El Gobierno Nacional dio un paso clave en la desregulación del sector aéreo al habilitar a Air Class Cargo S.A. para prestar servicios de rampa en aeropuertos de todo el país.
Este permiso, con una vigencia de 15 años, pone fin al monopolio de Intercargo, vigente durante décadas, y busca fomentar la competencia en un mercado estratégico. En una primera etapa, la empresa comenzará sus operaciones en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Un sector estratégico en transformación
Los servicios de rampa, conocidos como handling aeroportuario, incluyen tareas esenciales como el empuje de aeronaves (push back), el manejo de equipaje y la colocación de escaleras para el embarque y desembarque de pasajeros.
Hasta ahora, estos servicios eran monopolizados por Intercargo, lo que generaba quejas de las aerolíneas y altos costos operativos.
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“Con esta medida hemos logrado terminar con monopolios distorsivos, abriendo las puertas a nuevos actores que aportarán competitividad y mejorarán los servicios para los usuarios”, afirmó Franco Mogetta, secretario de Transporte, a través de la red social X (antes Twitter).
El fin del monopolio de Intercargo y los conflictos gremiales
La habilitación de Air Class Cargo no es un hecho aislado, sino parte de la estrategia de desregulación impulsada por el gobierno de Javier Milei. Este proceso incluye la liberalización de precios de pasajes aéreos, rutas comerciales y, ahora, los servicios de rampa.
Según Manuel Adorni, portavoz presidencial, la medida busca “poner fin a las extorsiones sindicales” que afectaron la operación de los aeropuertos, como los recientes paros en Ezeiza y Aeroparque, que dejaron a miles de pasajeros varados.
Por su parte, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, calificó esta decisión como el “paso final” para modernizar el sector aéreo argentino, facilitando que tanto aerolíneas como nuevas empresas participen en un mercado más competitivo.
Nuevas oportunidades en un mercado en expansión
El negocio de los servicios de rampa es altamente rentable y representa una gran oportunidad económica en el sector aerocomercial. Hasta ahora, su desarrollo en Argentina estaba limitado por la estructura monopólica de Intercargo.
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Con las nuevas reglas, cualquier empresa que cumpla con los requisitos de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) podrá ofrecer estos servicios. Además, se estableció que las tarifas serán negociadas directamente entre las aerolíneas y los proveedores de handling, lo que permitirá un esquema más flexible y competitivo.
La autoprestación como alternativa
Algunas aerolíneas ya han comenzado a gestionar sus propios servicios de rampa. Flybondi, por ejemplo, realiza esta tarea en el 80% de los aeropuertos donde opera, y planea expandirse para ofrecer servicios a otras empresas.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas, a través de su marca Aerohandling, también analiza opciones para competir en este segmento.
Empresas internacionales como Swissport, líder global en handling aeroportuario, podrían expandir su presencia en Argentina para incluir servicios de rampa, aprovechando las nuevas condiciones de mercado.
Impacto en el sistema aeroportuario y el futuro de Intercargo
La entrada de nuevos actores como Air Class Cargo busca evitar episodios de caos aeroportuario, mejorar la calidad del servicio y estimular el ingreso de aerolíneas internacionales, que ahora podrán optar por autoprestación o contratar a terceros.
En cuanto a Intercargo, el fin de su monopolio plantea grandes desafíos. La empresa deberá adaptarse a un escenario de competencia directa, mejorando su eficiencia para mantenerse en el mercado. Algunos analistas no descartan la posibilidad de que sea privatizada, lo que podría atraer a nuevos inversores interesados en revitalizar la compañía.
La habilitación de Air Class Cargo marca un antes y un después en el sector aerocomercial argentino. Con la desregulación como eje, el Gobierno busca generar mayor competencia, reducir costos operativos y mejorar la experiencia de los usuarios.
Este proceso también podría estimular el surgimiento de empresas locales y facilitar la llegada de nuevos inversores, sentando las bases para un sistema aeroportuario más moderno y eficiente.