A un año del asesinato de Ariel Goyeneche en manos de la Policía de Entre Ríos, familiares y amigos, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas concentraron frente a Poder Judicial de Entre Ríos en la ciudad de Paraná para exigir justicia.
Los hechos
Corrida la madrugada del 12 de febrero de 2024, Ariel Goyeneche murió bajo custodia policial en medio de una crisis subjetiva. La Policía de Entre Ríos y el ministro de Seguridad de la provincia, Néstor Roncaglia, intentaron instaurar una versión oficial para quitarle responsabilidad al personal policial.
En febrero de 2024, el ministro decía a los medios entrerrianos “la policía no torturó a nadie, ellos cumplieron su deber” y adjudica la muerte de Goyeneche a una asfixia por broncoaspiración de vómito. Pese a estos intentos de dibujar los hechos, una vasta cantidad de pruebas fílmicas y testimoniales y con el informe final de la autopsia realizada por el Departamento Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos demostraron que el desenlace fatal fue producto de asfixia por compresión mecánica, en simples palabras, Ariel fue víctima de violencia institucional.
Tu memoria no se mancha
A un año de su asesinato, la familia espera la elevación a juicio mientras, la defensa, con el único propósito de dilatar el proceso, solicitó una nueva autopsia, lo que implica la exhumación del cuerpo. En la concentración frente a Tribunales, la familia Goyeneche leyó una carta a la comunidad en la que expresaron la disconformidad con la decisión de la médica de la Corte Suprema a dar lugar al pedido de una nueva autopsia.
“… implica un gran dolor para los familiares y allegados, y con lo que esto conlleva como parte de un eterno procedimiento jurídico”
Familiares y amigos, en su comunicado, apuntaron contra los principales acusados, los agentes Lisandro Romero, David Vázquez y Alan Vázquez: “quieren a todas luces entorpecer y dilatar los tiempo de investigación y de sentencia, quieren culpar a Ariel por lo sucedido y salir impunes frente a estos actos de crueldad”.
Por último, agregaron que la muerte de Ariel Goyeneche es una deuda de todos y, que a pesar de que se escribieron protocolos de acción ante situaciones de urgencias de salud mental en la vía pública, el accionar policial sigue perpetuando una constante violencia deshumanizante.
Justicia es que no suceda nunca más
Lo que le hicieron a Ariel Goyeneche no es aislado, se suma a una larga lista de víctimas en manos de agentes de “seguridad” que, lejos de significar excesos o el mal accionar individual, son el producto de una institución diseñada para la reproducción de estas prácticas y en consecuencia de la impunidad que se perpetua.
A un año del asesinato de Ariel, decimos: fue violencia institucional, exigimos verdad, justicia y castigo para los culpables. Todas las maniobras de dilatación solo garantizan la impunidad y, en el marco del aumento del accionar represivo por parte de los gobiernos, preanuncian que la violencia institucional va a continuar. Por eso vamos a seguir luchando por justicia por Ariel, que los responsables materiales y políticos, como Roncaglia, paguen por su accionar.
¡ARIEL GOYENECHE EN NUESTRA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL SIEMPRE PRESENTE!
Santiago Velázquez