa, pero tuvo que limpiar baños para salir adelante.
Andreas Brehme fue una de las grandes leyendas del fútbol alemán, recordado por el gol anotado en la final de la Copa del Mundo de Italia 1990 ante la Argentina. Aquella anotación le permitió llevar el tan ansiado trofeo a su país y ser el epicentro del planeta entero.
Sin embargo, fuera de las canchas, su vida tomó un rumbo complicado. Tras su retiro, padeció momentos duros, que lo condujeron a perder toda su fortuna. Por este motivo, se vio obligado a reinventarse lejos de la redonda para salir adelante y dejar los problemas atrás.
Andreas Brehme y su paso por el fútbol
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Brehme es parte de la historia dorada de Alemania.
Brehme inició su camino en el Barmbeck Uhlenhorst de Hamburgo, pero rápidamente dio el salto al Kaiserslautern, donde estuvo cinco años y se convirtió en uno de los referentes de aquel equipo. Pero el gran paso de su carrera fue en 1986, cuando recaló en el Bayern Múnich, equipo con el que consiguió su primera Bundesliga.
En 1988, su carrera tomó un nuevo rumbo cuando se mudó a Italia para sumarse al Inter de Milán. Durante su paso por el club italiano, ganó la liga italiana, la Supercopa y la Copa de la UEFA. Estas consagraciones lo alimentaron y le permitieron ganar experiencia y roce con los mejores del mundo.
Luego de su etapa en Italia, tuvo un breve paso por el Real Zaragoza de España antes de regresar al Kaiserslautern, donde se quedó con la Copa nacional y una Bundesliga. Su carrera como jugador concluyó en 1998, a los 38 años y con decenas de trofeos bajo el brazo.
En el plano internacional, Brehme fue pieza clave en la selección alemana, ya que jugó tres Mundiales consecutivos. Su momento más recordado fue en la final de Italia 90, cuando marcó el penal decisivo que le dio a Alemania su tercer título mundial.
Su vida después del retiro
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Brehme y Maradona, en la final de Italia 1990.
Después de retirarse, Brehme enfrentó serios problemas económicos que lo llevaron a no solo perder su dinero, sino también a realizar trabajos impensados, como, por ejemplo, limpiar baños.
Pero figuras como Franz Beckenbauer buscaron apoyarlo mediante un fondo para exjugadores. Lamentablemente, Brehme falleció en 2024 a los 54 años por un paro cardíaco.
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