En un vecindario de Lima, la tranquilidad habitual se ha visto alterada por un fenómeno inquietante: las casas y parques del área están cediendo al colapso del suelo. Lo que alguna vez fue un barrio familiar y seguro, hoy muestra signos de un deterioro inesperado, con viviendas que se inclinan y fracturas visibles en las calles. Los residentes se enfrentan a una realidad que parece sacada de una pesadilla, donde la estabilidad de su hogar está en juego.
Este colapso gradual del terreno ha generado preocupación entre los vecinos, quienes observan cómo sus propiedades y espacios comunes se deforman con el paso del tiempo. En las imágenes captadas, es evidente cómo las casas, antes firmes, ahora presentan grandes rajaduras y hundimientos, mientras que incluso los parques parecen desafiar las leyes de la gravedad. Pero, ¿qué está detrás de este extraño fenómeno?
El vecindario de Limatambo, ubicado en el céntrico distrito de Surquillo, es un claro ejemplo de cómo un fenómeno geológico puede transformar la vida cotidiana de sus habitantes. En una visita realizada por el canal Dilo Nomas, se observó un alarmante deterioro en la zona: una hendidura en la pista principal es solo uno de los primeros signos de un hundimiento que afecta a varias viviendas del vecindario. Durante el recorrido, se evidenció que las casas muestran una inclinación visible hacia la derecha, un indicio claro de que el suelo está cediendo bajo ellas.
Al caminar por las calles, se nota cómo algunas viviendas han quedado deshabitadas, abandonadas por sus dueños que ya no pueden hacerle frente a los daños estructurales. Las paredes de muchas casas están gravemente rajadas, lo que aumenta la preocupación entre los residentes. El lugar, que alguna vez fue un tranquilo vecindario, se ve ahora marcado por la presencia de grietas, inclinaciones y otros daños visibles, un reflejo de un problema que parece avanzar sin que se vislumbre una solución inmediata.
El hundimiento que afecta al vecindario de Limatambo tiene sus raíces en un pasado que poco se conoce. Según un vecino del área, en tiempos anteriores, la zona era una cantera donde se extraían rocas y otros materiales para la construcción. Para realizar esta extracción, se creó un gran hueco en el terreno, que con el tiempo fue rellenado, no de manera controlada, sino con materiales poco adecuados. El proceso de rellenado no fue bien gestionado, y, de acuerdo con los testimonios, se utilizó incluso basura y desechos, algo que ha dificultado la correcta compactación del suelo.
A lo largo de los años, los terrenos fueron vendidos y las personas construyeron sus viviendas sin ser conscientes de la fragilidad del suelo bajo ellas. A esto se sumó otro factor agravante: la rotura de algunos desagües en la zona, lo que provocó inundaciones que debilitaron aún más la estructura del terreno. Estos factores, combinados con el paso del tiempo, han provocado que el suelo ceda progresivamente, esto ha causado el hundimiento que hoy afecta gravemente al vecindario.
Este fenómeno no solo ha alterado la infraestructura del vecindario, sino también la vida diaria de los residentes, quienes enfrentan el temor de perder sus hogares. Muchos vecinos han sido forzados a abandonar sus propiedades debido a la magnitud de los daños, mientras que otros aún luchan por mantener su estabilidad. Las familias afectadas se encuentran en una situación de vulnerabilidad, sin saber si podrán recuperar la seguridad de su vivienda.
El hundimiento también ha generado un creciente sentimiento de abandono, ya que las autoridades parecen no tener una solución inmediata para el problema. Los residentes viven con incertidumbre y esperan que se tomen medidas urgentes para evitar un colapso total de la zona.
Un estudio realizado por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha revelado detalles preocupantes sobre la composición del terreno en este vecindario de Lima. Según la investigación, el suelo está formado mayoritariamente por material de relleno, con profundidades que oscilan entre los 5 y 30 metros, asentado sobre un conglomerado aluvial más consistente. Este material de relleno presenta problemas significativos, como un alto contenido de humedad en ciertas áreas, lo que aumenta el riesgo de hundimientos y deformaciones en las estructuras.
Los expertos elaboraron un mapa de zonificación geofísica que identifica las áreas más vulnerables donde se destacan aquellas con mayor humedad como zonas de alto peligro. Este diagnóstico alerta sobre los posibles efectos catastróficos en caso de un sismo de moderada a alta intensidad, que podría causar sacudimientos, hundimientos y desniveles graves en el terreno.
Además, la alcaldesa de Surquillo, Cintia Loayza, se pronunció sobre el alarmante problema que enfrenta el vecindario afectado por el hundimiento. Según explicó, su administración ha comenzado a tomar medidas específicas para abordar la situación. En enero de este año, la municipalidad firmó un acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú (IGP) para llevar a cabo un estudio geofísico que analizara a fondo la estabilidad del suelo en la zona afectada.
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La crisis en el vecindario tiene sus raíces en decisiones tomadas hace décadas. Durante la construcción de la Vía Expresa del Paseo de la República, el terreno fue rellenado con basura y desmonte, sin una adecuada compactación o estudios previos.
A lo largo del tiempo, este material inestable se convirtió en la base de edificaciones que cuidaban de las certificaciones municipales y análisis de suelos necesarios, agravando la vulnerabilidad de la zona. Además, la falta de acciones efectivas por parte de gestiones municipales anteriores, desde que se identificó el problema en 2006, ha permitido que la situación se deteriore aún más.
El hundimiento del suelo en la urbanización Limatambo, estimado en aproximadamente 40 centímetros, ha generado preocupación constante entre los vecinos, quienes han expresado reiteradamente sus inquietudes a los medios de comunicación. Entre las denuncias más frecuentes destacan las grietas y fisuras en las viviendas, así como el evidente desnivel de las pistas en el cruce de las calles Los Cuculíes y Los Faisanes, en Surquillo.
Esta problemática ha afectado a más de 60 familias, quienes enfrentan un riesgo considerable debido a las condiciones inestables del terreno en la zona. La gravedad de la situación exige atención urgente por parte de las autoridades competentes para prevenir mayores daños y garantizar la seguridad de los residentes.