La clausura del estadio de Racing por un mes abrió numerosas especulaciones. Sin embargo, hay una sensación dominante entre quienes caminan los pasillos de Mozart y Corbatta, ahí mismo donde la ‘Academia’ no podrá jugar con público frente a Independiente Rivadavia de Mendoza. Algunos dirigentes creen que se trata de un pase de facturas de Axel Kicillof a Máximo Kirchner, quienes están enfrentados en la interna del Partido Justicialista. Y no están dispuestos a mudar su localía. Por eso, el domingo enfrentará a los mendocinos a puertas cerradas.
La Agencia de Prevención de la Violencia en el Fútbol (APreViDe) está bajo la órbita del gobernador bonaerense, a quien no le gusta el fútbol pero está pendiente de los movimientos que se producen a su alrededor. En ese sentido, en Racing consideran que la disposición que se publicó en el Boletín Oficial tiene que ver con un conflicto de intereses y la relación que el hijo de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene con algunos miembros de la Comisión Directiva que encabeza Víctor Blanco.
La Cámpora peleó con Kicillof a partir de su indefinición en la disputa por la conducción del PJ que llevaron adelante CFK y Ricardo Quintela. La Justicia bloqueó la candidatura del gobernador riojano por la falta de avales y quien hasta diciembre fue la vicepresidenta de Alberto Fernández se autoproclamó ganadora.
Por otro lado, Racing mira de reojo al titular de la APreViDe Guillermo Cimadevilla porque levantó la prohibición que pesaba sobre Independiente desde noviembre del año pasado, cuando su antecesor Eduardo Aparicio restringió el ingreso de instrumentos musicales, banderas y fuegos de artificio producto de una bengala náutica que se disparó en el partido de la Copa de la Liga ante Banfield.
Desde el organismo provincial indican que hubo 20 heridos y aseguran que hubo “complicidad” del club para permitir el ingreso de la pirotecnia. Hasta aportaron videos. El tema, claro, es que esta suspensión se dio a conocer justo la misma semana en la que River solo sufrió la clausura de la tribuna Centenario Alta, muy a pesar de su ruidoso y colorido recibimiento ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores. La bronca se disparó más allá de que se trata de diferentes jurisdicciones.
“Todo es muy exagerado”, le dijo un directivo de peso a Clarín. Sin embargo, el club prefirió jugar a puertas cerradas que movilizarse hasta otro estadio. Además, se especula que la sanción se cumplirá ante los mendocinos, ya que después habrá fecha FIFA, una visita a San Lorenzo y cuando le toque enfrentar a Estudiantes en Avellaneda, se pedirá la postergación, ya que la Academia tiene que jugar la final de la Sudamericana contra Cruzeiro en Asunción.