Franco Colapinto hace historia. Después de convertirse en el primer argentino en meterse en el top 10 de largada de un Gran Premio de Fórmula 1, el piloto de Williams (que había quedado 9) salió en la octava posición de la grilla del complicado circuito de Bakú, en Azerbaiyán, gracias a una penalización que recibió Lewis Hamilton.
El joven piloto nacido en Pilar tuvo un arranque impecable a pesar de largar con la presión de conservar su lugar en la salida y lo logró con creces. Franco fue el primero en cambiar neumáticos antes de la décima vuelta y cayó a la posición número 15 de la carrera. Sin embargo, de a poco fue aprovechando las entradas a boxes de sus rivales y en la vuelta 23 ya estaba en la décima posición, a dos de su lugar inicial.
En su segunda carrera, Franco recibe un apoyo constante de las cabezas del equipo Williams. Esos son el ingeniero Gaëtan Jego y el jefe del equipo James Vowles.
El sábado, después de quedar en la novena posición, Jego se comunicó por radio con Colapinto: «No está mal, P9, Q3 en tu segunda clasificación. La vuelta no fue la mejor, pero fue una gran qualy, no te decepciones».
«Gracias. Patiné dos veces, creo que perdí dos décimas. Gracias chicos, a cada mecánico. Creí que no llegaba a la FP2 y me salvaron la vida».
Después, el que habló fue el hombre que apostó por él y quizá el que más confía en Colapinto: «Franco, bien hecho. Sacamos adelante un momento duro. Hiciste una gran recuperación después, estoy orgulloso de ver cómo avanzaste en cada sesión. Tenés que estar orgulloso».
«Gracias James, hay mucho trabajo para seguir hoy», dijo el argentino. «Hay puntos mañana, vamos por ellos», cerró el ingeniero.
Hace una semana, en la previa de Monza, el ingeniero le transmitió confianza a Franco a segundos de que largara en su primer GP de Fórmula 1: «No te preocupes, respira hondo antes de empezar. Sabes lo que estás haciendo, lo has hecho toda tu vida. Solo es gente diferente, una carrera diferente. Yo te guiaré, diez segundos, ¡que vaya bien, amigo!«.
Esta mañana, en el GP de Bakú, el que tomó la charla para motivar al argentino antes de subirse a un complicado circuito callejero en el que no había corrido nunca fue otra vez Jego: «Son 51 vueltas. Bakú puede ser muy complicado. Nunca es el final, así que lo que te pase… si perdés ritmo en la largada o si ganas una posición, recordá que tenemos que mantenernos enfocados y todo puede pasar. Tenemos un auto rápido, estás manejando bien, aprendiste mucho de lo que tenes que hacer en la gestión del tiempo. Si aplicás todo… va a ser día de paga. Enfocate en todo lo que aprendiste y lo vas a estar haciendo genial», le dijo el ingeniero al argentino, según cuenta Carburando, en el lugar de los hechos.