La primera participación de una delegación argentina recién se produjo en París 1924. A lo largo de ese recorrido de un siglo, la Argentina logró 77 medallas.
Los Juegos Olímpicos de la era moderna se iniciaron en 1896, en Atenas. Surgieron luego de la creación del Comité Olímpico Internacional, impulsado principalmente por el Baron Pierre de Coubertin. Aquellos primeros Juegos (Atenas 1896, París 1900, Saint Louis 1904, Londres 1908 y Estocolmo 1912, además de una edición extra en Atenas 1906) poco tienen que ver a lo que conocemos actualmente. El atletismo es uno de los pocos deportes -y el más relevante del programa- que mantiene gran parte de sus tradiciones. Aunque el concepto de amateurismo fue muy difuso a lo largo del tiempo, recién desde los años 80 se aceptó el profesionalismo abierto, con un gran impulso del fútbol y el tenis (deporte que retorno en Seúl 1988).
Los Juegos Olímpicos se disputan cada cuatro años, pero solo dos ediciones fueron canceladas por las guerras mundiales (1916, 1940 y 1944) mientras que la de 2020 en Tokio debió suspenderse y realizarse un año más tarde, debido a la pandemia.
La primera participación argentina como equipo recién se produjo en París 1924. A lo largo de esa historia de un siglo, la Argentina logró 77 medallas (21 de oro, 26 de plata y 30 de bronce) aunque su incidencia en los resultados -y sobre todo en los deportes básicos de los Juegos como el atletismo y la natación- fue decreciendo a partir de la década del 50.
El medallero argentino
Argentina ha participado en los Juegos Olímpicos desde 1900 y ganó un total de 77 medallas en varias disciplinas.
El boxeo fue el deporte que más medallas obtuvo para el país, especialmente, en aquellos primeros tiempos (Pascual Pérez, nuestro primer campeón del mundo profesional, fue antes campeón olímpico). A la hora de los triunfos hubo un amplio bache: desde la medalla de oro de los remeros Capozzo y Guerrero en el doble par de Helsinki en 1952, pasaron 52 años hasta que el deporte argentino volvió a disfrutar de un triunfo olímpico. Fue en Atenas 2004 cuando la selección de fútbol dirigida por Marcelo Bielsa recuperó el oro, en simultáneo con el histórico triunfo de la Generación Dorada del básquet.
Las mujeres se incorporaron a la delegación nacional a partir de 1936 en Berlín, cuando la nadadora Jeanette Campbell consiguió la primera medalla al ser subcampeona de los 100 metros libre. La siguió la atleta Noemí Simonetto, subcampeona de salto en largo en Londres 1948 y tendrían que pasar 40 años hasta que otra de nuestras mujeres llegara al podio olímpico: Gaby Sabatini, subcampeona del single en Seúl 88. Pero en las últimas décadas, las mujeres se hicieron sentir en nuestras delegaciones, con nombres relevantes en el podio como la judoca Paula Pareto, que ganó el bronce en 2008 y el oro en 2016 -la primera argentina en conseguirlo- y Las Leonas del hockey sobre césped, cuatro veces medallistas.
Nadadores como Alberto Zorrilla, atletas como Juan Carlos Zabala (campeón del maratón en Los Angeles 1932) y Delfo Cabrera (su heredero en Londres 1948), además de Reinaldo Gorno (subcampeón en Helsinki 52), yachtmen como Santiago Lange y Carlos Espínola, remeros como Alberto Demiddi, jinetes como Alberto Moratorio, ciclistas como Walter Pérez y Juan Curuchet, entre otros, son nombres que construyeron la grandeza del deporte olímpico argentino a lo largo de este siglo. Y que había tenido su primer capítulo exactamente hace un siglo en París con el subcampeonato del atleta Luis Brunetto en salto triple (su récord argentino permaneció intocable por 51 años) y el triunfo de la cuarteta de polo, un deporte que se quedó fuera del programa doce años más tarde.
París 2024 encontrará a una delegación argentina con bajas expectativas de podios. El fútbol masculino, con cuatro campeones del mundo en el plantel, y el rugby 7s son los principales candidatos para pelear por una dorada. Tampoco hay que descartar a Los Leonas del hockey sobre césped femenino, ni a la pareja que conforman Mateo Majdalani y Eugenia Bosco, que vienen de ser cuartos en el Mundial de yachting que se celebró en Francia en la Clase Nacra 17. Aunque, se sabe, los deportistas argentinos, acostumbrados a remar en dulce de leche, siempre están listos para dar pelea.