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lunes, 23 diciembre, 2024
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Las razones por las cuales los gremios de Aerolíneas Argentinas no quieren manejar la empresa

La medida que Intercargo desplegó este miércoles de manera imprevista provocó un caos en el Aeroparque Jorge Newbery. Pasajeros encerrados en aviones, filas interminables y equipajes retenidos durante horas fueron solo algunas de las complicadas situaciones que se vivieron y que activaron una denuncia casi inmediata del Gobierno.

Es que la empresa que maneja el servicio de rampas eligió esta particular manera de reclamar, tras conocerse el despido de un trabajador de la firma.

En este marco, el vocero presidencial, Manuel Adorni, y luego la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anticiparon que demandarán penalmente a la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) e Intercargo por «secuestro de pasajeros», «abandono de personas», entre otras conductas.

Javier Milei lanzó un ultimátum a los gremios aeronáuticos

El Gobierno lanzó un ultimátum a los gremios aeronáuticos, con la amenaza de cerrar Aerolíneas Argentinas: si para el viernes no presentan un plan para que la empresa funcione sin conflictos, Javier Milei pedirá que la compañía entre en un Plan Preventivo de Crisis que derivará en su cierre definitivo.

La amenaza se dio en medio de otro día de caos, demoras y cancelaciones en Aeroparque, a partir de una medida de fuerza realizada por los trabajadores de Intercargo, que mantuvo a cientos de pasajeros varados dentro de aviones.

Según señalaron desde la Casa Rosada, la propuesta de los sindicatos deberá ser del «agrado» del Presidente porque, caso contrario, tomó la decisión de avanzar con el cierre de la empresa aérea estatal.

Fue luego de que una medida de fuerza de Intercargo paralizara el funcionamiento de Aeroparque, con decenas de vuelos demorados, cancelaciones e imágenes de pasajeros arriba de los aviones durante horas, ya que no contaban con el servicio de rampas y escaleras. También se dejaron de despachar valijas.

En ese escenario, el Gobierno había dicho que denunciará ante la Justicia al sindicato aeronáutico APA por «abandono de personas,  intimidación pública y bloqueo».

«Hay personas de rehenes, con ataques de pánico por un terrorismo sindical que busca poner en jaque el sistema aerocomercial de la Argentina», sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni en una declaración a la prensa en Casa Rosada.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue contundente: «Pasajeros descompuestos y con ataque de pánico. Con la Policía de Seguridad Aeroportuaria estamos colaborando con Franco Mogetta, secretario de Transporte de la Nación, para bajar a la gente varada arriba de los aviones, porque no hay servicios de escaleras ni de rampas».

¿Por qué los gremialistas de Aerolíneas Argentinas no manejan la empresa?

En el marco de los planes del Gobierno de avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, había sugerido una nueva opción sobre el futuro de la aerolínea estatal.

Sturzenegger propuso una alternativa a la privatización tradicional: transferir la compañía a sus empleados. «Una buena posibilidad es dársela a los empleados. Es algo que se puede hacer rápido y de manera legal», aseguró el funcionario.

La propuesta de Sturzenegger surge en medio de las discusiones sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas, que ha generado fuertes debates tanto en el Congreso como entre los gremios aeronáuticos. Según el ministro, la empresa estatal ha generado millones de dólares en pérdidas y es necesario encontrar una solución para evitar que el déficit siga impactando en las finanzas públicas.

La pulseada entre los funcionarios del Gobierno nacional y la mayoría de los sindicalistas aeronáuticos por los salarios de los trabajadores de la empresa Aerolíneas Argentinas, excede la cuestión gremial y enfrenta dos modelos de gestión y administración por los cuales ninguna de las dos partes en pugna podrá alcanzar un acuerdo. 

Lo antedicho queda manifestado en dos puntos: 

  • La negativa del Gobierno a aumentar los salarios de los trabajadores de Aerolíneas, que desató una huelga salvaje en detrimento de los usuarios de la línea aérea y debates interminables en redes sociales acerca de cuánto ganan los pilotos y otros operarios de la compañía donde se muestran recibos de sueldo de manera constante. 
  • El rechazo de los sindicatos a la audaz propuesta del presidente Milei, esbozada en la campaña electoral, para que los trabajadores sean dueños y operen Aerolíneas Argentinas como quieran. 

La postura de los gremios aeronáuticos

Edgardo Llano, es el secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), milita en la CTA de Hugo Yasky y es titular de uno de los gremios ultra kirchnerista. Fue el primero en rechazar la propuesta, considerándola como el «certificado de defunción» para la aerolínea de bandera. 

Paradójicamente, lo que para muchos ciudadanos sería un premio al sacrificio del trabajo diario y un honor conducir una empresa de la magnitud e importancia de Aerolíneas, los integrantes de ese gremio consideran que entregar la compañía a los trabajadores sería fatal. Argumentan que la propuesta de Milei implica retirar los aportes estatales, una condición sine qua non para su funcionamiento.   

Queda claro, entonces, la necesidad de financiamiento estatal con dinero público de todos los contribuyentes, incluso de aquellos que no vuelan. Llano afirmó, «esta empresa sin los aportes del Estado, no puede funcionar». 

Entre los técnicos aeronáuticos de APTA de Ricardo Cirielli, que en los últimos acontecimientos se mostró más cerca de la conducción de la empresa, señalaron también las dificultades que tendrían los trabajadores si se hicieran cargo de la empresa en su totalidad. Al respecto, sostuvieron: «La verdad es que los gremios no tienen espalda financiera para sustentar la empresa y, muchos saben, que al no ser rentable, y con enormes juicios y reclamos, sin el aval del Gobierno nacional, ningún proveedor le va a vender nada. ¿Quién le va a vender insumos con la garantía de un gremio detrás? Nadie». 

Al presentarse en sociedad la posibilidad que los trabajadores sean dueños de la empresa, el piloto Pablo Biró de APLA, el capitán del gremio más combativo a la política desreguladora de la administración de Milei, optó por no ser tan categórico como Llano al señalar que los trabajadores no podrían dirigir la empresa. 

Cerca de Biró dejaron trascender que el sindicalista tomó nota sobre que en los artículos modificados nunca se nombró la posibilidad de privatizar la compañía aeronáutica. Solo dejaron armado el andamiaje regulatorio para que los trabajadores entren a la conducción de Aerolíneas. 

Biró señaló oportunamente que, «cuando Milei, que es economista, vea el impacto de Aerolíneas sobre el PBI de la Argentina no solo no se la va a querer dar a los trabajadores, sino que va a buscar un management eficiente para potenciarla». 

El titular de APLA se refería al impacto que la empresa tiene en un sector de la economía. «La ventaja de tener línea de bandera es que la usás como herramienta estratégica para desarrollar el turismo», dijo. 

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