«El equipo llega motivado, con el doble condimento de disputar un clásico». Así arrancó Nahuel Losada su charla con Olé. Y cómo no emocionarse cuando se habla del clásico del Sur, ese partido que no es un partido más. Podrán llenarse la boca con el Superclásico, el de Avellaneda, el rosarino o el platense, pero este tiene un sabor que solo los de Lanús y Banfield entienden. Es pasión pura. Se siente en el aire, se respira en las calles, se lleva en el alma.
Es una rivalidad que late en cada esquina. Separados apenas por una estación de tren, pero unidos por años de enfrentamientos inolvidables, el amor y la rivalidad en esta historia se mezclan como pocas veces. Es más que fútbol. Es la necesidad de demostrar quién «manda» en el barrio. Este partido no se juega, se vive.
Su primer clásico con la camiseta del Grana. (@clublanus)
Un camino con obstáculos
No todo es color de rosa en la Fortaleza. Lanús no llega de la mejor manera. La racha es mala y la hinchada lo dejó claro en el último partido. Los murmullos, las críticas, todo está ahí, presente. Losada no esquiva la realidad.
“Los comentarios sobre el rendimiento del equipo son entendibles, porque todos queremos ganar y ganarnos un lugar. Somos conscientes de que tenemos que mantener los pies sobre la tierra y valorar el trabajo que estamos haciendo. Tenemos al técnico que nos indica qué hacer en cada partido y estamos dando lo mejor de nosotros para estar a la altura. A veces se da y a veces no, pero son cuestiones del fútbol que vivimos cotidianamente”, dice.
“Lanús atraviesa una racha de malos resultados. Obviamente, somos conscientes de lo que nos jugábamos, de lo que perdimos y es una lástima que sea así, porque el hincha siempre está. Nosotros tenemos que darle alegrías”, admitió.
La situación no deja lugar a dudas. Lanús apostó todo a la Sudamericana y quedó eliminado. En el torneo local, apenas dos victorias en 17 partidos. Y la clasificación a las copas internacionales del próximo año está cada vez más lejos.
En el último clásico empataron 1-1 en la Fortaleza. (Prensa Lanús)
El Clásico del Sur: ¿se juega algo más que el honor?
El clásico es esa oportunidad de cambiarlo todo. Losada lo tiene claro: “El equipo llega motivado, con el doble condimento de disputar un clásico y además, la oportunidad de acercarnos a los puestos de clasificación a la Sudamericana. La verdad es que Lanús se lo merece, este club exige estar en competencias internacionales. Tenemos un lindo desafío para el fin de semana y ojalá logremos un resultado favorable para nosotros”.
Es un momento bisagra. Una especie de todo o nada. Y aunque el presente no sea el mejor, el arquero prefiere mirar el panorama completo: “No hay que olvidar que Lanús entró este año en una etapa complicada y la verdad es que el balance es súper positivo. Haber llegado a una semifinal de Sudamericana y habernos acomodado en los promedios es algo muy importante».
Losada amplió: «Es simplemente una racha de malos resultados que complica y el clásico es un punto de inflexión tanto para el equipo como para el hincha. Vamos a dar todo para darle la alegría a la gente que se lo merece, porque estuvo todo el año bancando. Nos hubiese gustado darles más alegrías, pero cerrar el año con una victoria en el clásico sería fundamental”.
El Clásico del Sur espera. Y no es solo fútbol: es identidad, es barrio y es historia. Y para Lanús, es una oportunidad de reivindicación, una revancha con su gente y consigo mismo.
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