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Máximo Kirchner cruzó con ironía a Javier Milei por cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner

El diputado y líder de La Cámpora calificó al anuncio como un «fuego de artificio». Le reclamó al Gobierno que cambie el rumbo de la gestión

27/03/2024 – 10:31hs

Máximo Kirchner cruzó con ironía a Javier Milei por cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner

El diputado nacional y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, salió al cruce del presidente Javier Milei por el anuncio del Gobierno de cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner.

 «Que le ponga Conan, pero que pare con los despidos en el sector público, do que importa es la gente, no cambiarle el nombre a un lugar».

El diputado nacional de Unión por la Patria planteó que si Milei revierte su decisión de eliminar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), «le envía fondos y alimentos a los comedores, y deja de hacer despidos masivos en el Estado», le parecería «una anécdota» que impulse el cambio de nombre del CCK, lo que calificó de «fuego de artificio».

Máximo Kirchner dijo que para él es «una anécdota» que el Gobierno pueda llegar a cambiarle el nombre al CCK: «No me interesa, no tengo problemas, pero que lleguen las cosas para la gente, me interesa muy poco, pero que hagan que la sociedad viva mejor, sus políticas producen daño en el presente y también en el futuro», en declaraciones a AM 530.

Máximo Kirchner dijo que para él es

Máximo Kirchner dijo que para él es «una anécdota» que el Gobierno pueda llegar a cambiarle el nombre al CCK

El nuevo nombre para el CCK que eligiría Javier Milei

Cualquier propuesta para reemplazar el nombre de Néstor Kirchner del centro cultural donde antes funcionaba el Palacio del Correo, que salga de la boca de los funcionarios que trabajan en Balcarce 50, sede de la Casa Rosada, se enmarca en la batalla cultural que están dispuestos a dar con el mismo entusiasmo que se lucha contra el gasto público al otro lado de la calle donde se encuentra el Palacio de Hacienda dirigido por Luis Caputo.

La batalla cultural contra las expresiones y las políticas del centro izquierda que han logrado penetrar en casi todas las instituciones públicas de la educación, la cultura, y los medios de comunicación está en marcha.

Se trata de un proceso de índole gramsciano adoptado por intelectuales socialistas o simpatizantes de las causas sociales de esa tendencia que tuvo en el pensador marxista italiano, Antonio Gramsci (1891-1937), como su principal ideólogo, para quien la cultura es «la potencia fundamental de pensar y de saberse dirigir en la vida».

Ahora bien, el gobierno libertario de derecha encabezado por Javier Milei, ha decidido plantear la batalla cultural para que las políticas establecidas por veinte años de kirchnerismo no se conviertan en una «cosa juzgada» por el paso del tiempo o se plantee una situación política de statu quo.

Néstor Kirchner, un nombre que para Javier Milei es inadmisible

Para el gobierno de Javier Milei, el nombre de Néstor Kirchner en el Centro Cultural es inadmisible y no puede formar parte de ninguna política de estado tendiente a luchar contra lo establecido por los intelectuales de izquierda que rodearon el kirchnerismo.

En este contexto, es que el vocero presidencial, Manuel Adorni, no solo anuncia el retiro del nombre del extinto presidente Néstor Kirchner del emblemático y bello edificio del Correo Central en el barrio de San Nicolás, sino que propone el del gran escritor ciego, Jorge Luis Borges, acaso la cumbre de los escritores de habla hispana del siglo XX, injustamente olvidado, por razones políticas, por el premio Nobel de Literatura.

El gobierno libertario de derecha, encabezado por Javier Milei, ha decidido plantear la batalla cultural

Sin embargo, Borges es universal. Famoso por cualquier amante de la literatura en cualquier país, al igual que el Papa Francisco, nadie es profeta en su tierra y Jorge Luis Borges sigue siendo una figura polémica a la hora de homenajearlo.

Nadie duda en hacerlo en base a su trabajo con sus cuentos, ensayos y poemas, pero sí cuando se habla de política y su apoyo a los conservadores en tiempos de Juan Domingo Perón que lo relegó a ser inspector de aves en el Mercado Central. Así como Rosas tuvo su némesis intelectual en la figura de Sarmiento; Borges hizo lo propio con Juan Perón.

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