La conducción de un vehículo automático puede parecer sencilla pero dominar técnicas como el frenado con motor pueden marcar una gran diferencia en la seguridad y el rendimiento del automóvil.
Este método no sólo ayuda a reducir la velocidad de manera efectiva, sino que también contribuye a preservar la vida útil de los frenos, pues se recurre a la resistencia del motor para desacelerar el vehículo.
El sitio oficial de Ford, una marca reconocida de autos, señala que tanto en vehículos automáticos como en estándar se “reduce el consumo de combustible” y en caso de que sea estándar también alarga la vida del clutch.
Esta técnica es especialmente útil en situaciones como descensos pronunciados o al conducir en carreteras montañosas. Al entender cómo funciona este proceso, es más sencillo implementarlo correctamente y contribuye a que los conductores tengan un mejor control sobre el vehículo, lo que también reduce considerablemente el desgaste de los componentes de frenado.
Lo primero que se debe hacer es revisar la transmisión para verificar que el vehículo tenga un “modo manual” que se representa con la letra M. Algunos coches automáticos cuentan con una palanca que permite seleccionar marchas manualmente y otros pueden tener palancas detrás del volante.
Una vez que se sabe que tiene esta opción, se debe cambiar de drive, representado con la letra D a manual (M) o baja (L) dependiendo del modelo del auto.
Al realizar este movimiento lo que se hace es seleccionar marchas más bajas, lo que disminuye la velocidad del vehículo. Mientras se frena suavemente con el pedal se desciende una marcha utilizando la palanca.
Esto aumentará la retención del motor y ayudará a desacelerar el vehículo sin depender únicamente de los frenos. Dependiendo de la inclinación de la pendiente o de la velocidad a la que se desplace el vehículo, se pueden bajar varias marchas para maximizar el efecto del frenado con motor.
Es importante recordar que este método es más efectivo en marchas bajas, es decir, utilizando la primera, segunda y tercera velocidad en comparación con marchas más altas.
También cabe señalar que el freno con motor no debe sustituir completamente al uso de los frenos, sino que es un recurso que permite utilizar ambos métodos en conjunto para evitar un desgaste excesivo del sistema de frenado.
De acuerdo con el sitio oficial de Ford, al utilizar el motor para desacelerar se reduce la carga de trabajo sobre los frenos, lo que puede prolongar su vida útil debido a que sufren un menor desgaste.
Otro de los beneficios de utilizar este método es que en carreteras montañosas o al entrar en curvas se mantiene una velocidad más controlada y esto permite que el vehículo tenga mayor estabilidad, por lo que es crucial el saber cómo utilizarlo.
Con esto, de acuerdo con los expertos, se evita que se cristalicen los frenos, pues luego de utilizarlos mucho, con la fricción constante, el calor hace que tanto las balatas como los rotores se vean afectados, por lo que quedarán inservibles,
Para repararlo existen dos opciones. La primera y más recomendada es cambiar las balatas y rectificar los rotores; la segunda alternativa, en caso de que esto se salga del presupuesto contemplado, es lijar la superficie para eliminar el material que se encuentra afectado, siempre acudiendo con un profesional.
En algunos casos, puede ayudar a mejorar el consumo de combustible al evitar el uso constante de los frenos e incluso en automóviles como los eléctricos, se alimenta de una forma alterna la batería del vehículo.