A sus 68 años, Bill Gates es considerada una de las personas que generan inspiración en aquellos que buscan desarrollar sus habilidades. Aunque su nombre se relaciona con el mundo de la tecnología porque es uno de los fundadores de Microsoft, también se lo tiene en cuenta por los pensamientos y métodos que aplica para lograr objetivos en el plano laboral y en el crecimiento personal. La técnica denominada de inmersión profunda es una de ellas. ¿De qué se trata?
Expandir sus conocimientos es uno de los objetivos que Gates persigue, según sus propias palabras. Para ello, la lectura es una de sus actividades fundamentales, como también lo es tener conversaciones con personas que tienen mucha experiencia en distintos campos. Si bien son diversas las sugerencias que da, la gran incógnita es cómo logra realizar todo, dado que es alguien que además tiene una agenda muy apretada.
La respuesta está en lo que se conoce como Deep Work. El concepto -que en español se lo llama inmersión profunda– se popularizó en el libro de Cal Newport que lleva ese mismo nombre. Allí se da a conocer una forma efectiva de resolver tareas cognitivamente demandantes.
En conversaciones que suele mantener con estudiantes de todo el mundo, Bill Gates menciona la importancia de aplicar la inmersión, con la cual se persigue el objetivo de maximizar el rendimiento y tener mejores resultados en menos tiempo.
Resolver es una de las tareas al que se enfrenta el humano en diversos aspectos de la vida. Para hacer varias cosas al mismo tiempo, hay que tener un pensamiento consciente, ya que eso es fundamental para lograr el objetivo. A través de la inmersión profunda se busca alcanzar el máximo nivel de productividad del cerebro y tener el resultado deseado.
¿Cómo lograrlo? Lo que se debe hacer es mantener el foco de concentración y dejar por fuera todos los aspectos que puede considerarse una distracción, como por ejemplo el uso del celular.
El primer paso es poder distinguir aquellos aspectos que pueden interferir en la concentración. Acto seguido se debe aplucar el llamado time blocking, que es poder identificar el momento del día en el que se tiene más energía y allí realizar estas actividades que requieren más atención. Las mismas se deben hacer con mucha intensidad.
Lo importante al iniciar este proceso es tener en claro las metas por cumplir. De igual relevancia es eñ poder crear el hábito de la rutina, como es tener un espacio de trabajo cómodo y poder llevar un relevamiento de las actividades realizadas y evaluar los objetivos cumplidos. Se trata de un proceso que lleva su cuota de tiempo y esfuerzo para ver los resultados.
LA NACION