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jueves, 31 octubre, 2024
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La búsqueda del oro fugado

El Banco Central se negó a dar información sobre cualquier operación involucrada con el envío del oro de las reservas internacionales al exterior. Argumentó para ello que «cualquier dato vinculado a la ubicación estratégica» de dichos valores «podrá poner en peligro la seguridad de estos activos, con su consecuente impacto en el respaldo de la política monetaria y cambiaria implementada, el respaldo de los depósitos y la seguridad del sistema financiero”. De ese modo, denegó la solicitud de derecho a acceso a la información pública formulada por el secretario general de la Asociación Bancaria, manteniendo en una suerte de secreto de estado, y sin fundamentación sólida, la operación de salida del oro que fue reconocida semanas atrás por el ministro de Economía, Luis Caputo. 

La autoridad monetaria dejó abierta así las dudas sobre el destino que tendrá el oro que sacó del país, si está a suficiente resguardo de un eventual embargo de terceros, o sobre la operación a la que se aplicará. Por lo tanto, no queda siquiera despejada la duda sobre si el oro emigrado –se sospecha que la cifra podría haber alcanzado ya el equivalente 1500 millones de dólares– estará en condiciones de regresar alguna vez al país.

«Están queriendo ocultar lo que estarían haciendo con el oro afuera»., expresó este lunes por la noche, en una entrevista, Sergio Palazzo, diputado nacional, titular de la Bancaria y el solicitante del acceso a la información denegado por el Banco Central. Según su propia información, es posible que la semana pasada haya salido «un quinto embarque de oro» –los dos primeros tuvieron lugar en junio, sobre los cuales Palazzo pidió información al BCRA con datos muy concretos de medios y fechas del traslado del metálico– completando una cifra que podría alcanzar a los 1500 millones de dólares. «Una tercera parte del total de reservas  internacional en oro del Banco Central», explicó.

Recordó que anteriormente se habían comprobado cuatro cargamentos de oro, los dos primeros en junio. «Me explicaban que se hacen tantos envíos por un problema de los seguros en el tansporte aéreo, que estaría limitado a una suma tope de 300 millones de dólares en cada vuelo. Por lo cual, si se comprueba que en los últimos días hubo un quinto cargamento, estaríamos ya en el orden de los 1500 millones de dólares transportados al exterior». 

Más temprano, y a través de la red social X (ex twitter), el dirigente bancario hizo público que el Banco Central le había contestado sus tres solicitudes de acceso a la información pública sobre las operaciones hechas con el oro de las reservas, denegándole el derecho de acceso a la información pública. 

«Hay un error en la respuesta, aducen razones de seguridad para las reservas por las cuales no se puede informar su ubicación geográfica; y que dar la información podría poner en peligro al sistema bancario. Es ridículo. Además, pedí que me informen en qué reunión de Directorio se tomó la resolución, qué intervención tuvieron los organismos de control, qué medios de transporte se utilizaron y qué seguros se contrataron para garantizar el activo trasladado, y además con qué fin se hizo la remisión del oro. Podrían haber eludido la ubicación geográfica y darme el resto de la información. Si no dan las respuestas, es porque las están ocultando o porque no tienen cómo explicarlo», sostuvo Palazzo, quien consideró que podrían caberle graves responsabilidades penales a quienes se niegan a cumplir con sus obligaciones legales como funcionarios del Banco Central.

«Una vez más, el gobierno se maneja con una actitud secretista y oscurantista, ocultando las decisiones que toma con un bien público como si se tratara de su patrimonio privado», advirtió el sindicalista y legislador nacional.

«Me niegan la información a mí pero al ciudadano Luis Caputo, que es funcionario como yo, sí se la dan. No sólo confirmó el envío del oro al exterior sino que lo defendió como una medida muy positiva, porque si estaba en el Banco Central no la podés usar, pero si está afuera puede tener un retorno».

Se dijo entonces que una alternativa era que esos lingotes se utilizaran para viabilizar un «repo», nombre como vulgarmente se le llama en finanzas a una operación de venta de un activo a una entidad financiera, con el compromiso de ésta de revendérselo al dueño original en una fecha determinada y a un precio determinado (repurchase agreement).

Es una forma de préstamo pero con la cesión temporal del activo en garantía. En este caso, el oro de las reservas. El problema es que si a la fecha determinada, el país no está en condiciones de pagar la recompra del oro (de devolver el préstamo enmascarado), la entidad financiera podría quedárselo o estaría liberado de venderlo a un tercero. Y todo hecho a espaldas del Congreso y con riesgo cierto de perder esas reservas.  Una hipótesis para nada descabellada.

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