Kylian Mbappé y Paris Saint-Germain vivieron una historia de amor que, al parecer, terminó de la peor manera. La relación acabó sin el ansiado trofeo de la Champions League que tanto anhela el club de la capital francesa desde que llegó la inyección de petrodólares desde Qatar. Pero también con rumores de una escandalosa discusión entre el subcampeón del mundo y el presidente del club, Nasser Al Khelaïfi, en la previa del partido del domingo contra Toulouse, el último que jugó Kiki en el Parque de los Príncipes, que fue revelada este lunes por el diario Le Parisien y enfáticamente desmentida por las autoridades de la institución de capitales qataríes que, para disimular la partida de su último gran ídolo, ya planea una agresiva política de incorporaciones en el mercado de pases del verano europeo.
«Es decepcionante ver más noticias falsas circulando esta tarde. No ha habido ninguna disputa. El presidente y Kylian se han reunido regularmente antes de los partidos para ultimar los acuerdos de salida al final de la temporada. Todas las reuniones han sido constructivas y respetuosas, incluso antes del partido de anoche», le dijeron al diario Marca de España desde las oficinas de PSG
¿A qué viene semejante descargo? Así fue cómo desde PSG intentaron desactivar las versiones que divulgó Le Parisien, que aseguraban que Al Khelaïfi no le había gustado nada que Mbappé no lo mencionara con nombre y apellido en el rubro agradecimientos del video que grabó para anunciar que no seguiría en el club. El diario detallaba además que el dirigente habría forzado al futbolista a que le diera explicaciones después de que el máximo goleador en Qatar 2022 evitara a toda costa tener un cara a cara con el presidente.
Esta situación, tensa por donde se la mirara, habría provocado incluso que los dirigidos por Luis Enrique salieran con retraso a realizar los ejercicios precompetitivos para preparar el duelo contra Toulouse. El club asegura, como se mencionó anteriormente, que nada de eso sucedió.
Y llamó la atención que en la noche del lunes el jugador si se acordara de Al Khelaïfi y en especial del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, cuando recibió el galardón al mejor jugador de la Ligue 1. «Agradezco al club en su conjunto, el entrenador, que me ha ayudado y ha confiado en mí, su staff, los médicos, toda la gente del club, la dirección deportiva, el presidente, al accionariado del club, claro, al emir de Qatar que ha venido a buscarme con 18 años, que me ha acompañado en todas mis decisiones, que me ha comprendido en muchas situaciones…», señaló.
Ni una sola palabra de amor
Mbappé era un adolescente fuera de serie cuando en 2017 llegó al club de la capital francesa procedente de Mónaco, con un estratosférico desembolso de 180 millones de euros -194 millones de dólares-. El domingo, disputó su último partido en casa con PSG y anotó un gol. Pero el encuentro terminó en derrota 3-1. Fue abucheado desde varios sectores de las tribunas cuando se anunció su nombre. Mientras el mundo del fútbol comentaba sobre su inminente adiós el viernes, los campeones de la liga francesa optaron por el silencio. No hubo ni una sola palabra de amor.
El anuncio nocturno de Mbappé tomó por sorpresa al PSG, ya que fue un video divulgado en las redes sociales del futbolista y no mediante el departamento de comunicaciones del club.
Las redes oficiales quedaron en evidencia a fuerza de posteos. Entre la noche del viernes y el inicio del partido del domingo, el PSG hizo 20 publicaciones en su cuenta de X, la ex Twitter. Se detalló sobre los planes de la próxima temporada, algo sobre un servicio de apuestas, un video del equipo femenino clasificándose a la final de la Copa de Francia y los horarios del duelo en diversas partes del mundo. Nada sobre Mbappé. Ni Lionel Messi sufrió tanto destrato… Y eso que lo destrataron.
El club no rindió ningún acto de homenaje a Mbappé el domingo, más allá de que no era el último partido de la temporada -tiene dos encuentros por delante por la Ligue 1, ambos como visitante- y la final de la Copa de Francia contra Lyon, en Lille-.
Solo los hinchas más radicales del PSG -el grupo denominado Paris Ultras Collective-se encargaron de brindarle un homenaje al desplegar una pancarta y un gigantesco trapo con su imagen.
Digan lo que digan. Desmientan lo que desmientan. El quiebre entre los dueños de Qatar y el goleador histórico — autor de 256 tantos en su paso por el club— es profundo. Y hay varios motivos que llevaron a deteriorar la relación.
Nuevo contrato
El PSG estaría irritado con Mbappé tras haberlo arropado con el contrato más lucrativo en la historia del club al firmar un nuevo pacto en 2022.
Sin embargo, Mbappé estaba frustrado por sentir que el club había incumplido sus promesas de fichajes -en particular traer a un centrodelantero de clase mundial como Robert Lewandowski- de modo que él pudiera moverse en su posición ideal, por la banda izquierda.
Al extender el contrato, se le presentó al público con una camiseta que llevaba estampado el año 2025 en la misma. Según versiones de prensa, Mbappé se lo tomó bastante mal, dado que el contrato expiraba en 2024 con la opción para un año adicional.
Oferta rechazada
Mbappé sorprendió al PSG el año pasado cuando le informó al club que no ejercería la opción del año extra. Como su contrato entraba a su último año, el PSG quedaba obligado a venderlo para evitar que saliera gratis.
El PSG insistió en una venta, pero Mbappé se plantó decidido a cumplir el último año. El club tensó la cuerda al dejarlo fuera de una gira a Japón a fines de julio.
Al Hilal ofreció 332 millones de dólares. Pero el atacante no se inmutó, sin siquiera reunirse con los emisarios del club de Arabia Saudita cuando fueron a París.
Las secuelas
Fuera de la gira asiática de pretemporada, Mbappé publicó una foto en la que se lo veía practicado con otros descartes del PSG en la ciudad deportiva del club.
El tira y afloje se estiró cuando Mbappé no fue convocado para la primera fecha de la Ligue 1. Vio desde la tribuna un partido que el PSG empató 0-0.
Con Messi en el Inter Miami de la MLS y Neymar cerca de fichar con Al Hilal, el DT del PSG Luis Enrique no podía darse el lujo de menospreciar a Mbappé. Jugó en el siguiente compromiso de la liga y metió un gol de penal.
Es hora de partir…
La relación pareció mejorar, pero empeorar cuando Mbappé notificó al presidente Al Khelaifi a mediados de febrero que se marchaba, aunque su decisión no la ventiló hasta el viernes.
En medio, la tensión entre Mbappé y Luis Enrique -a sabiendas de que su mejor jugador se iba- se puso más tirante.
Luis Enrique mostró su autoridad al dejar a Mbappé en el banco de suplentes o sacándolo durante partidos importantes.
Mbappé dejó de ser intocable. El técnico español insistió que buscaba dosificar al delantero. Se abrazaron luego que el PSG eliminó al Barcelona en los cuartos de final de la Liga de Campeones, con Mbappé facturando un doblete en el partido de vuelta.
Pero darle descanso a Mbappé no marcó diferencia en las semifinales ante Borussia Dortmund. El astro no anotó y el PSG perdió ambos partidos por 1-0. Otra vez, el club se quedaba con las manos vacías en el máximo torneo de clubes de Europa.
La historia acabará el 25 de mayo, cuando Mbappé disputará su último partido con el PSG -la final de la Copa de Francia contra Lyon-. Luego, de no mediar sorpresas, su historia seguirá en Real Madrid.
Comprar para disimular (y olvidar)
La partida de Mbappé francés dejará un hueco enorme que el club intentará tapar con diferentes estrellas del fútbol. La no renovación de Mbappé le permitirá ahorrar 200 millones de euros por temporada. Un monto que se utilizará para sumar flamantes refuerzos a sus filas de cara a la próxima temporada. Y, a pesar de que el mercado de pases recién comenzará el 1 de julio, ya se conoce por quiénes irán…
Los principales nombres que maneja el equipo parisino para reemplazar a la máxima figura del actual campeón de la Ligue 1, son el nigeriano Victor Osimhen y el portugués Rafael Leão. Los dos jugadores son muy conocidos por Luis Campos, director deportivo del PSG, ya que fue quien los contrató cuando ejercía el mismo rol en Lille. El mánager portugués quiere volver a tener a ambos entre sus jugadores y contratar otras dos estrellas.
Leão, extremo izquierdo del Milan de apenas 24 años, tiene un gran problema contractual para salir del gigante italiano: su cláusula de rescisión es de 175 millones de euros. El portugués fue la principal figura del equipo campeón de la liga italiana en 2022 y a nivel personal, en la siguiente temporada y en la actual, tuvo mejores números. Sin embargo, el gran bajón futbolístico del plantel no lo ayudaron a lucirse.
Osimhen, centrodelantero nigeriano de 25 años de Napoli, fue el máximo goleador de la Serie A la temporada pasada, en la que el club del Sur de la península se coronó campeón. El nacido en Lagos anotó 31 goles en 39 partidos. Esta campaña no fue la mejor para Victor: se peleó con Rudi García, su entrenador y también fue burlado en las redes del club por su corte pelo. Además, el conjunto napolitano es conocido por ser demasiado duro en negociaciones en cada mercado de pases.
Khvicha Kvaratskhelia fue la manija del equipo campeón de Napoli. El georgiano de 23 años era el conductor y todos los ataques pasaban por él. Demostró un nivel fantástico y hasta llegó a ser comparado con Diego Armando Maradona. Sin embargo, en la actual temporada bajó considerablemente su nivel al igual que sus compañeros y PSG quiere recuperarlo y tenerlo en sus filas para la próxima UEFA Champions League.
El último integrante del clan de refuerzos es Bernardo Silva. El mediocampista portugués también estuvo en el radar de Campos en el pasado, cuando lo llevó a Mónaco, en el que se consagró de la liga francesa en 2017. En ese campeonato pudieron cortar con la hegemonía de Paris Saint Germain.
Ahora, lo quieren contratar para seguir dominando la Ligue 1 y para ir en busca del gran sueño: la UEFA Champions League. El mediocampista dirigido por Pep Guardiola en Manchester City ya sabe lo que es ganar la máxima competencia europea y tiene una cláusula de rescisión de €58.000.000, cifra más que accesible para la economía del PSG.