La ahora despedida canciller Diana Mondino se enteró de su expulsión del gobierno de Javier Milei mirando noticieros de TV en su despacho. Estaba con colaboradores diseñando una nueva estructura para la Cancillería. Quienes la acompañaban aseguran que al enterarse de que la reemplazaría Gerardo Werthein, embajador en los Estados Unidos, sin siquiera un llamado de Milei, quedó en shock, paralizada y demudada, previo a una crisis de nervios y de llanto por la traición que sentía del Presidente.
«Estaba devastada, en shock, en una crisis de nervios y decía ‘cómo me puede hacer esto Javier, es algo que nunca me pasó en mi vida, en ningún lado'», señalaron a colaboradores de ella a funcionarios de la Casa Rosada, según pudo reconstruir iProfesional de fuentes oficiales.
De inmediato, Mondino llamó por teléfono a Milei para explicarle que el polémico voto de la Argentina en las Naciones Unidas (ONU) en contra del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, que fue el motivo de la decisión de Milei de expulsarla de las Fuerzas del Cielo, había sido consultado con lo más alto de la Casa Rosada por altos funcionarios que ella había designado para llevar el asunto. Pero Milei le dijo que «la aprecia mucho, pero se sintió traicionado».
Diana Mondino, shockeada, tras ser despedida por Javier Milei
«Bustamante lo habló con Sotelo y este con Caputo, por eso le dimos la orden a Lagorio de que votara en contra del bloqueo», intentó explicar Mondino a Milei, según pudo reconstruir iProfesional de fuentes oficiales.
Mondino sabía que ese voto era sensible para Milei. Delegó el problema en su vicecanciller Eduardo Bustamante, que recientemente reemplazó a Leopoldo Sahores, que renunció ante los embates de la Casa Rosada contra Mondino. Bustamante le pidió al secretario de Culto y Civilizaciones, Nahuel Sotelo, que consultara el tema con Santiago Caputo, la mano derecha e izquierda de Milei y de Karina Milei. Bustamante fue designado por el asesor monotributista todoterreno, que junto con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, querían remover a Mondino de la Cancillería, con venía de Milei, hace semanas. La salida de Mondino era un secreto a voces, solo faltaba definir fecha.
En virtud de la confianza de Bustamante con Caputo y la hermana del mandatario nacional, Mondino confió en que el nuevo vicecanciller haría lo indicado por el «Triángulo de Hierro», es decir, la tríada de Milei, Karina y Caputo junior. Nada podía fallar si Bustamante consultaba todo con Caputo.
Había, además, un ingrediente adicional: el embajador ante la ONU, Ricardo Lagorio, aún sigue al frente de la misión, pero ya tiene decreto para su regreso a fines de noviembre, y el designado en su reemplazo, Francisco Tropeppi, todavía no está en funciones. Esto sumaba problemas.
De todos modos, el voto en la ONU es un trámite burocrático y lo puede hacer el segundo de la misión en Nueva York, pero con una orden formal de la Cancillería.
El voto en la ONU, el disparador del escándalo en Cancillería
En este caso, fue el propio Lagorio quien apretó el botón para votar en contra del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba. «Todavía estoy acá, yo fui quien apretó el botón. Estoy acá hasta el 20 de noviembre, si no me eyectan antes. Uno tiene 45 dias para volver. No me voy a tomar los 45, pero no voy a salir corriendo. Yo apreté el botón con instrucciones precisas de la Cancillería», comentó Lagorio a funcionarios amigos de la línea del Ministerio de Relaciones Exteriores, según reconstruyó iProfesional en la mañana de este jueves.
Hace un mes, durante la Asamblea General de la ONU, Lagorio sufrió un episodio similar: fue echado de la embajada ante la ONU por Milei y por incidencia del entonces embajador en los Estados Unidos, Gerardo Werthein, con el visto bueno de Caputo y de Karina Milei. En línea con los informes de la diplomacia de la Cancillería, Lagorio había firmado el «Acuerdo del Futuro» de la ONU (Agenda 2030), que Milei aborrece por sus principios ideológicos ultraconservadores y «antiglobalistas».
En aquel momento, Mondino debió retrotraer la firma de Lagorio y anunciar que el país rompía ese acuerdo. Lagorio había obedecido a la Cancillería y fue castigado.
Entonces, el mismo Werthein recomendó a Tropeppi para la silla de Lagorio. Pero aun este no asumió en Nueva York, por lo cual fue Lagorio el que debió votar en contra del bloqueo, aunque lo hizo por encargo de un cable de la Cancillería.
Según pudo saber iProfesional, con este contexto conflictivo, ante el pedido de Mondino y a sabiendas de la sensibilidad del tema Cuba, Bustamante le encargó la consulta al secretario de Culto y Civilizaciones, Nahuel Sotelo, otro de los adláteres de Caputo y Karina en la Cancillería, completamente intervenida por «el triángulo». Además de Sotelo y Bustamante, Karina Milei tiene como interventora en el piso 13 a la abogada Úrsula Basset.
La consulta de Bustamante y Sotelo a Caputo tenía una previa elaboración técnica de la Dirección de Organismos Internacionales, que es la sección de la Cancillería que hace el informe burocrático sobre la política permanente del país en materia de relaciones exteriores en los organismos.
Ese informe, según señalaron fuentes cercanas a Mondino, indicaba que la Argentina viene votando hace 32 años en contra del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba porque este país es muy relevante en el Comité de Descolonización de la ONU, donde la Argentina reclama año a año la soberanía sobre las Islas Malvinas, con el apoyo de Cuba.
Es una política permanente que no cambia con los gobiernos. «Para los técnicos de la Cancillería era importante votar en contra del bloqueo, por mantener el acuerdo con Cuba y en contra de Gran Bretaña y por el Comité de Descolonización que se reúne todos los años y lo hará el año próximo a principios de año», señalaron altos diplomáticos.
Por otra parte, de igual manera votaron este miércoles 187 de los 190 países de la ONU, incluyendo a todos los que Milei suele elogiar como occidentales y liberales, como Gran Bretaña, Alemania, Francia, Hungría, Italia y el mundo desarrollado, salvo Estados Unidos e Israel, los únicos que avalaron el bloqueo. Por ese motivo, Bustamante le llevó ese informe a Sotelo, quien lo transmitió a Caputo.
Para Mondino, entonces, no revestía ninguna violación al espíritu libertario votar en favor de Cuba. De hecho, al oponerse a la Agenda del Futuro, Milei también en Contra de Estados Unidos, Israel y el mundo desarrollado y había quedado del lado de Cuba, Irán, China, Venezuela, Bolivia y varios países considerados comunistas por el libertario.
Pero igualmente Mondino le encargó a Bustamante que consultara con la Casa Rosada para despejar dudas. Bustamante le trasladó el pedido al joven Nahuel Sotelo, que conversó con Caputo. «Dicen que Caputo dio el visto bueno», señalan en la Cancillería. Y fue así como Bustamante dio luz verde a Lagorio para votar a favor de Cuba».
Una vocera de Mondino, por esas horas, lo explicó de esta manera: «Nuestra posición histórica es en contra de las medidas coercitivas unilaterales consideradas ilegales si no provienen del Consejo de Seguridad de la ONU». Un diplomático de carrera cercano a Mondino dijo que «de todas maneras yo hubiera votado en contra de Cuba». Con el diario del lunes, en Cancillería hubo muchas hipótesis.
Pero ante la noticia devastadora de su expulsión, Mondino llamó a Milei y le explicó como había sido su procedimiento. Tenía el visto bueno del «Triángulo de Hierro». Pero dicen que Caputo se desentendió y que Sotelo tampoco habló. «Yo te aprecio mucho Diana, pero me siento traicionado por vos», dicen que le dijo el Presidente a la canciller.
En el entorno de Mondino aseguran que ella se siente traicionada como nunca en su vida. «Está devastada, llora a cada rato, siente que hubo un destrato y que le hicieron una cama entre Bustamante y Nahuel Sotelo con Caputo», señaló una fuente oficial a iProfesional. «Siente que es lo peor que le hicieron en su vida. Ella siempre fue una mimada por los empresarios, el establishment, la Ucema, y por el público. No puede entender cómo le tendieron esa trampa».
Mientras tanto, Werthein llega este jueves a la Cancillería y prepara varios cambios de funcionarios. Milei también mató dos pájaros de un tiro: se desprendió de Mondino, a quien su círculo íntimo despreciaba, y sacó de la embajada en los Estados Unidos a Werthein, y lo trajo a Buenos Aires. Dicen que el empresario tiene mejor relacion con el Partido Demócrata de los Estados Unidos y Milei quiere que ganen los republicanos con Donald Trump.
En cuanto a Mondino, también está profundamente estupefacta porque siente que es el fin de su carrera política. La ahora ex canciller sabía que estaba en la cuerda floja, pero tenía expectativas de llegar a 2025 y presentarse como candidata a diputada por La Libertad Avanza. Pero con esta maniobra de Milei no tiene retorno en el espacio.
Uno de los que se movió en estas horas ante la Casa Rosada para pedir explicaciones y clemencia fue el hijo de Diana Mondino, Francisco Pendas. Dicen que llamó a todos los teléfonos que pudo, pero nadie le dio una explicación. Tal vez la única explicación la dio el vocero presidencial Manuel Adorni, de quien Mondino se enteró de su renuncia por TV.
En estas horas, Adorni señaló ante la consulta sobre Mondino que «se hace lo que dice el Presidente». La ex canciller ahora se arrepiente de haber entrado a la política y siente un destrato que nunca experimentó. Su hijo Francisco Pendas no para de consolarla en constantes visitas y llamados. Werthein asumirá con el compromiso de respetar todas las decisiones de Karina Milei y de Caputo. Todos los ministros ahora saben que su silla no está asegurada. Nunca, ni aunque obedezcan las órdenes de Caputo y Karina.