El gobierno de Formosa, comandado por Gildo Insfrán desde 1995, vuelve a estar bajo la lupa por irregularidades, esta vez por anomalías en la compra de manuales y libretas universitarias que destacan su propia gestión como un «hito histórico». El gasto, que supera los $68 millones, generó críticas no solo por el contenido del material, sino también por la falta de transparencia en la licitación y el uso de fondos públicos en una provincia que enfrenta uno de los mayores niveles de pobreza en el país.
Facturas truchas y manuales: el curro de Gildo Insfrán
En ese sentido, la diputada provincial Gabriela Neme, del partido Nuevo País, denunció que el gobierno formoseño habría falseado facturas para adquirir estos manuales «adoctrinadores», que se distribuyen en escuelas y universidades bajo el disfraz de la compra de «resmas de papel oficio A4». Esta maniobra permitió adjudicar la licitación sin detallar el verdadero propósito de los materiales, cuyo costo total fue de $68.738.650,00, abonado por el Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas de la provincia.
El cuestionamiento central gira en torno a la prioridad de este gasto en una provincia donde, según el INDEC, la pobreza alcanzó el 67% en el primer semestre del año, y con una estructura laboral donde 68 de cada 100 habitantes son empleados públicos, según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Según los datos de esta organización, Formosa es una de las provincias más dependientes del financiamiento nacional, lo que genera cuestionamientos sobre el uso de estos fondos en actividades que no contribuyen al desarrollo económico real de la región, más teniendo en cuenta que este territorio tampoco es gran aportante de recursos.
En este contexto, destinar casi $70 millones en material pedagógico con un evidente sesgo político resulta un despilfarro de recursos frente a las necesidades apremiantes de los formoseños.
La poca transparencia en las licitaciones es costumbre en Formosa
La denuncia de Neme también resalta la falta de transparencia en el proceso licitatorio. Mientras que en otras provincias, y a nivel nacional, los procesos de compra se publican de manera abierta y accesible, en Formosa, las licitaciones como la de estas libretas y manuales se disfrazan bajo rubros ambiguos, lo que impide que la ciudadanía y los organismos de control tengan claridad sobre en qué se están gastando los fondos públicos.
Este tipo de prácticas puede generar sobrecostos y malgasto de dinero público, dado que, al adjudicar productos diferentes a los anunciados, se aparta a la competencia y favorecen a ciertos proveedores. En términos presupuestarios, este manejo opaco reduce la eficiencia del gasto público y puede distorsionar las finanzas provinciales, afectando aún más una economía ya castigada por la falta de inversión y desarrollo genuino.
Gasto innecesario, en un contexto de dependencia estatal
La economía de Formosa está caracterizada por una fuerte dependencia del Estado, lo que hace que cualquier desvío de fondos hacia compras innecesarias agrave la situación social. La provincia está entre las que más recursos recibe per cápita a través de transferencias del Estado nacional, pero estos fondos, en gran parte, se gastan en mantener una abultada estructura de empleo público. Por lo que, desviar fondos para producir material que promueva la imagen de Insfrán en lugar de destinarlos a infraestructura, salud o programas de empleo, genera aún más desequilibrio.
En este sentido, la legisladora afirmó que es fundamental analizar si la provincia está gestionando de manera adecuada sus recursos, especialmente cuando enfrenta un elevado nivel de pobreza estructural.
El comprobante de pago de los manuales destinados a escuelas primarias en Formosa.
El costo oculto del adoctrinamiento
Más allá del gasto público, el contenido de los manuales distribuidos en las escuelas formoseñas también generó preocupación entre padres y docentes. Los cuadernos de Ciencias Sociales, distribuidos entre los niños de 1°, 2° y 3° grado, incluyen una sección denominada «El modelo formoseño», en la que se destaca la gestión de Insfrán como el motor de desarrollo de la provincia. El material incluye actividades donde los niños deben consultar a sus familiares sobre cómo mejoró su entorno bajo la administración del mandatario.
Este tipo de contenido, que presenta la gestión de Insfrán como un «hito histórico», fue calificado de adoctrinador por Neme, quien argumenta que el relato promovido en los manuales distorsiona la realidad de una provincia empobrecida y dependiente. «Armaron un relato que nada tiene que ver con lo que vive el pueblo formoseño, lo que sufre el formoseño y con el empobrecimiento que ha generado Insfrán», aseguró y clamó por la pronta intervención de la justicia nacional en la provincia.
Repercusiones económicas y legales
Las constantes denuncias de Neme ponen en el centro del debate no solo el uso de recursos públicos, sino también la legalidad de las acciones del gobierno provincial. Si se demuestra que hubo manipulación de facturas y licitaciones, la gestión de Insfrán podría enfrentar sanciones, tanto a nivel judicial como político.
En términos económicos, una intervención judicial podría comprometer más recursos públicos en multas o procesos legales, lo que sumaría un costo adicional a las arcas provinciales ya tensionadas. No obstante, estas acciones por parte de la justicia no parecieran estar en la agenda, de acuerdo a lo que precisó esta misma diputada.
El caso de las libretas adoctrinadoras no solo expone el uso ineficiente de los recursos públicos, sino que también refleja la priorización de intereses políticos sobre las necesidades reales de la población, en una provincia que enfrenta grandes desafíos económicos y sociales.