Exploramos el propósito del uso de la escarapela y por qué se lleva específicamente en el lado izquierdo del pecho.
La escarapela, símbolo de identidad y orgullo patrio en muchos países, es mucho más que un simple adorno. Su posición sobre el pecho y su historia están cargadas de significado y tradición.
Ubicación de la escarapela: el lado izquierdo del pecho
La costumbre dicta que la escarapela se porte sobre la izquierda del pecho o en la solapa del mismo lado. Esta tradición tiene una razón práctica y simbólica. Prácticamente, al estar en el lado izquierdo, está más cercana al corazón, lo que simboliza llevar el amor y la lealtad hacia la patria cerca del corazón.
Además, esta ubicación facilita su visibilidad al estrechar manos o al saludar, reafirmando la identidad nacional en actos sociales y públicos.
Origen y significado del uso de la escarapela
La historia de la escarapela como emblema nacional comienza con una solicitud específica del General Manuel Belgrano, quien el 13 de febrero de 1812, durante las luchas por la independencia, propuso al Triunvirato el uso de una escarapela nacional. El objetivo era doble: uniformar al Ejército Revolucionario y distinguirlo de los enemigos.
Cinco días después, el 18 de febrero, se decretó oficialmente el uso de la escarapela con los colores blanco y azul celeste, colores que simbolizaban nuevos ideales de unidad y libertad, apartándose de los antiguos distintivos rojos.
Inicialmente un emblema militar, el uso de la escarapela se extendió rápidamente a la población civil, convirtiéndose en un símbolo de unidad y resistencia nacional. En la actualidad, su empleo se populariza especialmente en fechas cívicas, siendo un recordatorio visible de la historia y los valores que unen a una nación.
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Día de la Escarapela Nacional
El reconocimiento de este importante símbolo también se ve reflejado en el calendario oficial, con el establecimiento del 18 de mayo como el Día de la Escarapela Nacional. Este día no solo conmemora la decisión del Triunvirato de 1812, sino que también celebra la identidad y la historia compartida de un país.