El aumento que se observó en el precio de la hacienda desde fines de noviembre estaría motivado por tres factores principales, según explica el consultor Víctor Tonelli.
El primero sería el cambio de patrón climático ocurrido en las últimas semanas, que fue muy positivo para la producción forrajera. “Las repetidas lluvias produjeron mucho pasto en las zonas ganaderas, lo que redujo la salida forzada de hacienda de los campos y permitió tener una visión más previsible para las ventas de los próximos meses”, explicó el analista en una reunión organizada por la consignataria Colombo y Magliano, al cumplir 85 años de su fundación. También influyó la dificultad para cargar hacienda para faena luego de varios días de lluvia en campos sin salida al asfalto.
Además, la suba de precios le convino a todos los operadores cadena cárnica: matarifes, carniceros y transportistas, entre otros, que la estaban esperando luego del desfase versus la inflación general del año; así pudieron ajustar sus negocios en un nuevo nivel. Por esa causa, “la suba no fue criticada ni se intentó reprimir por ningún eslabón de la cadena”, precisó el especialista.
Tonelli proyecta que estos precios del gordo se pueden mantener hasta febrero o marzo, cuando pueden dar otro salto a partir del mayor poder adquisitivo de la población. En esa época, estima que los ajustes macro que realizó el Gobierno se van a empezar a trasladar a la micro. Por el lado de la exportación también ve un panorama favorable porque continuará la misma demanda en volumen de 2024 pero con reducciones en la oferta. Por ejemplo, Brasil atenuó su capacidad de venta internacional y Australia y los EE.UU. no pueden crecer en los volúmenes ofrecidos. Con ese panorama de oferta ajustada frente a una demanda sostenida habría que pensar en una mejora de precios, según Tonelli.
Para el consultor, la hacienda de invernada “todavía no llegó al techo de precios”. Sobre la base de un clima favorable, que generará pasto en los próximos meses y con pronósticos de año Neutral o El Niño para 2025, la cantidad de terneros podría ser insuficiente para abastecer a la demanda de los invernadores. Tonelli espera que 2025 y 2026 sean muy interesantes en precios ganaderos y que constituyan un marco adecuado para aplicar tecnología y ajustar procesos.
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