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lunes, 30 diciembre, 2024
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Con una licitación millonaria por Hidrovía, comienza la lucha final entre Javier Milei y Mauricio Macri

Nada es tan lineal ni transparente el mundo de las grandes compañías dragadoras que, a excepción de la empresa china Shangai Dredging Company que es estatal y responde a los intereses de la elite gobernante comunista de China, poseen apoyos de terceros países europeos y norteamericanos que buscan acceder a uno de los mayores negocios que puede ofrecer la Nación Argentina por los próximos 60 años. 

Hidrovía: una licitación que podría poner fin a la relación entre Mauricio Macri y Javier Milei

Porque el pliego de licitación para el dragado y balizamiento de la hidrovía Paraguay-Paraná es el pliego más buscado por capitales internacionales asociados a locales y es fuente de la discordia en la relación entre Mauricio Macri y Javier Milei que por esta compulsa puede quedar completamente dañada, aun para los bajos estándares de la tolerancia política que suelen enseñar nuestros representantes con más peleas para la tribuna que verdaderas enemistades ideológicas. 

En junio de este año, iProfesional revelaba el interés de la empresa holandesa Boskalis por desbancar a Jan de Nul del dragado de la autopista fluvial.  

Los comentarios de funcionarios del Palacio de Hacienda indicaban, con mucha reserva, que la empresa holandesa tenía importantes padrinos como la propia Reina Máxima, de origen argentino, del expresidente Mauricio Macri, y de ejecutivos de la Corporación América de Eduardo Eurnekian. 

En las últimas semanas, también se lo relacionó a Macri con la empresa holandesa Royal Boskalis Westminster NV, de servicios marítimos y fluviales. Previamente, estuvo reunido con el CEO de Boskalis, Theo Baartmans, en el año 2017, cuando visitó Países Bajos. 

Pero, en los últimos tiempos, fue otro ejecutivo de Boskalis el que apuntó contra la licitación y contra su competidora Jan de Nul de manera implícita. 

Para Bart Rumes, un ejecutivo de la empresa, «en Argentina se hizo casi imposible conseguir un contrato de dragado en forma transparente» en declaraciones que hizo en un encuentro empresarial en Rosario. 

De alguna manera, fueron similares a las palabras utilizadas por el enviado de Mauricio Macri, Guillermo Dietrich, exministro de Transporte, que señaló las falencias del proceso licitatorio propuesto por el gobierno nacional al explicar que «hay falencias en materia de transparencia, no hay organismos de control eficientes, genera sobrecostos para los productores y usuarios de la hidrovía y no hay diálogo con referentes técnicos y políticos de las provincias por una licitación pensada para los próximos 60 años». Entre otras cuestiones detalladas por un trabajo de la Fundación Pensar del PRO. 

De esta manera, se abrieron las hostilidades entre el PRO y La Libertad Avanza en uno de los capítulos más sensibles que puede terminar con una ruptura total por la importancia de la licitación. 

La Vía Navegable Troncal (VNT), también conocida como la hidrovía Paraná-Paraguay, abarca un trayecto de 1635 kilómetros, desde el kilómetro 1238 del río Paraná, en su confluencia con el río Paraguay, hasta las aguas profundas del Río de la Plata exterior.  

Este sistema es vital no solo para Argentina, sino también para Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, países que firmaron en 1992 un acuerdo para facilitar la navegación y el transporte comercial a través de esta ruta. 

Hidrovía: ¿una subasta hecha a medida para Jan de Nul? 

A las sospechas vertidas por la fundación Pensar se suma el hecho de dos dragadoras DEME de Bélgica y Rohde Nielsen de Dinamarca, que presentaron reclamos contra la licitación. Una subasta para dragar desde la confluencia con el río Paraguay hasta la desembocadura del río de La Plata. Cerca de 1.000 km. 

Sin embargo, iProfesional consultó a expertos en la materia y coincidieron en afirmar que muchos de los cargos que se verbalizan para hablar de una licitación a medida para la actual prestadora de servicios Jan de Nul es una exageración que busca frenar la actividad. 

Y, en ese sentido, coincidieron en señalar que «existen quejas acerca de la imposibilidad de armar uniones transitorias de empresas (UTEs). Y es un error porque se pueden armar todas las UTEs que se quieran hasta el momento de la asignación del contrato, la cual tiene que establecerse en una sociedad única, anónima, de frente al Estado, que es el contralor, porque si no, cada empresa tiene su propia administración, cada empresa tiene su propia contabilidad, y es imposible para el Estado hacer un seguimiento, en función de lo que cada empresa se compromete dentro de esa sociedad, es decir, se pueden juntar cuantas empresas quieran, pero si ganan la licitación en esa forma, tienen que constituir una sociedad única, como lo hizo en su momento Hidrovía S.A., que al principio eran cuatro empresas, eran Jan de Nul, Emepa, y dos empresas constructoras que se bajaron y quedaron en Jan de Nul y Emepa, formando Hidrovía Sociedad Anónima, de cara al contrato concedido». 

Acerca de la ventaja que tendría Jan de Nul por contar con dragadoras instaladas actualmente se explicó que «el capítulo tecnológico es importante, porque en algún lugar se quejan de que exigen máquinas propias. ¿Por qué lo hacen? Si conocen la constitución del parque de dragas a nivel mundial. Es acotado con respecto a la cantidad de obras de infraestructura marítima que se realizan alrededor del mundo. Desde operaciones de dragado en el canal de Panamá hasta los puertos, no sé, de Australia o de Europa, donde se les ocurra, se requieren estas dragas, entonces es un número finito, por lo tanto, una obra como la Hidrovía requiere que quien la lleva adelante tenga la capacidad de contar con las dragas necesarias en el momento que haga falta. Cuando hay una bajante y vos necesitas, en vez de 6 dragas, 10 dragas, tenés que tener disposición inmediata, no podés estar esperando hacer un leasing o realizar un alquiler de una draga que por ahí está en otro tipo de función o no la podés conseguir o eventualmente eso encarece la operación porque tenés que pagar un precio mayor y lo terminas trasladando al usuario». 

Estas son sólo algunas de las batallas que se libran por el control de la Hidrovía. Un negocio pensado para los próximos 60 años que enfrentan a las grandes corporaciones del sector y a dos de los más importantes políticos de la Argentina. Mauricio Macri y Javier Milei. 

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