Por esta producción Lindsay Wagner ganó el premio Emmy a la actriz más destacada en un rol dramático: fue la primera vez que ese galardón se otorgaba a una pieza de ciencia ficción
Lindsay Wagner terminó el colegio y decidió pasar un tiempo en Francia antes de entrar en la Universidad. A su regreso pasó por un par de universidades pero finalmente abandonó los estudios. Tal vez tuvo que ver el hecho de que le diagnosticaran dislexia. Comenzó a trabajar como modelo y en algunos programas de televisión; por fin la contrató la productora Universal.
Comenzó como todos, con papeles menores en series y películas populares de la época (entre 1971 y 1974), como Marcus Welby M.D y The Rockford Files. El personaje de Wagner, Jamie Sommers, nació en un capítulo doble de El hombre nuclear, con Lee Majors como el Coronel Steve Austin. Jamie era una extenista profesional que había sido el amor de juventud del coronel.
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Un grave accidente en un ejercicio de paracaidismo truncó su carrera en el tenis y se consideró la idea de reparar sus daños con el tipo de implantes biónicos que se usaron con el hombre nuclear. Pero el cuerpo de Jamie los rechazaba. En el segundo y último episodio de su participación en el programa la situación física se agravó y Jammie murió.
La reacción fue abrumadora, el público se indignó. Wagner había sido elegida para el papel de Jamie Sommers por el estilo espontáneo y encantador que mostró en The Rockford Files. Del mismo modo enamoró al público en El hombre nuclear: llovieron las cartas y los llamados, la gente no iba a tolerar esa muerte. Así nació La mujer biónica, en 1974, con un pretexto rocambolesco para justificar el hecho de que Jamie estuviera viva. Parece que en realidad nunca había muerto.
La mujer biónica es un personaje mítico, no solo por sus magníficos poderes, oído, fuerza y velocidad, sino por su estilo de vida. Joven y atractiva, vivía sola en una casa acogedora, tenía un trabajo interesante y no recordaba en absoluto su romance con el coronel Steve Austin.
Lindsay Wagner filmó después una gran cantidad de películas, protagonizó o visitó otra gran cantidad de series de televisión, pero para el público sigue siendo la mujer biónica, fuerte, independiente y del lado del Bien.
Con el correr de los años Wagner amplió su carpeta de intereses. Escribió libros sobre acupuntura y varios asuntos de salud. Dio seminarios sobre autoayuda, meditación y espiritualidad. El 8 de febrero de 1982 Lindsay dio la patada inicial del clásico Boca-River en Mar del Plata. Fiesta y despedida: Maradona, Kempes, Passarella y Ramón Díaz habían jugado su último partido antes de irse del país.
Si alguien tiene créditos como para hablar de autoayuda y espiritualidad, esa es Lindsay Wagner. El 25 de mayo de 1979 Wagner iba a tomar el avión de American Airlines que la llevaría de Chicago a Los Ángeles. Mientras esperaba el llamado a abordar comenzó a sentirse muy mal y decidió no viajar. El avión se estrelló pocos minutos después de despegar y mató a 271 personas.