Con tres tantos en el segundo tiempo, gracias a la aparición salvadora de Adrián Martínez, Racing venció por 3 a 0 a San Martín de Burzaco, en el inicio de su aventura por la Copa Argentina, un torneo que históricamente le suele traer más dolores de cabeza que alegrías a la Academia.
Lanús, Belgrano, Sarmiento y Defensa y Justicia -que perdió por 2-1 el jueves con Atlético de Rafaela, son algunos de los que puedan dar fe de que la Copa Argentina siempre pone a los equipos de Primera al borde del precipicio. Más allá de que por su naturaleza es un arma de doble filo, los entrenadores la toman como un banco de pruebas. Eso se acentúa en un calendario como el de 2024 para el fútbol argentino: entre el 27 de enero y el 15 de marzo Racing disputó once fechas. Es decir, un partido cada 4,36 días. Demasiado, incluso para un plantel que sumó una docena de refuerzos.
Por eso, entre los 11 que alineó Gustavo Costas había varios nombres para poner la lupa. En el arco, el debut de Facundo Cambeses, que cumplió en las pocas que lo probaron. En el fondo, la presentación de Marco Di Cesare, de buen rendimiento. En el lateral izquierdo, la aparición del juvenil Ignacio Galván, quien salió lesionado sobre el final del primer tiempo. Para colmo, su reemplazante Rojas pidió el cambio a los pocos minutos. En el mediocampo, los flashes recaían sobre Baltasar Rodríguez. El nacido en Monte Hermoso fue el capitán del equipo, pero no pesó en el juego. En la delantera, las novedades estaban en los wines: de un lado, Agustín Urzi, en su primera vez como titular; del otro, Johan Carbonero, el colombiano que desde su grave lesión a finales de 2022 nunca pudo recuperar su nivel. Urzi desaprovechó su chance, pero el colombiano marcó un golazo que puede servir como trampolín para recuperar su nivel: en el festejó se besó la rodilla izquierda.
Después de un flojo primer tiempo, con un penal fallido que el arquero Maldonado le atajó a Santiago Sosa, la Academia debió disputar un segundo tiempo sufrido. Costas se metió en el bolsillo las pruebas y mandó a la cancha a Adrián Martínez. Maravilla, una vez más, hizo honor a su apodo: en once minutos convirtió para poner en ventaja a Racing y dejar todo en calma. La buena noticia fueron los tantos de Carbonero y de Maximiliano Salas. El zurdo había mostrado un buen nivel desde su llegada, pero no había gritado aún. Por eso se sacó la mala energía en el festejo.
En el debe queda una vieja historia. La de Racing y los penales. Una maldición que lo persigue desde octubre de 2022, cuando desde los 12 pasos tuvo la oportunidad de consagrarse campeón ante River. Aquella tarde, de manera sorpresiva, la responsabilidad cayó en Jonathan Galván, luego de una larga discusión. Galván definió suave y atajó Franco Amani. El paso del tiempo no parece cerrar aquella herida. En 2023, Racing sufrió dos cachetazos fuertes en definiciones por penales: por la Copa Libertadores, ante Boca, y frente a Rosario Central, por la Copa de la Liga.
En este 2024, tuvo dos penales a favor. Ante Sarmiento, como local, por la fecha 9 de la Copa de la Liga: sobre el final del partido, el arquero Fernando Monetti le ganó el duelo a Juan Fernando Quintero y los de Junín se llevaron el triunfo. Ahora, ante San Martín de Burzaco, tuvo la chance de ponerse en ventaja en la última jugada del primer tiempo. Como en aquella escena de Galván, hubo una asamblea antes de la ejecución: participaron Rojas, Baltasar, Salas y Santiago Sosa. Fue el exmediocampista de River quien pateó, a la izquierda del arquero, a media altura. Lautaro Maldonado se vistió de héroe y voló para tapar el disparo. Esta vez, quedó solo en anécdota.